El Heredero De Las Últimas Voluntades

~Catorce~

~~~|⚕️⚕️⚕️⚕️|~~~

Después de dejar a los héroes en aquella sala el fue en dirección de su hogar, dónde dejo sus cosas, sus hermanos estaban en kyushu realizando practicas que durarian un mes, asi que no se preocupaba demasiado por ellos, sabian cuidarse y podian llamarle en caso de necesitar ayuda, tomo algo de dinero de su cartera y fue al centro comercial, dónde compro dos pequeños arreglos florales, de forma calmada fue en dirección de la montaña donde estaba su familia

Una vez frente a la tumba de los Midoriya, el hizo una pequeña reverencia, para después sentarse en sus propios pies colocó ambos arreglos en las tumbas, con un pequeño trapo limpio las placas de ambos adultos, con una sonrisa realizó una pequeña oración, después de algún tiempo el se retiró, no sin antes realizar una reverencia de despedida

Llegó después de algunas horas a su hogar, dónde realizó sus tareas domésticas puesto que los mayores decidieron dejar todo tirado, después se enfoco en sus deberes escolares, cuando terminó aquello eran cerca de las ocho de la tarde, justo dos horas antes de ir a dormir, cuando recogió sus cosas fue por sus libros de medicina, estaba decidido a terminar los niveles en ninjutsu medico, al haber terminado algunos libros decidió ir a las cartas de sus senseis, recordaba que tenían elementos valiosos segun las explicaciones, pero no recordaba muy bien

Fue primero por la de senju-sensei

Hola futuro gaki

Sinceramente en todo esto soy terrible, me siento como cuando entregué por primera vez un reporte al Hokage, pero a la vez me siento nostálgica

Ahora tengo 100 años de edad, aunque me sigo viendo cómo una mujer de 50 años, gracias al byakugo es que me sigo viendo joven, pero tengo el alma y carisma de una anciana, me recuerda a cuando mi abuela mito me platicaba sobre sus historias, en fin, no escribí esta carta para narrar sobre mi vida, primero que nada me presentaré y te explicaré lo mejor que pueda lo que yo considere correcto para tu futuro

Soy Senju Tsunade, nieta del primer Hokage, sobrina del segundo, nieta de la primer uzumaki en la aldea, fui parte del equipo número siete, viví en una época de muchas guerras, de las cuales nacieron los primeros Sannin legendarios, hicimos leyenda, años más tarde me convertí en la quinta hokage, pero como todos, manche mis manos tanto de sangre inocente como la que no, perdí a seres queridos por culpa de la guerra y es sobre eso que te contaré

En una guerra, siempre encontrarás dos lados de la moneda, cada uno te dará sus razones para que estés de su lado, no hay ni bueno ni malo, solo gente que se deja guiar o que guía, morirá gente, muchas veces personas que son allegadas a ti, por lo que debes ser firme y mantenerte enfocado(a), no te doblegues por nadie, solo tú puedes decidir que hacer con tu persona, encontrarás personas que te manipularan para que estés de su lado, es por eso que te enseñaré un pequeño truco que el clan yamanaka me enseñó en su momento

Medita durante algunas horas, despejaras tu mente y comenzarás a crear un pequeño escudo invisible con tu mismo chakra, imagina este rodeando tu mente, que la proteja, has esto diariamente y tiempo después no sentirás cuando lo hagas, porque eso será a voluntad, es un mecanismo automático, esto te ayudará a poder repeler más fácil un genjutsu, es algo que se le enseña a los hijos del clan yamanaka cuando cumplen sus cuatro años de edad, para que de grandes puedan tener claras sus ideas y den mejores resultados en la batalla

Cómo te sigo diciendo, en este mundo mientras exista el poder, existirá el negro y blanco, aquellos que deseen poseer este poder y quienes lo quieran defender, pero tú eres un ninja, tu misión siempre será el prevalecer, tus conocimientos mantenlos para ti, no dejes que nadie los vea, en un determinado momento tendrás que matar, porque es lo que todo ninja hace, así que no debes asustarte por pensar en esas cosas, no eres un héroe, eres un shinobi cómo cualquiera de mis alumnas o mi aldea, mantén la voluntad de fuego, pero no olvides tus inicios, el quien eres