❝Tú nombre...❞
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Sage vio su plato lleno de comida, realmente no veía el plato, estaba demasiado concentrada en otra cosa y hace tiempo que se había perdido en el espacio.
No dejaba de rondar por su cabeza la mujer en el retrato colgado en el piso de arriba ¿De dónde la conocía? ¿Por qué la llamó Elara también?
Sus preguntas habrían sido respondidas de no ser por la intervención de Sirius Black, quien llegó hace una hora a su encuentro y la alejó del cuadro de su madre contándole lo loca que estaba.
Pero ahora no podía sacar a esa extraña mujer de su mente, tuvo una idea de cómo resolver sus problemas, se aferró al libro que Draco le había enviado y que ahora tenía en su regazo.
-Sage, come mi niña por favor- Pidió amablemente Arthur Weasley.
-No tengo hambre papá, ¿podría retirarme a mi habitación?-
-¿Qué no escuchaste a tú padre?- Soltó Molly acercándose a la pelirroja-Come ahora y ya después subes-
-Pero no tengo hambre...-
La señora Weasley tomó otra ración de estofado de carne y la sirvió en el plato lleno de Sage haciendo que se derramara un poco.
-Ahora comes el doble niña malagradecida-
-Pero...-
-¡Come ahora!-
-Suficiente- Habló Severus Snape levantándose- Déjala qué se retire, no tiene hambre-
La mayor de las mujeres Weasley rodó los ojos y sonrió tranquilamente.
-Eres el último que se puede meter en la crianza de mi hija, Severus-
-Me puedo meter cuando la maltratas y la obligas a comer, déjala irse o te volveré a mostrar que tan bueno soy en duelo-
-Snape no hay necesidad de amenazar a nadie- Interrumpió Remus frenando la pelea- Sage, linda, puedes irte si no tienes hambre, los demás coman-
Sage no esperó a que el Lupin lo repitiera tomó su libro y salió de la cocina con rapidez ante la mirada de sus hermanos que inmediatamente vieron a su muy molesta madre.
-Yo que tú la castigo, es muy manipuladora- Sugirió Ginny.
-Cállate y come Ginevra- Soltó Ron para evitar un castigo general.
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Rowan ||Theodore Nott||
FanfictionSage nunca fue como sus hermanos... La melliza de Ron Weasley no podía ser más diferente a toda su familia. No porque no fuera amable o gentil, no porque no fuera pelirroja o no tuviera ojos azules o café, no porque no fuera divertida y amorosa... S...