Cap 5 |Final|

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Los primeros días fueron los más desastrosos de
todos, Minho no recordaba haber sentido tanto
dolor en su vida, ni siquiera podía describir su
sufrimiento, era como quedarse vacío, perderlo
todo..... Era como, simplemente, morir en vida. No
salía de su departamento, ni siquiera se aseaba o
comía, en su pequeño y desmoronado mundo no
existía mejor salvación que Jisung, ¿Y dónde
estaba él...? Muerto.

Pasaron los meses, pero él seguía deseando
desaparecer. Y si aún no lo había hecho, en gran
parte se debía a sus amigos, que estaban
constantemente cuidando de él. Estaba un poco
cansado de escuchar los "Por favor, Minho, no
hagas ninguna tontería" de Chan, o los "¿Cómo te
sientes?" de todos el mundo.

—Estoy bien, chicos.

Decía cada mañana, para así tranquilizar a sus
amigos. Sin embargo, cuando llegaba la noche, no
había rastro del Minho que comenzaba a superar la
ausencia de Jisung, era todo lo contrario...
Podía revivir aquel momento, torturándose.
Únicamente así, porque ya no podía llorar, y eso
era peor que hacerlo.

Solía recorrer la ciudad pensando en Jisung,
repitiendo una y otra vez la mierda que era su vida
sin tenerlo, preguntándose qué había hecho mal.
Hasta que, inconscientemente, se veía a sí mismo
frente al hospital donde su novio perdió la vida,
terminando por -prácticamente- correr hasta su
departamento con lágrimas en sus pequeños ojos,
lágrimas que al llegar a casa... Simplemente no
podían salir.

Llegó un punto en su vida en el que realmente lo
aceptó, aunque su amor por Jisung seguía ahí,
intacto e igual de inmenso, sus extrañas manías
parecían haber desaparecido completamente. Sin
embargo, Lee Minho jamás había vuelto a ser el
mismo desde entonces. Eran pocas las veces en las
que se le veía con alguien más que no fuese su
pequeño círculo de amigos, no estaba interesado en
forjar alguna relación amorosa, ni si quiera
amistosa.

Las ingenuas chicas y los pobres chicos que habían
depositado falsas esperanzas en tener al pálido,
sólo terminaban con el corazón hecho pedazos;
Minho se encargaba perfectamente de tomar su
corazón y echarlo a la basura sin culpa alguna.
Después de todo, no era su culpa que se
enamorasen de la falsa idea que tenían de él.

—Nunca podré amarte como a Jisung, ni
aunque así lo quisiera. ¿Ahora podrías, por favor,
dejarme en paz? No me interesas.

Era la típica frase que utilizaba para ahuyentar el
amor.

Y justo ahora se encontraba ahí, sentando frente a
la lápida del amor de su vida, hablando como si
éste pudiese escucharle. Sabía que, efectivamente,
él no lo hacía. Pero había descubierto hace algunos
años que esto era mejor que nada.

—Los chicos te extrañan, cariño— Murmuró,
soltando un largo suspiro. —Los chicos..... Pero yo te
extraño muchísimo más, ¿Lo sabes, verdad? Sí, lo
sabes.— Se contestó a sí mismo, era algo que solía
hacer para no sentirse completamente ignorado
Acarició suavemente la fría piedra en donde, a
varios metros bajo tierra, se encontraban los restos
de Jisung.—Cada vez falta menos para vernos.
No sabes las enormes ganas que tengo de
abrazarte, de verte, Jisunggie, ni siquiera podrías
imaginarlo......—Guardó silencio por unos minutos;
normalmente, cuando iba a visitarlo, le contaba un
par de anécdotas que había vivido obligado por sus
locos amigos, y ese día no era la excepción, tenía un
par de cosas que contar

—No me vas a creer esto, pero Felix y Hyunjin se van a casar, es una linda noticia, ¿No?—La nostalgia lo invadió repentinamente, él tenía todos aquellos planes con su difunto amor. Él había deseado casarse con Jisung, tener fastidiosos niños brincando de un lado a otro y vivir por siempre a su lado. Tragó pesado, intentando deshacerse del inmenso nudo que tenía en la garganta.—¿Sabes... Sabes qué es lo más jodido de todo esto, cariño? Que nunca podremos cumplirlo, lo siento tanto.....—El silencio invadió todo, ni siquiera se lograba escuchar el sonido de los árboles, los cuales eran la única
compañía en su soledad. Una suave brisa acarició
su rostro, haciéndolo sonreír levemente, pues le
gustaba creer que era él. Te amo y siempre te
amaré, Han.

Dicho aquello, se levantó con algo de dificultad del
pasto, no sin antes acariciar por última vez la
colorida lápida de su ex novio, dándose media
vuelta con las manos en los bolsillos.

Sí, su vida podía ser una jodida mierda, pero sentía
que venía algo mejor.



|EUTANASIA|
ADAPTACIÓN 2022
@majxry

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