Preparados

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Hiccup estaba en una reunión con sus oficiales de mayor rango, Ereth, Astrid y su madre Valka, estaban hablando sobre los conflictos que han tenido con las tierras vecinas, desde hace poco tiempo no han sabido nada de ellas y podría significar 2 cosas: se rindieron o están planeando algo.

Todos optaron por la opción positiva, debido a que siempre habían demostrado superioridad por ser ginetes de dragones, mientras que ellos sólo podían cubrirse en sus barcos de madera, pero Hiccup no estaba seguro, tenía esa preocupación y se notaba, a pesar que intentaba ocultarlo y seguir con el optimismo de sus compañeros, Mavis notó la preocupación de Hiccup y fue a acompañarlo, mientras los demás fueron a cenar, ella intentaba hacer que no sintiera que está solo, él siempre mantenía su optimismo y alegría, aun cuando era falso.

Hiccup y Mavis hablaron sobre la guerra, como siempre parecía que cuando podían vencer a un loco que quería dominar a los dragones, aparece otro que sólo quiere matarlos o ahora que es todo un ejército de cazadores de dragones, pero por eso pelean, ¿no? Pará proteger a los dragones, sin importar lo que pase.

Por más que Mavis intentaba no podía entender tan bien a Hiccup, ya que no lo entendía como quisiera, era obvio, aunque son amigos cercanos no soy muy parecidos, la responsabilidad como jefe, amo de dragones y puente entre el mundo de los dragones y el suyo, no era su trabajo, era su deber hacerlo, pero era más fácil decirlo que hacerlo.

Antes de seguir hablando, ambos sintieron que algo faltaba, todo se sentía tan tranquilo y calmado, fue cuando ambos se miraron y sabían que Jack había tardado demasiado, incluso para él que solía desviarse o perderse.
Ambos salieron de la sala de reuniones mientras Mavis se ocultaba del sol, Hiccup bajaba de las escaleras dirigiéndose a los establos donde se encontraba Chimuelo jugando con los demás dragones, ahora que era el alfa todos lo obedecían y seguían.

Hiccup llegó con él y lo montó para dirigirse a buscar a Jack, algunos de los nuevos dragones se despertaron y se alteraron al ser despertado de manera brusca al escuchar a Hiccup corriendo por su alfa e intentaron atacar a Hiccup, pero fueron detenidos por los demás dragones y el Alfa, no podían culparlo, había sido dañado por humanos, los cuales lo montaban para burlarse de él y lo dejaron con un dolor detrás del cuello que seguía doliendo.
Después de que Hiccup y Chimuelo lo tranquilizaran y lo llevarán a un lugar mejor para descansar, era hora de irse, ya se había hecho demasiado tarde, pero cuando salieron vieron al chico de cabello blanco llegar con su dragona ocultándose para no llamar la atención, y nadie se diera cuenta que habían llegado tarde, sobre todo Hiccup, lo cual no funcionó.

Hiccup se acercó a Jack preguntándole si estaban bien y la razón del porqué habían tardado tanto, si fueron embozacados o seguidos, a lo que Jack al principio confundido, recordó porque se había ido en primer lugar, y les comentó a Mavis e Hiccup aquel reino que había conocido, al principio ambos estuvieron en contra después de lo que pasó en aquel reino de la bestia, pero Jack seguía intentando convencerlos, contándoles lo que había visto, a aquellas personas que estaban fascinadas por su dragon, y que podríamos ser de gran ayuda para ellos, debido a sus avances al construir casas sobre más casas y que soportaran a los dragones, ambos querían apoyarlo, aceptar e ir en búsqueda de aventuras como antes, pero ahora no era el momento, Hiccup tenía muchas cosas en las que pensar y no podía dejar a su pueblo solo, por más que sus labios querían aceptar la invitación e irse, tuvo que ser fuerte y negarse, para irse a la sala de juntas y ponerse a revisar una vez más el mapa con los últimos movimientos que habían hecho ellos como sus enemigos.

Mavis se quedó con Jack, quería conocer más sobre aquel reino, a pesar de estar de acuerdo con que Hiccup estaba muy ocupado y los últimos viajes de Jack, no han sido los mejores, ella ama viajar y conocer, pidió que le volviera a contar el como llegó allá, mientras se dirigían a cenar, y cada vez pedía más y más detalles, detalles que incluso Jack había pasado por alto, como el atuendo de aquellos habitantes o si por lo menos tenían casas para dormir o dormían en el suelo.

De vuelta a Arendelle, específicamente en el bosque, Honeymare estaba comiendo con su amigos y familia reunidos en una pequeña fogata la cual hacía el suficiente trabajo para que se mantuvieran calientes, y calentar sus alimentos, ahí ella se sentía muy feliz conversando con su familia sobre lo que hicieron en el día, hasta que vio como Elsa estaba preparando sus cosas y comía en un lugar distante, según ella era para mantener siempre el liderazgo y que si ocurría algún mal ella fuera la primera en ir a ayudar.
-¿Necesitas ayuda?-
Preguntó Honeymare mientras se acercaba a Elsa, pero fue negada, su amiga mentía diciendo que no tenía hambre, cuando la verdad era que tenía más miedo que hambre, y una sopa no podría hacerla sentir mejor, seguía pensando en lo que había pasado hace años y no era fácil simplemente hacer como si no hubiera pasado nada, y sabía que aquellos con los que convivía no la querían, después de tanto tiempo sigue sintiéndose la misma persona débil y que le debía agradar a todo el mundo, aquella hija perfecta.
Honeymare le pidió que la siguiera a ver las estrellas durante esa noche, se veían espléndidas, a Elsa le gustaba ver las estrellas.

-Tengo miedo Mare...- Dijo Elsa como si por fin se pudiera quitar un peso de encima. -...Antes me sentía bien al no ser como los demás, que nunca pude tener amigos era para mejorar mi carácter y no ser afectiva y débil o lastimar a alguien con mis poderes... pero ahora... tengo miedo de jamás tener otra amiga como tú, incluso mi propia hermana quiere más a Rapunzel que a mí...- Su amiga la abrazó y empezó a tranquilizarla, le dolía verla así, ya que ahora su responsabilidad era mayor a la de antes y era algo que probablemente jamás pueda cambiarlo
-Está es tu oportunidad para ser mejor, los espíritus te dieron permiso para ir con tu hermana y estar con ella, seguramente solo necesitan un día juntas y veras que ella te ama como siempre- Esas palabras hicieron que Elsa tuviera esperanza para mañana volver a ver a su hermana, solo que se olvidaba que también tenía que esperar a aquel chico de cabello blanco, y a sus amigos dragones, pero no creía que le causarían tantos problemas.

Terminando de cenar Jack estaba listo para dormir y Mavis para ir a hacer su patrullaje nocturno, hasta que vieron que la sala de reuniones había luces encendidas cuando casi todos debían estar dormidos. Encontraron otra reunión de parte de Hiccup con su madre, Astrid y Ereth, todos estaban cansados, pero Hiccup parecía demacrado, no había cenado y se notaba cuando tartamudeaba e incluso se le dificultaba pasar saliva.

Mavis y Jack intentaron ayudar a calmarlo y ofrecerle un poco de paz y tranquilidad yendo a cenar y descansar, pero Hiccup era terco y seguía negando, pero su madre acercándose a él, le recomendó descansar un poco, ha pasado mucho tiempo preocupado, no sólo con Berk, los dragones, la guerra, tanto que ya escucha rugidos de ningún lado, Jack ofreció ir a aquel reino, era lo mejor para que al menos dejara de pensar en ella guerra por lo menos unos días, su madre lo apoyó junto a Mavis, Astrid y Ereth, todos se preocupaban por Hiccup y querían lo mejor para él, ya con todos ellos del lado de Jack, no tuvo otra opción más que aceptar ir a ese reino e ir a cenar, mientras todos se dirigían a dormir, Astrid se acercó a Huccup.
-Descuida, ya verás que todo saldrá bien, tal vez hasta te puedas divertir allá-

Hiccup agradeció sus palabras y se fue a cenar algo para directamente ir a dormir, pero ahora Jack no podía dormir, estaba emocionado ya que por fin le habían dado otra oportunidad y tal vez por fin podría conocer a mas personas y hacer que Berk fuera más grande y reconocido, su sueño no era ser el líder, simplemente quería que Berk y su amigo fueran reconocidos por otros reinos y ya no tener que estar escondidos.

Las ansias no podían parar y salió de la cama y la habitación, junto a su dragona le comentó lo qué pasó y su emoción, todo hasta que vio a un dragón enorme volar sobre ellos dos, era Mavis, la cual daba vueltas al rededor de ellos para que las alas de su dragón no generaran tanto viento, ambos amigos pasaron hablando toda la noche, viajando y viendo el mar hasta llegando hasta los límites que Hiccup había puesto debido a la guerra, pero ellos querían ir mucho más allá y solo faltaban horas para eso o tal vez menos, cuando menos se dieron cuenta pequeños rayos del sol se asomaban por atrás de ellos mientras iban regresando a Berk, así que mejor decidieron terminar esa noche con una carrera, la cual terminó con un empate y con ellos discutiendo frente a la casa de Hiccup, el cual parecía que ya estaba acostumbrado a usar los conflictos de ellos como alarma, cuando salió vio como sus dragones los mantenían prisioneros entre sus alas, abdomen y el suelo.

-Buenos días chicos, veo que estaban emocionados-
Dijo Hiccup terminando de ponerse su armadura.
-Bien, creo que es hora de ir a Desayunar, iremos al reino antes del medio día, espero que aún recuerdes donde es Jack-
Jack solo levantó su pulgar en símbolo de aprobación e Hiccup los dejó para que los dragones siguieran jugando con sus jinetes.

Un Nuevo EspírituDonde viven las historias. Descúbrelo ahora