Eutanasia |𝘔𝘪𝘯𝘴𝘶𝘯𝘨 |

Cap 3

Por primera y única vez en un largo tiempo, Minho
se permitió divertirse un poco en la compañía de
sus amigos. Logró sentirse un poco feliz, ¿Hace
cuánto tiempo se había reprimido el sonreír
sinceramente? Las pocas veces que lo hacía; era
cuando recordaba a Jisung a su lado, sonriendo
feliz.

Su mirada se detuvo en Jisung y su sonrisa
inmediatamente se borró. ¿Por qué estaba riendo?
¿Por qué estaba siendo feliz sin él?

—Estoy seguro de que él quiere saber que eres feliz—masculló Chris, como si pudiese leer sus
pensamientos.

A los ojos de Minho, ninguno de ellos podía compréndelo por más que lo intentasen, estaba cansado de que la gente fingiese entender la situación. Estaba cansado de escuchar los típicos:
"Te entiendo". No eran ellos quienes tenían que ver
a la persona que más amaban en el mundo
postrado en una cama, conectado a una maquina
que lo mantenía con vida; no eran ellos quienes
sufrían por no tener a Jisung a su lado.
Simplemente no podían imaginar su dolor.

Su rostro se mantuvo sin expresión alguna, nadie
era mejor que Minho para fingir indiferencia.

—Tal vez—contestó segundos después—Pero soy
yo quien no quiere ser feliz sin él.

El silencio inundó la habitación.

Entonces, la mente de Minho viajó y se vio
invadido de recuerdos..... Antes de conocer a
Jisung, no toleraba a las personas ruidosas, no
quería estar ni un poco cerca de aquel pequeño
peliazul que, para esos entonces, aún no lo
superaba en estatura. ¿Cómo fue que se enamoró
de Jisung?

Se conocían ya hace algunos meses... Jisung no
dejaba de molestarlo cada vez que encontraba la
ocasión, normalmente era él quien se acercaba a
Minho; pero aquella vez no fue así. Ese día había
llegado Hyunjin a sus vidas y sería el nuevo
compañero de Jisung.

Minho, instintivamente, buscó a Jisung con la
mirada. Se había acostumbrado a verlo esperarle
con una bella sonrisa en el rostro, pero él no se
encontraba ahí. "¿Dónde se habrá metido ese
mocoso?" Pensó Minho.

Y entonces lo vio, caminando al lado de un chico
que aún no conocía; riendo y charlando como si
fuesen conocidos de toda la vida. Su corazón se
contrajo, y por alguna extraña razón, se sentía
herido y traicionado.

Fue ahí cuando Minho se negó a verlo con
alquien más.

Normalmente, a Minho le gustaba observar a
Jisung en completo silencio, pues sentía que era
la única manera en la que él, de cierta forma, podía
escucharlo. Sin embargo, ésta vez el silencio
comenzaba a desesperarlo.

—Podríamos viajar—propuso Seungmin, intentando
animar el incómodo ambiente que se había
formado—Ya saben, despejarnos un poco.

—Oh, es buena idea—asintió Hyunjin, aunque no
estaba del todo de acuerdo. Después de todo,
Jisung había y seguiría siendo su mejor amigo.

Minho frunció el ceño. ¿Estaba escuchando bien?
¿Querían ir de viaje para olvidar la muerte de
Jisung? ¿Querían llevarlo a él para
"despejarse"?

—¿Qué?—preguntó Yoongi, incrédulo—¿Qué...?

Jeongin, quien estaba ya un poco cansado de ver a su
hyung favorito sufrir, murmuró:

—Hyung, Hannie mañana no estará aquí.

La furiosa mirada de Minho se dirigió hasta Jeongin, quien pocos segundos después se percató de lo
estúpido que había sido decir aquello. Estaba claro
que eso él ya lo sabía.

—Hyung—susurró arrepentido—Yo...

—Largo—dijo Minho sin ninguna pizca de
compasión—Quiero que todos ustedes salgan de
aquí ahora.

—Piensa lo que estás diciendo, Min—murmuro
Chris, casi sonando como una suplica—Nosotros sólo queremos ayudarte en esta situación.

¿Ayudarle?

Aquella estúpida (a los oídos de Minho) oración,
fue la gota que derramó el vaso. No necesitaba a
nadie más que no fuese Jisung, la única persona
que podía salvarlo de la miseria, era el mismo chico
que estaba apunto de morir, llevándose consigo a
Minho.
—¡Me importa una jodida mierda lo que estén
intentando hacer!—gritó exasperado, levantándose
del frio suelo—¡Dejen de pretender que
comprenden lo que está sucediendo, no entienden
una mierda de lo que estoy sintiendo!

Sus seis amigos, aún en shock, sólo se dedicaron a
mirarlo mientras recorría el lugar a largas
zancadas.

—¿Saben cómo me siento al verlo ahí todos los
malditos días?— se detuvo un momento, esperando
una respuesta. La cual, por supuesto, no obtuvo—No, no lo saben. ¿Tienen una maldita idea de lo que
es extrañarlo cada segundo del día? Por supuesto
que no la tienen porque ninguno de ustedes lo ama
como lo hago yo.

—Minho.

—Sólo dejen de fingir que lo entienden...—su voz se
rompió. Las lagrimas se acumularon en sus
pequeños ojos—Sólo quiero estar solo..

Felix negó rápidamente, levantándose para
caminar hacia Minho y refugiarlo en sus brazos.

—Sabes que no es lo que quieres—murmuró.

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