Capítulo 71.

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Personajes utilizados en esta historia no me pertenecen, los créditos son para sus respectivos creadores.

Una fuerte explosión se desató en el campo de batalla, algunos ángeles caídos observaban atónitos la contienda que se daba entre las contrincantes que hacían hervir su poder.

Tanto Kalawarner como Reynare atacaban constantemente a su enemiga, lanzaban grandes ataques mágicos y sus lanzas de luz resplandecían en sus manos, sin embargo ninguno de sus intentos lograría alcanzar a la valkiria que repelía la magia de las caídas sin mucho esfuerzo.

—¡Ella es muy fuerte!. —Exclamó Reynare, el sudor recorría su frente y su agitada respiración dejaba ver su fatiga.

—Era de esperarse de alguien así, por algo tiene la posibilidad de ayudar a gokú en sus batallas. —comentó la mayor y apretó sus dientes ante la diferencia de poder que les separaba.

—Como sea, no permitiré que alguien como ella me quite a Go-kun! —vociferó Reynare y decidida a no perder continuó con la "práctica", sin embargo al igual que veces anteriores nada parecía funcionar.

—Parecen más molestas que cuando peleaban entre ellas. —Murmuró gokú observando la forma de pelear de sus dos chicas Y asia estuvo de acuerdo en esa declaración, pues se veían más agresivas y desesperadas que antes, pero no las culpaba, de hecho ella incluso trae cierta molestia al saber que hubo una mujer que se robaba la atención de su chico todo este tiempo.

Una gran rayo mágico se aproximó hacia las ángeles caídos que en conjunto correspondieron de la misma forma y ambos poderes colisionaron, no obstante la magia nórdica que recorre por rossweisse fue mucho más poderosa y terminó por vencer al par de Caídas.

—Rey-san, Kal-san! —gritó Asia que preocupada corrió para ayudar a sus amigas que terminaron de forma cómica en medio de un pequeño cráter sobando sus cabezas y con la mayoría de sus ropas destruidas, Rossweisse también se acercó preocupada y ayudó a las ángeles caídos.

La tarde era tranquila y los entrenamientos, batallas y ajustes de cuentas habían quedado atrás, podía verse a Rossweisse vestir un delantal blanco y picar vegetales mientras gokú se ocupaba del resto de la comida.

Tres largos días habían pasado desde que Rossweisse se instaló en ese pequeño apartamento y pese a todo el caos que pudo haber las cosas habían mejorado bastante.

—Vaya, no puedo negar que estuvo delicioso, casi quiero felicitarlos. —habló Kalawarner empujando su plato vacío, por otra parte Reynare solo se desahogaba en sus adentros sin entender cómo es que había alguien más que se complementase con gokú en la cocina en tan poco tiempo.

—Bueno, considerando que el ramen es la comida Favorita de Son-kun quise hacerlo muy rico. —Habló la valkiria. —Además Go-kun hizo la mayor parte del trabajo.

—No sabía que esa era tu comida favorita. —Dijo Reynare. —Por qué nunca lo mencionaste?. —poco contenta continuaba preguntando, en cierta forma no sabía por qué no sabía algo tan simple y esa valkiria estaba al tanto de los gustos de SU chico.

—Bueno, nunca me lo preguntaron... —respondió él rascando su cabeza y las demás se miraron mutuamente dejando en evidente su poca falta de atención hacia Gokú, si lo pensaban un poco No sabían nada de los gustos del chico a diferencia de él que siempre está pendiente de ellas.

—Dejando eso de un lado,  Eres muy poderosa valkiria, gracias por ayudarnos en nuestro entrenamiento. —agradeció Kalawarner evadiendo continuar con el tema. —Es mucho mejor cuando tienes un rival al que tienes que superar, no a uno que tienes que aplastar.

Mal de Amores.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora