El Heredero De Las Últimas Voluntades

~Dos~

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En las afueras de un gran bosque, ocho figuras majestuosas que fácilmente podrían competir contra un rascacielos, todas formaban un circulo, donde otras ocho figuritas de tamaño bolsillo relataban sobre aquel extraño niño y el como era su vida, describieron a sus yo originales sus ojos, que estos eran de un tono pálido, pero que tenía un parecido extraño con la hija menor de cierto rubio, era pequeño y casi no se notaba, pero ahí estaba, mediante recuerdos les enseñaban como se desarrollaba con aquellos ancianos

—entonces, cual es el plan?— pregunto el mapache de ojos negros a sus acompañantes

Despues de ver y escuchar sobre el mocoso supo enseguida que el era el indicado, su padre había dicho que sentirían algo especial, no supieron a qué se refería en ese momento, tampoco le tomaron importancia, durante décadas ninguno sintió nada, lo que les llevo a cuestionarse si su creador solo estaba delirando, pero después de un tiempo, sintieron un llamado, justo después de que aquel mocoso naciera, no fue hasta que sus pequeños yo comenzaron a rondar alrededor del arbusto que supieron que su padre no deliraba, habían sentido aquella conexión con el niño, supusieron que era porque era una reencarnación a antiguas leyendas con las que ellos convivieron día a día

–ese niño es demasiado listo para su propio bien, si interferimos se dará cuenta enseguida que algo anda mal– una criatura blanca fue la que tomo la palabra —lo han visto, si solo llegamos como si nada lo alertara—

Todos tuvieron que darle la razon, odiaban con su alma que sea de aquella manera, ya que hace años no volvian a tener problemas con alguien parecido, los dos primeros que los hicieron pensar de verdad, con los años de experiencia que adquirieron fueron dos mocosos de un clan, que para rematar y dar en su orgullo, ellos nunca se esforzaron, simplemente era algo natural para ellos

–no podemos inducir al mocoso a un genjutsu?– pregunto con cansancio otra criatura color café, no queriendo lidiar con aquel problema

—no podemos—

Los otros siete negaron a su hermano, ya que ahí habia otro dilema, ese niño es una reencarnación de no solo una persona, si no que de tres, lo que lleva a la ultima persona que les dio problemas, ella fue una persona que se especializo en cosas como las que querian hacerle y aunque aun no desarrollaba sus habilidades completamente, estaban seguros que el se daria cuenta

—tendra toda la inteligencia que quieran, pero se les olvida un detalle— una bestia con figura de mono se acerco a todos —sigue siendo un niño, la curiosidad esta en el, cualquier cosa que llame su atención hara que su razonamiento se vaya, solo necesitamos crear esa curiosidad y el niño caerá, por lo menos en esta edad, si fuera mas grande quizas seria mas dificil, asi que lo mejor es atraerlo cuando aun podemos—

Con ese razonamiento todos tuvieron que darle la razon, asi que decidieron hacer que el pequeño tuviera la iniciativa, de ahi en mas izuku debera recorrer su camino el solo, ellos solo tenian la mision de guiar al que seria el nuevo portador de aquellas habilidades, despues de aquello ellos podran finalmente fucionarse con la naturaleza y descansar en paz, como hace milenios no lo hacen, era un último favor para finalmente poder reunirse con su hermano mayor

Claro que sus yo miniatura no quisieron hacerlo, lo que los lleva a tener que dejarles una pequeña porcion de su poder, solo para que sus pequeños yo pudieran seguir viendo crecer al que llamo su atencion, y solo podrian desaparecer cuando estas quisieran, pero ellos ya no estarían para darles mas chakra, asi que si por solo un momento la drenaban, nada podrian hacer

Por lo que esperaron un tiempo hasta que por fin encontraron una brecha en los sueños del mocoso, comenzando a filtrar pequeños recuerdos borrosos de aquellas antiguas leyendas, asi que cuando el pequeño izuku se levantaba la curiosidad comenzó a embargarlo