Capítulo 3

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Jisung: Que bueno que estás aquí Jeongin

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Jisung: Que bueno que estás aquí Jeongin

Dice. El menor llega algo agitado y un poco más que lloroso. Los chicos que son sus amigos saben lo que pasa, pues siempre que lo ven así, se trata de una persona. La misma de la que piensa aquel que sentado en la mesa de su mejor amigo, bufa.

Beomgyu: ¿Fue él de nuevo, verdad?

Se baja para tratar de golpear a Lee Minho.

Pero todos los demás niegan. Saben que Jeongin no dejará que lo haga. Le gusta tanto como para no golpearlo y decirle en la cara, todo lo que ya ha guardado hasta ahora.

Soobin: Eres tan sonso —dice negando mientras toma de su jugo de cajita todo tranquilo, recostado en una de las sillas al lado de la pared de ese salón.

Sin embargo, tiene razón.

Jeongin es un sonso. Él lo sabe y duele.

Abrir sus ojos, y hablar con el corazón, siempre fue su punto débil, como el mayor lo es cada vez que lo ve de frente.

Beomgyu: Lo eres, Jeongin, ¿qué fue ahora? ¿El chico ese se propasó contigo o qué? Dime, que le voy a patear lo que le queda de cerebro —dice mientras alguien le tapa la boca y lo hace retroceder un poco. Jisung no entendía porque el menor tendía a callar siempre. Si fuera él…

Jisung: ¿Por qué no nos vamos de fiesta?

Él apostaría todas sus lágrimas a una noche en el que no pudiera pensar en nada más que en su nuevo look del día siguiente. Ojeras, unos botones más abajo, sin camisa, rímel caído y un buen chico a su lado. Pero claro que Jeongin no es alguien como ellos, así que esperaban que el menor se negara.

Soobin: Es buena idea.

Beomgyu: ¡Claro! Es buena idea —sonríe— Innie nunca ha ido con nosotros, ya es hora de que él también busque un chico para él. Ya está bueno de llorar por Lee.

Rueda los ojos, apoyándose hacia atrás, mirando de largo a quien llegaba, el mismo que avergonzado se fue a sentar frente a ellos, acomodando sus lentes, oyendo a esos chicos. El mismo asiento de siempre, estaban en ese mismo lugar hablando de la misma persona, y el pobre Taehyun se sentía entre la espalda y la pared, más a la pared que espalda, pues Minho también era uno de sus mejores amigos. 

Pero claro que no diría nada. Aún tenía ganas de vivir, y estaba seguro que el llamado Beomgyu se vengaría si dijera algo sobre lo escuchado.

Él era una gata con techo, que si se metían con su cría, te clavaba las garras. Y ya había experimentado algo como eso, aunque… cuando piensa en ello, eleva el puente de sus lentes y tose, poniéndose rojo como tomate, mientras la luz cubre el bonito rubor que sólo el mejor amigo de Jeongin mira.

Ese que sonríe más que ganador, antes de mirar a su polluelo menor, ese que está decidido a vivir en la inmundicia, o mejor llamado, el mundo dónde estás en la friendzone por Lee Minho. Pero claro, claro que no lo iba a permitir.

Ningún amigo suyo se quedaba demacrado, con las lindas pestañas mojadas por haber llorado por alguien.

Pero, ¿cómo debía convencer a Jeongin?

Soobin: Bueno, en eso tiene razón, Jeongin, deja de llorar por alguien que no vale la pena amigo —dice para levantarse de la mesa y estirarse un poco— vamos a divertirnos.

Los presentes lo ven y asienten agotados de escuchar la misma cantaleta, incluso Jisung que sigue con su labor de pintarse las uñas cada uno de diferente color. Era un perra, pero no una sin un lindo brillo en sus uñas. Y tal vez si el menor le aceptaba la salida, lo podría volver una.

Un Jeongin con una máscara, brillos en los ojos, una minifalda y un croptop, ¿quién se le podría resistir?

Uff. Era un genio. Ni él se le podría resistir pasar una noche con alguien así de lindo.

Pero si tan sólo este aceptara… 

¡Lo cabeza dura que era se le iría de inmediato!

Jeongin: ¿Creen… creen que no lo he intentado?

Responde cabizbajo.

En ese momento, todos lo miran y suspiran. No hay remedio para ese niño, pero si eso es lo que quería, entonces no van a abrumarlo más con sus preguntas y con la tonta idea de llevarlo a un lugar que no quisiera ir.

No van a buscarle un galán que le haga perder la cabeza en una noche de fiesta y que le dé la mejor follada de su vida, si, no van a hacer que su dulce ángel saque de su cabeza al idiota del chico que ha destrozado a su pequeño. Sí, no era lo que buscaban.

Beomgyu: Ugh, eres lindo pero tonto cariño —niega para verlo, suspirando antes de palmear su regazo, sobando su cabeza en cuanto siente que se esconde en su cuello— ya, ya, no dejes que ese chico tonto te haga sentir mal Innie, eres más de lo que merece, ¿okay?

Jisung: Y si no puedes olvidarlo, ¿qué tal buscar reemplazarlo?

Soobin: ¡Jisung!

Jisung: jajajaja sólo bromeaba~ —dice comiendo el chupetín que había encontrado en su mochila, antes de darles algunas más a sus amigos— pero, ¿a que no suena a una buena idea? Niéguenlo perras, con cariño, por supuesto, muak para todos. Beso en las colas 💋

Beomgyu: Ay dios… —niega. 

Sin embargo, por primera vez su niño sonríe al escucharlo.

Entonces lo sabe…

Si, tal vez no era lo que buscaban. Pero lo peor que ellos podrían hacer sería quedarse de los brazos cruzados. Así que con una mirada con los unos en los otros, saben que es lo que debían hacer y en su pequeña fiesta, Lee Minho no sería mencionado en ningún lado. Pues harían que ese niño lo olvide por completo.

Para eso estaban los amigos, ¿no?

Pero si tan sólo hubiesen sabido que ese día todo cambiaría… tal vez lo hubiesen llevado ahí una vez más.

ANTI - ROMANTIC [Minjeong]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora