Secretos

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Sally pov's

El aire húmedo en mi rostro y la adrenalina del momento hacían que no pensará en nada más que en lo bien que se sentía estar ahí, y lo segura que estaba con el a mi lado.

No era gran cosa eramos solo un par de adolescentes en una bicicleta vieja mientras el chico manejaba a toda velocidad y la chica se recargaba en su hombro, pero se que esto es digno de una buena película.

Llegamos a mi casa y Robin me ayudó a bajarme de su bicicleta.

En ese momento no se que pensaba pero...

-Gracias Arrellano.

-No es nada Williams.

-Sabes es una noche muy bonita y yo tengo una azotea donde las estrellas lucen estupendas.

[...]

Y aquí estábamos mirando las estrellas, sin decir nada sin pelear, solo siendo libres.

Sintiéndonos infinitos.

-Fue una noche agradable, Incluso llegué a olvidar que nos odiamos por unos minutos.
Soltó el de repente.

-Ni siquiera entiendo porque me odias, nunca te hablo o te molesto, ¿Cuál es el jodido motivo?

Pregunté volteando a verlo, díganme estúpida pero en serio creí que estábamos teniendo un momento agradable, ¿Por qué lo arruinó de repente?

-Escondes cosas, secretos, odio a la gente deshonesta.

¿Qué mierda?

-Todos escondemos cosas Arrellano, admite que te molesta no saber lo mío.

Dije mirándolo con una coqueta sonrisa, sabía que estábamos discutiendo pero yo era demasiado testaruda.

-No es solo eso Williams, nadie sabe nada sobre ti, estás en todas partes y al mismo tiempo no estás en ningún lugar, todos son tus amigos pero tú no eres amiga de nadie.

-Eso no es cierto, estoy justo aquí y tú y yo no somos amigos.

En el fondo sabía que todo lo que decía era verdad pero no me pareció justo como lo dijo.

-Gracias por invitarme a pasar ahora me tengo que ir Williams.

Dijo un poco molesto.

-Gracias por traerme a casa Arrellano..

-Si claro.

Dijo y se fue molesto del lugar, el comenzó todo no, y aún así me sentía extrañamente triste de que se hubiera ido.

Siempre me quedaba sola en casa y su compañía había sido espléndida me dolió que la hubiéramos arruinado con nuestras peleas de niños de 6 años.

Esa noche me di cuenta que Robin Arrellano era mucho más que el idiota que me molestaba.

[...]

-¿Entonces solo se fue?
Pregunto Charlie, claro que le iba a contar todo, es mi mejor amigo.

-Si, pero debiste verlo, el estaba molesto o decepcionado no sé cómo explicarlo.
Dije con impotencia.

-Deberias hablarle.

-¿Si?

-¡SI!

[...]

Estábamos en clase de química por suerte está clase me tocaba con él.

-Hol-

Me interrumpió y le dijo a la profesora.

-¿Señorita Cring puedo ir al baño?

La profesora solo asíntio con la cabeza y el salió rápidamente del salón.

Intenté hablarle durante todo el transcurso del día, pero el solo me ignoraba.

Pasaron dos semanas y el seguía ignorandome ya no se me acercaba ni para molestarme y en el fondo, yo lo extrañaba mucho carajo.

Bad Habit | Robin ArrellanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora