Dia Uno - AU Fav - Mafia

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El Hijo del Líder de la Mafia.

Inspirado en el Manhwa: Tienda de Conveniencia Peligrosa.


Saben que es lo que más odio en esta vida ... los gánsteres. Si me preguntan el porqué, eso es muy simple pues gracias a ellos viví engañado por muchos años, bebiendo y vendiendo café mezclado con metanfetamina. Estas personas habían amenazado a mis padres para que lo hicieran y así poder distribuir su mercancía, no entiendo porque deben meterse con personas inocentes, el Tweek Bros Coffe lo era todo para mí, pero aquella mafia que gobernaba en South Park me lo arrebato.

Cuando lo supe enfrente a mis padres, les pedí que se detuvieran y fuéramos a la policía a denunciarlos, pero mi padre lo único que hizo fue defenderlos, su excusa era que una vez que agregaron aquella droga al café sus ventas incrementaron, eso era verdad y bueno para el negocio, pero ... a que costo. Después de esto y sabiendo que no dejarían de vender café adulterado es que decidí mudarme y abandonarlos. No contaba con mucho dinero, por lo que no pude ir muy lejos y solo pude mudarme a Middle Park.

Creí que en este lugar mi vida mejoraría, por lo que al llegar busque trabajo en una cafetería que se encontraba cerca de la zona de antros y bares de aquella ciudad, me sentía un poco raro al tener que venir por estos lugares, pero al ser la única cafetería aquí, no me quedaba otra opción. Me contrataron inmediatamente, mencionando que debía de tratar muy bien a los clientes y sobre todo no debía meterme en problemas con las personas que visitaran a la cafetería, me pareció un poco raro que sus indicaciones fueran estas y no algo referente a cómo manejar el negocio. Lo único malo de este trabajo era que, si quería que me pagaran, debía aguantar en este lugar un mes.

Mi primera semana de trabajo comenzó y con esta pude entender porque mi jefe me pedía ser bueno con los clientes, pues todos estos tenían una apariencia un poco aterradora, mi cuerpo pequeño no podría hacer nada frente a estos sujetos de más de 1.80. Le cuestione a mi jefe sobre estas personas, pues casi todas compartían el mismo aspecto, pero el escuchar su respuesta me quede helado, pero sobre todo molesto ... todos eran gánsteres.

Así es, pensé que al salir de South Park podría alejarme de esas personas, pero no, todo lo contrario, había venido a parar cerca de su centro de entretenimiento. No podía renunciar, necesitaba que me pagaran y a decir verdad después de que me contara eso el jefe, entendí por qué la paga en este trabajo era tan buena y sobre todo porque solo te pagaban al terminar el mes. Antes cuando veía a todas estas personas, solo me parecían semejantes entre sí, pero ahora que se a lo que se dedican, no puedo evitar sentirme nervioso cada vez que veo a alguien aterrador entrar por aquella puerta.


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Un día llego a mi trabajo un sujeto un tanto gordo y molesto al lugar, ordeno una malteada de chocolate junto a una rebanada de pastel del mismo sabor junto a otros bocadillos, el tiempo paso y una vez que termino su merienda se acercó a la caja para poder cobrarle, al escuchar el costo de su cuenta se molestó muchísimo, comenzando a gritar. Les juro que en ese momento pensé lo peor, si todos pertenecen a la mafia de este lugar, posiblemente podría tener un arma con él y matarme en ese momento, un gran sentimiento de terror comenzó a apoderarse de mi cuerpo.

Aquel sujeto gritaba y manoteaba demasiado, de vez en cuando golpeaba el mostrador y agradecía que no fuera mi cara, tenía tanto miedo que mi cuerpo comenzó a temblar cuando de repente escuche aquella voz.

-Muévete- fue lo único que menciono, y de un solo golpe derribo a aquel sujeto. La impresión de ver a un chico como el derribar a alguien de aquel tamaño hizo que me quedara inmóvil.

Creek WeekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora