Ignorar

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Robin pov's

Han pasado dos semanas y aún no puedo ni siquiera mirarla.

Odiaba tanto la idea de que ella y yo nunca podríamos ser nada, así que mejor tengo que obligarme a dejar de amarla.

Es lo mejor.

Me repetía una y otra vez cada que tenía impulsos de hablarle, pero si era lo mejor ¿Por qué me dolía tanto?

Esa mañana no quería levantarme de la cama, ¿Por qué no podía sacarla de mi mente si ya la saqué de mi vida?

Me levanté, y me duche, cepille mis dientes y me vestí.

Baje a desayunar, panqueques, su desayuno favorito, lo sé porque ella misma me lo dijo en una pelea, ni siquiera recuerdo cómo salió el tema.

Pero todo me recordaba a ella.

Llegué a la escuela tratando a toda costa de no toparme con ella.

Tenía que entrar al baño antes de cualquier cosa.

-Arrellano~

Escuche un susurro en la ¿Sala del conserje? Tal vez solo lo imaginé.

De repente algo me jalo hacía el pequeño cuartito y me taparon la boca antes de que pudiese gritar.

Trataba de safarme del agarre de la persona pero está dijo.

-Arrellano cálmate soy yo, Sally.

Quitó su mano de mis labios y me miró con una sonrisa cálida, como todas las de ella.

-¿Qué carajos creés que haces?

-Hago que dejes de ignorarme, de repente ni siquiera existo para ti imbécil, creí que las cosas habían mejorado desde aquella noche.

Dijo mirándome un poco triste.

-Pues deberías de dejar de créer estupideces.

Ella solo hizo cara de ofendida, quería abrir la puerta pero ella alejo mi mano y se puso en frente mío, demasiado cerca, demasiada tensión y demasiados sentimientos.

-Sobre mi cadáver.

Me acerque aún más a ella nuestros labios estaban rozándose y ella seguía firme y testaruda, como siempre.

-Quitate Williams.

-Quitame Arrellano.

Respondió con firmeza, sabiendo que jamás sería capaz de tocarle un solo pelo.

Y entonces paso, la tomé con delicadeza y la cargue como costal de papas, sacándonos a ambos del lugar, ya todos estaban en clases por lo cuál si entrabamos nos verían raro o hasta nos regalarían, ella se quejaba mientras trataba de golpearme pero no servía de nada.

Y por más que lo intentará no podía separarme de ella...

La baje cuando estábamos en el patio de fútbol y ella comenzó a reclamarme.

-¡Imbecil! Tengo que ir a clases Arrellano.

-Uyy, perdón por arruinar tu asistencia perfecta, pero ya no te van a abrir la puerta del salón al menos no de la primera clase.

Dije mirándola.

-Si me voy a quedar aquí contigo hasta que termine la primera clase al menos dime ¿Por qué me ignoras?

-¡Porque eras tan! Tan... Tan tu, joder.

-¿Qué?

No respondí solo la abrace con todas mis fuerzas, no quería separarme nunca de ella, ella era lo único que yo en serio quería conmigo para siempre.

Ella solo se quedó en shock y después de unos minutos correspondió mi abrazo, acariciándome el cabello.

-Te extrañe mucho Arrellano.

Dijo, inunde mis fosas nasales con el exquisito olor de su perfume, ella nunca lo sabría pero adoraba su cabello desde la primera vez que lo ví, tan rizado, tan brillante, tan hermoso.

Bad Habit | Robin ArrellanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora