ANTI - ROMANTIC [Minjeong]

Capítulo 1

1 de abril del 2021

Sin embargo aunque a ese niño le gustaba estar en el mismo lugar, sufriendo mientras su amor imposible jamás lo vería, había quienes sí iban de un lugar a otro disfrutando de su vida.

Ese era Lee Know, hijo menor de la familia Lee.

El mismo que mirando en la palma de su mano, aquel pase para la universidad, en el carro que sus padres le habían regalado, sólo rió sin gracia antes de romperla ante el reflejo del retrovisor en el auto, para comenzar a arrancar.

No iba a ingresar a ese lugar de ninguna forma.

A ese maldito sitio.

Habían pasado más de tres años de que se había mudado de casa, y aún habían tantas cosas de que depender. Sin embargo, estaba cansado de que ellos trataran de reunirlo con su gemelo y que fuera igual de nerd que éste. Pero ya estaba cansado de todos.

Él quería ser libre, y no ser unido a nada ni nadie.

¿Universidad Privada de Seúl? Qué chiste.

¿Ellos nunca se cansaban, verdad? 

¿Cuándo iban a entender que no era igual que su hijo preferido Lee Minho? Ante ese pensamiento, pisó el acelerador, y desprendiendo el techo de su auto, dejándolo ir lentamente hacia atrás, comenzó a gozar del aire que había, sintiendo sus cabellos tan libres como él lo era. Al contrario del mayor.

Quién era un desabrido más.

Jamás lleguen a compararlos, no busquen algo de diferencia, si no quieres tener problemas.

Aún así, no importaba si fuera o no a un lugar para riquillos como ese, pues él lo era y tener que estudiar ya no era lo suyo.

Ya había tenido bastante con toda su secundaria, para buscar ser alguien en la vida, cuando ya lo es independiente de lo que digan los demás. Ser un Lee, ¿no era algo ya?

Eso pensó para acelerar aún más, prendiendo la radio para ser acompañado con algo de música en su travesía. Hacia el destino que se sabía de memoria, llegando a un departamento algo grande, su santuario personal. El lugar donde él podía descansar de los demás.

¿Había algo más que eso?

Al llegar a su cuarto, negó y suspiró, apagando el sonido de la música en sus auriculares, cortando la música que estaba escuchando. Un tal track de una banda llamada Enhypen, denominado como ParadoXXX Invasion.

Entonces estaba ahora con los brazos cruzados atrás de su cabeza, descansando esta en ellos, listo para descansar, o eso iba a hacer hasta que recibió un mensaje en su celular.

Entonces su cama vibró.

Mensaje entrante…

📲 +82… Número desconocido 1245
¿Ocupado? ¿Tienes tiempo?
Enviado: 9:11 a.m

¿Tan temprano y lo estaban invitando a una cita?

Sonrió de lado.

Claramente su hermano nunca tendría esto.

Pues esto no se consigue con un chico que saca el pie del plato a cada segundo como novio, pues en este caso, él es el que hace todas esas cosas. Aunque Minho podría dejar de ser tan ingenuo en no ver los tremendos cachos que tiene en la cabeza. Y en vez de ello, debía disfrutar los placeres de la vida como él, saliendo con varias personas a la vez.

Eso era aún mejor. No tenían nada que perder.

Cuando ya estaban tan perdidos.

Aún así, sabía que este no aceptaría tal cosa, pues era el señorito modelo, quien tiene a todos a sus pies. Pero si tan sólo hubiese alguna cosa que él pudiera usar en su contra…

Algo…

No dudaría en usarlo. Llegar a dañarlo. Ver algún rastro de lágrima en su rostro.

Sin embargo, era amargamente perfecto. Tanto él como los que lo acompañaban. Aún así, no cree que no haya algún eslabón débil cerca de este. Deseaba encontrar algo, hacer que sus padres vean que no es la perfecta persona que él y todos creen que es.

Así que cuando lo haga, no dudará en destruir la última pieza.

Iba a mostrarles el peor lado a los demás.

Eso pensó realmente, antes de poder levantarse con una pirueta de una sola mano de esa cama, antes de mirarse al espejo y arreglar su cabello, guiñandose a sí mismo, para poder así abrir su armario lleno de camisas y ropa de marca. 

Estaba listo para el mejor día de su vida. Antes de que sus padres se dieran cuenta de la tontería que había hecho.

Lee Know
Para ti siempre linda 😘
Nos vemos en el bar de siempre.
✓✓
Leído: 9:15 a.m

Aunque cuándo lo hicieran, ya fuera muy tarde para remediar su mal comportamiento como padres. Pues, ¿cuándo han sido los mejores?

No necesitaba nada de los demás. Sólo necesitaba ser libre. Robando corazones, sin que nadie se lo robe a él.