capitulo 3 "el 2do día"

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Ya había amanecido, y Elsa se sentía muy animada y de muy buen humor. Sin duda, aquel otro día había sido perfecto, uno de los más divertidos de su vida. Se colocó la fina capa de hielo y armó su cama. Como Jack seguía durmiendo, decidió vengarse por la forma en la que la había despertado el día anterior así que le arrojó una bola de nieve el doble de grande de la que él le había tirado.

-¡Auch! ¿Qué fue eso?
-Jack despertó de golpe por el susto.

-Buenos días, Jack. ¿Cómo amaneciste? - rió pícaramente.

-He estado mejor...

-Anda levántate que hou será un largo día.

-Como tú digas. - se le escapó otra de sus sonrisas traviesas. Después agregó:

-Toma, te hice unas zapatillas sin tacón para que estés más cómoda y sin duda para que camines más rápido.

-Pues, no se si agradecerte o arrojarlas en tu cabeza. - en verdad estaba sorprendida por su gesto, pero no quería que él se diese cuanta.

Jack rió.

-Eres chistosa.

-De acuerdo, las usaré. - *Para que las haya hecho él... son muy bonitas*

-Genial.

Salieron de la habitación corriendo para ver quién llegaba más rápido a las escaleras y riendo como dos niños.

-¡Hey, no es justo, tú volaste antes de llegar! - Elsa trataba de recuperar el aliento.

-De acuerdo, me pillaste. - Lanzó una carcajada cálida -¿Quieres intentar algo más divertido?

-¡Claro! Es decir... Sí, lo-lo intentaré. - *Cálmate Elsa, eres una Reina, ¿recuerdas? No pierdas la cordura* se dijo a sí misma.

-Pues sube.

Jack la tomó de la cintura antes de que ella respondiera y la sentó en la barandilla de las escaleras para que se deslizaran juntos.

-¡No, Jack! ¿Qué haces? Yo... ¡no me deslizaré! - dijo no muy convencida y con tono tembloroso.

-Tranquila, no te pasará nada, yo te cuidaré. Mira, es fácil. Yo me deslizaré primero y te mostraré como se hace. Tú haz lo que yo hago.

Jack se tiró por la barandilla aullando de alegría.

*Lo hace parecer tan fácil* Pensó la chica.

Elsa nunca había hecho algo como esto y estaba asustada, siempre estuvo encerrada en su dormitorio y nunca supo que era divertirse de verdad o hacer travesuras como esta. Pero confiaba en Jack. Así que lo hizo, se precipitó cerrando los ojos con fuerza desde lo alto por la barandilla de hielo.

No tardó un segundo en gritar como en una montaña rusa.

-¡SII!

Pero cuando llegó al final de la barandilla, salió volando, pero Jack estaba ahí, para sujetarla para que no se cayera.

-Te tengo.

-¡Viste eso! Fue genial. ¡No lo puedo creer! Jamás he hecho esto en mi vida! Ya veo por qué a Anna le fascina. - se dio cuenta de que estaba muy exasperada por la emoción y adrenalina. Se calmó y con un poco de vergüenza siguió. - Ya... Ya puedes bajarme.

-Pero no quiero. - le sonrió. Sus ojos no se despegaban del otro, podían sentir esa extraña tensión.

Fue la joven quién rompió la conexión. Elsa puso cara de divertida y le tiró una pequeña ráfaga de viento a la cara de Jack para que la soltara. Se rieron un buen rato. Él tomó su mano y la llevó fuera del palacio.

jack frost y la reina elsaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora