Parte IV

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Para ti, que siendo un renacuajo querías y cuidabas de los caracolitos tanto como lo hacía Taehyung aquí

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Para ti, que siendo un renacuajo querías y cuidabas de los caracolitos tanto como lo hacía Taehyung aquí. Te quiero.

No iba negarlo, a muy corta edad, Jungkook aprendió a subestimar a los demás

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No iba negarlo, a muy corta edad, Jungkook aprendió a subestimar a los demás.

En ese entonces, para él, las personas no sólo se clasificaban en buenas y malas, también en exitosas y mediocres. Él buscaba estar siempre en el primer grupo en ambas listas, no tanto porque así lo quisiera, sino porque sentía que era lo que debía hacer.

No solía compartir mucho con sus compañeros, pensaba que podrían ser mala influencia y obstaculizar su camino hacia la excelencia, por lo mismo, no tenía un grupo al cual pertenecer y mucho menos algún amigo.

De hecho, la primera vez que Jeon Jungkook intercambió más que un simple saludo con alguien de su clase, fue con Park Jimin y no había sido por iniciativa propia, mucho menos del mayor; fue por la maestra de Historia y su estúpido trabajo.

—No olviden escribir en la plataforma estudiantil las parejas —indica guardando sus pertenencias en el maletín, hace unos segundos había sonado el timbre de cambio de hora—. Con nombre completo y código, por favor.

— ¿Sólo uno del grupo? —pregunta una de las chicas sentada en los primeros asientos, a dos puestos hacia la izquierda de donde estaba el pequeño de cabellos largos.

Porque sí, para esa época, Jungkook había decidido dejar crecer su cabello más de lo que sus padres consideraban "normal" para un chico. Ellos habían insistido en cortárselo, sin embargo, dejaron de molestarlo cuando, tiempo después, se inscribió en taekwondo, un pasatiempo que le entretenía en demasía, a pesar de nunca poder presumirlo más que en la sala de entrenamiento.

—Eh... —la mujer está un tanto distraída, se tarda en responder—, sí. Sólo uno de los dos —repite, asiente hacia la joven—. Gracias, Yeoreum-ssi.

El pelilargo suspira en su lugar, guardando su cuaderno a la par que sus compañeros, tardándose más de lo normal en tomar su merienda para ganar tiempo, necesita hablar con la maestra Ma.

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