Quien eres en realidad

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Pasó un mes desde el fatídico momento que destruyo para siempre su vida, los Yautja se había establecido en el reinado y ambos reyes mantenían una sana convivencia, ellos ayudaban a traer lo que los científicos Omman necesitaban para la cura de su esterilidad en las hembras, Mel caminan por el lugar, no quería ver para nada a su futuro esposo, tenía tanto miedo que buscaba cualquier pretexto para no ir a las reuniones familiares para evitar a aquel ser tan monstruosos.

Erick era un joven príncipe que a pesar de su edad ya había puesto su mirada azulada en Mel, le parecía una chica tierna y dulce y quería comprometerse con ella, el joven príncipe pertenecía a un clan lejano que mantenía convenio con el reino de Mel para la venta y exportación de ganado y especias, ambos clanes eran amigos desde hace mucho tiempo, el se entero de la horrible noticia y su corazón se hundió en lo más profundo de su tristeza. Cierto día Mel caminaba por el bosque lucieron do uno de sus hermosos vestidos de encaje azul cielo con lila y un sombrero decorativo que enmarcaba su rostro de muñeca, sus rizos cobrizos caían sobre sus hombros mientras comía un pedazo de pastel de fresa. Amaba la naturaleza así que salía temprano a dar una vuelta hasta que escucho un fuerte gruñido después de unas frías palabras.

- Te dije que dejaras de comer así mujer.

- Qu....quien esta hay?!!!

- No hagas tanto escándalo, aún no puedes ni siquiera reconocer la voz de tu futuro compañero de vida...que patético

- Co...compañero de vida?

- Ustedes lo llaman...esposo

Mel dejo caer el  pastel al suelo retrocediendo temblorosa mirando a todas partes

- ¿Do...donde esta?

- Omman inútil ni siquiera con tu vista patética sabrás donde estoy.

- De...deje de hablar así, yo no recuerdo haberlo insultado antes

Mel retrocedió asustada hasta chocar con algo a sus espaldas, se giro lentamente para ver al enorme Yautja apareciendo de la nada frente a ella, era tan grande que apenas le llegaba a la mitad del estómago. Retrocedió instintivamente asustada apunto de correr hasta que el habló.

- No corras, sólo las presas corren, a menos que quieras volverte eso para mi.

Mel aterrada se giro para correr, pero él fue más rápido tomándola del brazo y echándola al hombro. Bakum olfateo de nuevo ese deliciosos aroma que venía de ella, no se equivocaba había venido a verificar y efectivamente el aroma era de ella, Mel pataleaba y gritaba desesperadamente mientras Bakub caminaba de regreso al castillo, sus pechos grandes y suaves se apretaban contra su hombro, el la sostuvo bien de las piernas, sus manos de reptil sintiendo la suavidad de sus muslos desnudos, muslos cremosos y suaves, no pudo evitar pasar los dedos distraídamente por su suave piel clara, ronroneo de necesidad, se preguntó que se sentiría someter a esta pequeña criatura a sus deseos, nunca paso por su mente aparearse con una omman pero ya que estaba en esta situación, satisfacerla sus curiosidades-

- ¡¡¡Bájeme por favor bájeme!!!

- ¿Ya no saldrás si yo no te lo permito entendiste?

- Qué??, no puede hacer eso ni siquiera estamos casados todavía, bájeme!!!

- Eso no se pondrá a discusión mujer.

Mel lloraba copiosamente, ya había dejado de jugar hasta que llego al castillo, entro estruendosamente dejando caer ala mujer sin ceremonias mirando a ambos reyes.

La princesa omman y el principe yautjaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora