Tocaste Tarde A Mi Puerta. (Chaesoo).

Capítulo 1.

"Al fin obtuve lo que quería, y lo que quería me quiso a mí".

❧Jose Urbano☙.

ROSÉ.

Después de tanto tiempo preparando aquella fiesta de navidad, por fin a Lisa y a Jennie se les había dado. Pero no estaban solas, sino que tenían a una pequeña con ellas. Creo que fue una de las mejores cosas que hicieron. Me fui tres años del país y esos dos años en los que estuve filmando la película, sentí que me perdí de mucho.

Así que hoy las vería después de tanto tiempo. Quería concentrarme en pasarla bien, en disfrutar, ya que estos años que estuve separada de Lisa, me hizo mucha falta, la quiero como a una hermana así que es normal. Me miré al espejo y sonreí cuando me sentí preparada.

Tenía un vestido el cual era apretado a mi cintura y suelto abajo de color negro, y unos tacones no tan altos. Arreglé mi cabello para luego alisarme el vestido. Cuando terminé de arreglarle y puse un poco de lips gloss en mis labios, salí en busca de mi cartera y las llaves de mi coche.

Cuento un poco de lo que me ha pasado estos últimos años. Cuando Lisa me dijo que todo con Jennie iba bien y que estaban listas para ser madres, me puse muy contenta por ella; eso era lo que quería, y que me dijera que su amor seguía tal cual, me ponía de muy buen humor.

Pero nadie diría que yo me convertiría en esto, en una persona reconocida, en la persona que quería ser; y hasta el día de hoy me costaba creerlo, y aunque Lisa todavía no se sentía muy segura de sí era o no este su camino, yo sí que lo hacía.

No quería apartarme de esta carretera.

Los años que pasé fuera del país pude encontrarme a mí misma, saber que es lo que quiero y necesito. No me alejé de nadie, me alejé de mi anterior versión para encontrar la nueva y con esta me siento mucho mejor.

Mi vida es algo complicada, mi madre no se sentía lo suficientemente segura de mí; nunca me prohibió hacer lo que me gustaba, pero su inseguridad me había causado un dolor profundo en el pecho, más sin embargo, le demostré que sí podía superarme y que sus miedos no tenían porqué ser los mismos que los míos.

Estacioné frente a la casa de Lisa, en la cual habían varios coches estacionados, los cuales supuse que eran del papá de Lisa y del hermano, pero el otro coche lo desconozco.

Tomé el regalo en mis manos y caminé a paso seguro hasta llegar a la puerta. Cuando me abrieron, Lisa me recibió con un muy fuerte abrazo. El cual correspondí de inmediato.

—Dios mío, Rosie. Te extrañé demasiado. Dos años sin verte —dijo con entusiasmo, asimismo, nostalgia.

—Ni tanto —nos fuimos separando—. Me veías por cámara.

—No es lo mismo —golpeó mi brazo en modo juguetón—. Tonta. Ven, pasa, estamos en la sala.

—¿Cómo te ha ido a ti? —pregunté.

Lisa estaba más hermosa que antes, tenía una sonrisa muy original en su rostro, sus ojos brillaban se notaba la felicidad. Cuando todo va bien, cuando en tu corazón ya no hay más dudas, así estaba Lisa. Se sentía un buen ambiente.

—Mejor que nunca, me siento feliz, Rosé.

Sonreí, —Pues me alegro, ¿y la gruñona de tu esposa? ¿dónde está?

—Uy, no le digas así, está peor que nunca —bromeó Lisa.

Terminé de entrar a la casa, y pude ver a una pequeña con el pelo castaño en el fondo. Sonreí y me fui acercando a ella. Quien la tenía en sus brazos era Bambam, el cual se puso muy contento cuando notó mi presencia.