3.

7 1 0
                                    

-Buenos días Heaton - saludo Leah al llegar a la oficina de médicos.

-Buenos días Miller - respondió el castaño de cabello alborotado -¿Café?.

-Por favor - Leah sonrió y comenzó a preparar una taza de café. - Charlie... - le llamó y su compañero le regresó la mirada. - El chico del accidente - aclaró su garganta - ¿Cómo pasó la noche?.

¿Por qué te improta?

Charlie suspiró - Está delicado, pero todo dentro de los parámetros normales, ¿Lo conoces? - cuestionó.

-No - Leah fue tajante - Solo... - dudo un instante - Recibí a su hermana en urgencias y la chica preguntaba por él, eso es todo.

-Bueno, si te interesa sus padres ya están enterados - Charlie camino hacia la salida - hoy vamos a retirar el ventilador durante las rondas - se giro hacia ella antes de salir - si tanto interés tienes, puedes venir a verlo - rio- perdón, puedes venir y estar presente, aparentemente nuestro paciente causó conmoción no sólo en las enfermeras - alzó las cejas en burla y se fue.

Leah suspiro.

(...)

-No quiero comentarios Heaton - Leah le advirtió mientras se colocaba una bata limpia - es meramente curiosidad.

Su compañero se limitó a reír y a señalar con la cabeza que la siguiera hasta la habitación de Joseph.

El procedimiento era sencillo, había que retirar el tubo que le ayudaba con su oxigenación y esperar a que despertara del coma inducido.

Te vas a meter en problemas.

Leah sacudió su cabeza y presto atención, los medicamentos pararon y el tubo fue retirado, ella se quedó a expensas y cuando los ojos de aquel castaño chico se abrieron, ella suspiro de alivio.

-Bienvenido Joseph - anuncio Charlie y sonrió.

Los ojos caramelo de aquel hombre parpadeaban lento mientras se acostumbraba a la luz y se posaron en Charlie y sin decir nada miró a Leah quien estaba ahí atónita solo mirándolo.

Pareces una adolescente, dile algo. - pensó.

Pero sin poder articular aún alguna palabra el dueño de aquellos ojos caramelo le sonrió ladinamente y sus ojos brillaron.

Charlie aclaró su garganta - Es la doctora Miller - la miró y volvió hacia Joseph - Ella contribuyo a salvar tu vida.

Joseph intentó articular una palabra pero sus guardas vocales aún estaban lastimadas por el tubo endotraqueal que minutos antes estaba en su garganta.

-Tranquilo amigo -Advirtió el doctor Keery detrás de Leah - Tardarás un poco en hablar de nuevo, es un proceso normal - Joseph asintió aún con la mirada puesta en Leah.

Leah sintió un escalofrío recorrer su columna vertebral, como si el aire le faltase y para su suerte su localizador sonó.

-M-me tengo que ir - murmuró y cuando alzó la vista estaba a solas con Joseph.

Suspiro y sintio su cara enrojecer - Me alegra verte bien - ambos sonrieron - tu hermana esta mucho mejor, con algunos huesos rotos, pero fuera de peligro.

Joseph asintió y de nuevo sus ojos brillaron, Leah de mecio sobre sus talones y su localizador volvió a sonar.

Le dirigió una última mirada a Joseph y se encaminó a la puerta.

-Gracias - se escucho una voz entrecortada que la hizo frenar su caminado y sonreír.

Tonta - se regaño.

Se volvió hacia Joseph antes de salir - Espero mejores rápido - sonrió y salió de ahí.

🌙~

Joseph Quinn. ~Always be mine.~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora