Sobrevive

CAPITULO 4

NOTA DE AUTOR: PERDONEN POR FALTAR A MI PALABRA Y NO PUBLICAR CAPITULO EL VIERNES, JURO QUE NO PASARA, MUCHAS GRACIAS A LOS QUE SIGUEN LA HISTORIA Y LA APOYAN , VALEN ORO.

¿Que creen que sea lo que mueva al mundo?.

Alguna vez se han parado a pensar que hace que hagamos evolucionado de esta manera.

Yo tengo una teoría.

Hay dos cosas que hacen impresendible que hallamos evolucionado de tal manera.

Y es "la voluntad y el odio".

La voluntad del ser humano, de ser curioso, de querer mejorar, de querer vivir mejor.

Y el odio.

El odio de arrebatarle a otras personas lo que es suyo para cumplir esas voluntades.

El odio genera odio y consigo, nuevas voluntades.

Pero, ¿cuál era mi voluntad?, ¿acaso el odio la impulsaba?.

Mi mente había despojado cualquier rastro relacionado con sentimientos mundanos.

El cuchillo aún estaba en mi mano ensangrentado, ensuciando ligeramente mi sudadera negra de sangre.

Retire el cuchillo del cuerpo de aquel ser vil.

Sin ningún remordimiento.
Sin ningún arrepentimiento.

Al contrario, estaba satisfecho de mi acción, había eliminado a una escoria a la cual pudiera haber lastimado a otras personas.

Sentí la luz de un carro iluminar mi cuerpo.

Sin miedo alguno de que fuera un policía, levante mi barbilla para dibujar una sonrisa en mi boca al darme cuenta que era la camioneta de Zack.

Zack se baja de la camioneta.

A paso lento.

Y se coloca delante de mi.

Observa el cuchillo encajado en mi mano izquierda.

Y ahora fue el quien sonrió.

Encontraste la verdad que buscabas y obtuviste lo que te faltaba-habló en tono orgulloso.

¿Te uniras a nosotros?-preguntó.

Levante la mirada, para verlo directamente a los ojos.

Al mirarlo a sus ojos negros, su mirada titubió, ¿por qué?, ¿miedo?.

Ron, tus ojos-pronunció en un susurro.

¿Que tienen?-pretunté.

-Dejaron de brillar.

Lo mire de reojo y hable sin tapujos.

-¿Y?, no es relevante , me uniré a ustedes.

Perfecto, mañana entrenaras y te explicaremos nuestro plan, por ahora descansa-habló Zack.

Me llevo hasta mi casa.

Una casa sencilla , sin segundo piso, vivía solo, me mude para aca para poder estudiar en el instituto famoso de esta cuidad.

Di pasos forzados hasta mi cama.

Sin quitarme aquella ropa.

Me acoste en la cama.

Pensando en como se podía reducir el valor de la vida en nada.

Pero no me importa.

Mi mente justificaba mis actos diciendo que era por una causa mayor.

Una causa, a la que yo le pondría.

Los matare a todos, para que nadie se tenga que ensuciar las manos , que no sea yo.

Ese era el plan.

Uno inrealista.

Entre mis pensanientos quedé dormido.

Estaba en una sala blanca.

Rapidamente me di cuenta que era un sueño.

Pero la sala blanca no era lo más extraño.

Sino quien se encontraba hay , era la persona que había matado.

Buenas, pequeño monstruo-dijó con una voz identica a la persona que mate.

Pero había algo raro.

Tu no eres el-susurre.

¿Como te diste cuenta?, es mi olor , oh perdona, yo ni siquiera emito hedor, soy tu instinto-habló entre risas.

Estaba a unos metros justo de mi.

Era identico.

Con su mascara negra, que dejaba ver sus ojos cansados.

¿Por qué mi instinto se representaría en algo como tú?-pregunté.

Simple, porque es más divertido-era incomprensible entender su manera de razonar.

Postañe, me demore en menos de un segundo, pero al abrir los ojos estaba sentado alfrente de el jugando una partida de ajedrez.

El estaba sentado igual y preguntó: "¿Cuál crees que sea la pieza más importante?".

Teoricamente es el rey-respondí con simpleza.

-Estas equivocado , pequeño monstruo.

!Espera¡-gritó.

¿Que?-pregunté asustado.

Tienes que levantarte, o moriras-susurro ahora con calma.

¿Morire?, ¿a que te refieres?-vuelvo a preguntar.

-Solo levantate.

No se como hacerlo, no lo puedo hacer a voluntad, no puedo-exclamé.

-¿Que no puedes hacerlo a voluntad?, ¿te olvidaste de lo que pensamos?, la voluntad solo es la ayudante del odio y tu , ¿piensas morir sin expresar tu odio?.

Morir-me susurre.

Levante mi mirada , con la misma convicción con la que había matado.

Ahora sobrevive-expresó.

Me levanto asustado.

Sudando enormemente, las gotas de sudor recurrían mi cuerpo, pero mi instinto decía que podían convertirse en gotas de sangre.

Mire hacia alfrente.

Para encontrarme con una pistola apuntando a mi frente, entre ceja y ceja.

El que empuñaba el arma vestía de negro, de cuerpo delgado y flexible.

Ey ey, muchacho, calma , de todos modos moriras, elegiste el clan equivocado-habló una voz profunda y intelectual.

Acaso , ¿había otros clanes?, pero no tenía tiempo de pensar en eso.

Lo siento, tienes una mirada con futuro, pero debes morir-susurró.

NOTA DE AUTOR: PUBLICARE EL MARTES, MUCHISIMAS GRACIAS POR LEER.