Creek Week

Dia Siete - Dinamica Libre - Omegaverse

FIC inspirado en el mundo de Unromantic ... donde los Omega domina el mundo y no los alfas.

Mi nombre es Tweek Tweak, soy perteneciente a una familia de razas Dominantes, mi padre un Alfa muy reconocido en todo el país, a pesar de su estatus como alfa, pero esto mismo le permitió casarse con Helen, una omega muy famosa y cotizada de gran estatus y poder. De esta unión de dominantes nací yo y desde mi nacimiento mis padres planearon todo lo que ocurriría en mi vida.
Desde a qué escuelas asistiré, que idiomas aprendería, qué instrumentos tocaría y claro ... con qué pareja me casaría. Siendo un Omega Dominante todos se arrodillan ante mi, no hay alfa en este mundo que no quiera acercarse a mi y dejar sus apestosas feromonas en mi cuerpo, pero ninguno es lo suficientemente digno para ser mi acompañante.
Un buen día decidí visitar una de las cafeterías de mi madre, quería despejar un poco mi mente de todas las responsabilidades que mis hombros cargaban. Al llegar la atmósfera era bastante agradable, eran tan lujoso y distinguido que entendí el porque decían que la experiencia de visitar una de nuestras franquicias era única.
Al llegar me senté en una de las mesas, como era de esperarse los betas que aquí trabajaban me atendieron como rey, estaba leyendo tranquilamente un libro que me habían recomendado, cuando una persona se acercó a mi.
-Ho ... hola, mi nombre es Craig Tucker y bueno ... quería decirte que eres muy lindo- mencionó bastante nervioso, su cuerpo temblaba un poco mientras apretaba fuertemente su sudadera. Debo admitir que me parecía bastante lindo y agradable, hasta que sentí sus feromonas.
-Que mierda haces liberando tus feromonas- grité alertando a los trabajadores de ahí, mismos que alejaron a aquel alfa de mi.
A pesar del momento tan desagradable que viví, sus feromonas eran diferentes a las del resto, no me habían provocado asco por el contrario. Su aroma eran tan delicioso, una mezcla de café con ligeros toques de chocolate haciendo que su aroma sea una mezcla entre amargo y dulce, pero definitivamente delicioso al olerse.
Los días pasaron y no dejaba de pensar en aquel chico y su aroma, parecía como si me hubiera hechizado por completo a tal grado de no poder sacarlo de mi cabeza. La imagen de su rostro con las mejillas rojas y esa mirada tan tierna mirándome, no dejaba de rondar mi cabeza, como es que un alfa tan inferior causó esto en mi.
Después de unas semanas al no poder eliminar esta sensación extraña en mi, volvi a aquella cafetería, necesitaba verlo de nuevo y verificar si solo me cautivo por la forma tan apenada que se acercó a mi o si ... si había algo más.
-Hola Wendy, como va todo- le cuestione a la chica en la barra.
-oh vaya Tweek, qué gusto verte de nuevo ... por cierto me alegra que estés aquí, adivina- mencionó algo emocionada.
-Que adivine ... jaja dime qué ocurre Wendy, por que tan emocionada- respondi algo intrigado.
-Recuerdas al chico que se acercó a ti aquel día, pues ha estado viniendo todos los días y siempre pregunta por ti ... espera pacientemente el poder verte, acaso no es lindo-.
Al escuchar sus palabras mi corazón comenzó a latir descontroladamente , era una sensación que jamás había experimentado, me sentía emocionado de saber que estaba interesado en mi, pero sin importar lo feliz que era no podía demostrárselo a los demás.
-Oh aquí viene- exclamo emocionada para después marcharse, dejándome solo en aquella barra.
Mi corazón latía a mil/hora, mis manos comenzaban a sudar, pequeños tics aparecían haciendo estremecer mi cuerpo. Me sentía tan nervioso y eso me molestaba de alguna manera, porque debía estarlo, es otro alfa más que seguramente pateare como al resto, no tengo porque estar nervioso. Eso pensaba y por más que me lo repetía, no podía calmar mi cuerpo.
-Hola- mencionó sentándose a mi lado.
-Hola, Craig cierto- Lo mire y este solo miraba su taza con chocolate, su rostro se miraba algo triste. -Que te ocurre- le cuestione.
-Estoy algo apenado contigo, lamento haber liberado mis feromonas aquel día, no creí que fueran tan desagradables ... es solo que ... bueno me gustaste mucho-.
-Si fue bastante desagradable- respondi mirando como su rostro se entristecía aún más, mirar esa expresión solo me insitaba a querer molestarlo aún más. -Pero tranquilo, no ha sido el aroma más desagradable que he tenido que oler- concluí sonriendo un poco.
Craig volteó a mirarme y su rostro se miraba tan sonriente y deslumbrante, irradiaba una alegría tan cegadora y tan linda solo por aquellas simples palabras, si que este alfa es un tonto.
-Por cierto, podrías darme tu nombre- mencionó.
-Mi nombre es Tweek, un gusto en conocerte, tú preguntaste algo es justo que yo también haga una pregunta no crees- respondi recargando uno de mis brazos en la barra mirándolo fijamente.
-Claro, pregunta lo que quieras-
-Que tipo de alfa eres- una pregunta aparentemente inofensiva, pero para mí era muy importante.
Mis padres arreglaron un matrimonio para mi una vez que termine la universidad. Es un alfa dominante perteneciente a una de las familias de un alto linaje, dueños de varios negocios de zapaterías, por lo que mi madre lo escogió para ser mi compañero. Quizá si este alfa fuera dominante, tenga una oportunidad conmigo.
-Pues soy un alfa como todos, ni recesivo ni dominante, solo un simple alfa- al escuchar esto mi corazón se entristeció.
Debo admitir que Craig me gusta, jamás me había sentido tan atraído por alguien como él, pero sin importar mis sentimientos es seguro que mis padres no aprobarían esto. Mi madre tiene grandes expectativas para mi, no quiero decepcionarla al enamorarme de un alfa común, pero tampoco quiero perder esta sensación que siento al estar con él.
-Yo ... yo debo irme Craig- mi mente esta luchando con mi corazón. En mi mente solo encontraba mil y un razones del porque esto está mal, pero en mi corazón solo encontraba la valentía para aferrarme a él.
Me levante rápidamente y camine hacia la puerta cuando sentí que alguien me tomaba del brazo.
-Ten, es mi numero ... estaré esperando tu llamada- fueron sus últimas palabras. Tome aquel papel y lo guarde en mi abrigo.
Los días pasaron y mi madre me llevo a conocer aquel alfa con el que debía casarme. Llegamos a una gran mansión y después de saludar a los que serían mis futuros suegros, me llevaron a un salón donde estaría mi "prometido". Una vez que entre la puerta fue cerrada, me sentía un poco asustado, pero saber que mis padres se encuentran fuera pude calmarme un poco.
En aquel lugar había una pequeña sala y un comedor pequeño con comida servida, estaba decorado con algunas pinturas y en medio de la pared del fondo, una gran chimenea irradiaba un calor tan cálido. Miraba asombrado aquel lugar, cuando comencé a percibir el aroma de aquel alfa, era un aroma tan desagradable que algunas arcadas salieron de mi boca.
-Que ocurre, no me digas que ya estás embarazado- escuche a aquel alfa mencionar de forma burlona.
-No digas tonterías Clyde- ese era su nombre. -Es solo que tus feromonas, son bastante desagradables-. Al escuchar mis palabras coloco una expresión de tristeza, pero sinceramente no me importaba.
-Pues deberás acostumbrarte a ellas, seremos esposos en el futuro así que no tienes opción-. Que no tengo opción, como puedo estar atado a un alfa inferior a mi, porque los omegas debemos sucumbir a tipos como este, solo porque se necesitan para procrear, me niego a hacerlo.
-Dices que no tengo opción, acaso no sabes quien soy ... Alfas como tú existen muchos, pero omegas como yo pocos. Así que si decido no casarme contigo ... quien es el que pierde aquí-. Respondi de forma arrogante.
-Tus padres me escogieron a mi, no podrás casarte con nadie más- exclamo bastante molesto tomándome por los hombros, liberando sus feromonas nuevamente.
Esta vez tenían un aroma aún más intenso, ya que en nuestras feromonas se liberan las emociones que estamos teniendo, era claro que estaba demasiado molesto. No pude hacer otra cosa mas que reírme de él y pedirle que disipara sus feromonas, pero este se negaba a hacerlo.
-Desasté de tus feromonas ahora o me vas a conocer- exclamé molesto, estaba arto de esta situación.
Aquel chico seguía en su terquedad, no sé si esperaba que entrara en celo o cual era su objetivo, pero creo que se olvidó de algo muy importante ... soy un Omega Dominante.
-Aléjate de mi, me das asco- mencioné liberando mis feromonas, poco a poco aquel chico iba perdiendo su fuerza, tocaba su cabeza mencionando que se encontraba mareado, su cuerpo comenzó a tambalearse hasta caer sobre uno de los sillones. -Esto es para que recuerdes que los alfas siempre serán inferiores a los omegas-.
Una vez dicho esto la puerta se abrió, mi madre entro bastante alterada preguntando que había ocurrido, ella sabía perfectamente que odiaba liberar mis feromonas, por lo que sin decir nada sabía que algo estaba mal.
-Madre, tengo que hablar con ustedes ... podemos ir a casa-. Después de esto salimos de aquella mansión.
Al llegar a casa los tres nos sentamos en la sala, me sentía tan nervioso, pero después de lo que ocurrió era necesario decirlo.
-Padres, yo sé que se preocupan por mi y sé que el linaje lo es todo para ustedes ... pero existe un alfa ... un alfa común que me gusta demasiado- mencioné apenado. -Se que está mal, pero no pude evitarlo ... Sus feromonas son la fragancia más exquisita que he olido en toda mi vida, mi corazón se acelera cuando lo tengo cerca, no puedo dejar de pensar en su rostro sonriente al verme- continúe con una sonrisa en mis labios. -No espero que lo entiendan, pero como Omega no debería ser mi decisión con que alfa quiero unirme, porque debo atarme a un alfa impuesto eso solo hace que crean que no tengo opción y eso lo vi descubrí hoy ... Se supone que nosotros los Omegas Dominantes estamos encima de todos, por que darle ese privilegio a un Alfa- concluí.
Mis padres solo se miraban entre ellos, un silencio total llenaba aquella habitación, los nervios me comían por dentro, la incertidumbre me mataba. Después de unos cuantos minutos mi madre habló.
-Tweek, sabes porque elegí a tu padre- ante sus palabras solo moví mi cabeza negando saberlo. -Tenia a muchos alfas a mi alrededor, pude escoger al mejor de todos, pero en cambio escogí a tu padre quien en ese entonces era de los alfas más mediocres que me cortejaban- aquello me sorprendió bastante, pues papá era alguien de renombre por lo que no podía imaginarme qué clase de alfas llegaron a pretender a mamá. -Elegí a tu padre porque fue el único que me mostró un amor genuino y solo sus feromonas me gustaban, algo que no se les menciona a ustedes los jóvenes es que las feromonas no solo sirven para incitar el celó o cortejar a otros, sirven para conocer a tu pareja destinada ... si el aroma es asqueroso, el alfa no es tu destinado, pero si el aroma es agradable para tu olfato ... será tu pareja destinada-.
Al escucharla decir esto mi corazón comenzó a saltar de alegria, ahora entendía el porque me enamoré de él sin siquiera saber quién era, entendía porque sus feromonas me encantaban, pero sobre todo el porque quería tanto tenerlo a mi lado.
Mis padres aprobaron que me uniera a un alfa común, los abrace fuertemente en agradecimiento por entenderme, unas cuantas lagrimas de felicidad se deslizaban por mis mejillas, estaba tan feliz de poder unir mi vida al lado de Craig. Después de esto subí a mi habitación rápidamente, busqué por todos lados su número, pero no pude encontrarlo por ningún lado, una gran desesperación se apoderó de mi, ahora que haría para poder verlo, solo me quedaba una opción ... la cafetería.
Al día siguiente llegué desde temprano a aquel lugar pues no sabía en qué momento podría llegar. El tiempo pasó y con cada minuto transcurrido mi ansiedad crecía, cuando por fin aquella puerta se abrió y con esto mi alfa entró por lo que corrí rápidamente hacia el.
-Craig- exclamé abrazándolo liberando mis feromonas.
-Tweek, que aroma tan dulce irradias- al escuchar esto no tenia más dudas, estaba frente a mi pareja destinada.