La princesa omman y el principe yautja

Los guerreros también lloran

Mel retrocedió con los ojos muy abiertos, Kaiil iba despojándose de su armadura lentamente disfrutando de su angustia, el aire olía a su penetrante miedo lo que éxito sus instintos cazadores.

- Si corres, serás presa omman

- Po....por favor...no lo hagas....

El corazón de Mel latía como un pajarillo desesperado en una jaula siendo acorralado por un felino, Kaiil, se elevó en toda su estatura una vez que estuvo completamente desnudo, ella con vergüenza desvió su rostro notando la puerta abierta, Mel salto hacia la salida y Kaiil se lanzó tomándola en el aire con un brazo para azotarla en la cama de pieles, su cuerpo reboto en las mismas con dolor a pesar que había caído en lo blando, la fuerza bruta del yautja era muy notable, ella sintió que el aire abandonaba su cuerpo haciéndola ver estrellas.

Kaiil se subió con toda la calma del mundo arrancando con fuerza su ropa haciendo que gritara de la impresión, con miedo llevo sus manos a sus pechos para cubrirlos pudorosamente, el salivo dejando que la baba escurriera de sus fauces hacia su cuerpo.

- No sabes cuanto e esperado por esto.

- Ayu...ayúdenme....

Kaiil le separo las piernas agresivamente levantándola de los muslos, la miro por un momento y luego desvío su mirada hambrienta hacia el rico capullo rosado que tenía entre las piernas, se acercó y olio lo más profundo degustando cada parte de su perfume. Sumergió su enorme cabeza entre sus piernas sacando su juguetona y húmeda lengua empezando a devorar su coño. Mel se retorcía arqueando la espalda, intento zafarse, pero él se lo impidió

- No iras a ninguna parte mascota, eres mía para degustarte

Mel gritaba con fuerza mientras Kaiil la elevaba al cielo con deliciosos orgasmos uno tras otro, su respiración era agitada y su cuerpo estaba bañado en sudor, el macho se elevó un poco limpiándose la humedad de su orgasmo de los colmillos, su mente se aferraba a su esposo lo más que podía, pero su cuerpo traidor y la experiencia del macho era algo con lo que no sabía enfrentar.

- Delicioso sabor dulce, tal como lo imagine

- Po...por favor

Kaiil se sostuvo la polla con su enorme mano y la otra libre le sostuvo las caderas

- Relájate mujer hare que toques el cielo donde está paya, soy un hombre digno, estoy sano y te daré cachorros fuertes.

Sin previo aviso el yautja se enterró por completo en su calor, dejos salir un alarido de placer casi siendo demasiado para él, la hembra grito a todo pulmón apretando por la intrusión tan brusca al macho con las piernas, él se comenzó a mover lenta y tortuosamente para que ella sintiera cada una de sus crestas, Mel jadeaba sonrojándose, su cuerpo la estaba traicionado, se sentía increíble pero su mente seguía en su esposo, negándose a ceder ante tal humillación.

Kaiil sabía que ella se estaba resistiendo por lo que aumento las embestidas cruelmente

- ¡¡¡VAMOS OMMAN GRITA, GRITA POR MI!!!

- ......

- HAZLO, PIDE POR MAS!!!

- Aaaaa basta!!!!

- ¡¡¡NO ME DETENDRE HASTA QUE LO HAGAS!!!

- Po..por favor ya!!!!

- DILO MUJER, O TE REBENTARE EL COÑO, ¡¡¡DI LO QUE QUIERO ESCUCHAR!!!

- Aaa.a.aaam..más..a.a..más por favor!!!

- Se-i buena hembra

Kaiil acelero la velocidad con saña, Mel volteaba los ojos teniendo espasmos de placer en todo su cuerpo, trataba de pensar, pero no podía. Se aferro con fuerza por los brazos de Kaiil, mientras este aumentaba los golpes estrellándose con furia, ella echaba la cabeza hacia atrás gimiendo, su poderoso órgano apretándose a él, el macho lo siguió después desbordando su caliente semilla dentro de su útero por completo.