Sunshine Jackson Avery

ii. Seattle grace mercy west

(season six, episodes five and six)

Los hermanos se miraron el uno al otro por lo que pareció una eternidad.  Derek observaba desde la estación de enfermeras, sin saber qué hacer.  Sin un sonido, rápidamente se escabulló, ninguno de los hermanos notó su desaparición.  Mark se aclaró la garganta.  

-Entonces... ¿Cuándo llegaste?- 

-¿Qué?-

-De Nueva York-, aclaró Mark. -¿A qué hora llegó tu vuelo?- Ellie lo miró fijamente antes de burlarse.  

-Wow. Estás tan desconectado, ¿verdad? He estado en Seattle desde mi año de pasantía. Ya sabes, cuando tuviste una aventura con Addison y rompiste el matrimonio de ella y Derek. Huí a Seattle.  Supongo que tú hiciste lo mismo. Lo sabrías si llamaras-. 

-No es mi culpa-, se defendió Mark.  -La última vez que hablamos, me gritabas y me tirabas el zapato a la cabeza-.

-Sí, ¡porque eras un idiota!- espetó Ellie, levantando las manos con frustración. -Era tu mejor amigo, Mark. ¡Tu mejor amigo! Es como nuestro hermano. Y sí, Addison también tenía la culpa, ¡pero podrías haberlo evitado!-. 

-Derek me ha perdonado. ¿Por qué tú no?-, suspiró Ellie.  

-Porque arruinaste más de una vida esa noche. Si me disculpas, voy a encontrar el salón de residentes-. -Ellie...- 

-¡No! Es mi primer día, Mark. Solo déjame instalarme-.  Con un resoplido, giró sobre sus talones y se abrió camino hasta el tercer piso, siguiendo a todos los demás cirujanos en batas azules y naranjas.  Encontró a April ya Reed en la esquina, guardando sus cosas.  Guardó sus cosas con un gemido.  Sus mejores amigos la miraron con preocupación.  

-¿Ellie? ¿Estás bien?-

-Bien, muy bien-, dijo Ellie, pegando una foto de los cinco.  -¿Por qué lo preguntas?- April se encogió de hombros.  

-No hay razón. Solo pareces nerviosa, eso es todo-. 

-Oh, sí, eso es porque vi a mi hermano-, respondió ella, sin hacer contacto visual.  -El hermano con el que no he hablado en 2 años-. 

-¿Quieres hablar de eso?- preguntó Reed.  Se apoyó en su casillero y sacó una manzana.  

-Nop-. 

April suspiró y volvió a centrar su atención en su cuaderno rojo mientras Reed empezaba a poner sus cosas en un casillero.  Una mujer con cabello rubio corto miró hacia arriba.  

-Oh, oye. No puedes poner eso allí-. 

-Oh, nos dijeron que buscáramos un casillero-, le dijo Reed.
-Sí, lo sé-, respondió la mujer asintiendo.  -Es solo que... lo mantenemos vacío por una razón. ¿Puedes sacar tus cosas? Hay algunas vacías que puedes usar-. Miraron en la dirección que ella señaló y vieron a Charles mirándolos.  Reed negó con la cabeza.  

-No lo creo-. 

-Dije que lo saques-. 

-Vamos, Reed, solo sácalo-, le dijo Ellie, que no estaba de humor para que estallara una pelea.  Reed gimió.  

-Genial. Tengo a la loca a mi lado-. 

-Oh, ¿quieres pelear?-, desafió la mujer. -Porque lo haré-. Un chico con cabello castaño corto entró y se acercó a la rubia.  -Izzie. Iz-. 

-Lucharé contigo. Eres bastante pequeña. Podría derribarte en solo un par de segundos-.El tipo arrastró a la mujer fuera de la habitación mientras miraban.  Ellie se volvió hacia Reed, exasperada.