Un extraño conocido.

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24/05/18

Aún no te conozco, pero de alguna manera, equivocada o certera he pensado mucho en ti y me pregunto si tú también estarás esperando por mí como yo lo hago todos los días hasta ahora.

¿Crees en las parejas destinadas como yo lo hago?

Me pregunto si tal vez estoy poniendo demasiadas expectativas sobre la sombra de alguien que se guarda en la incertidumbre de un buen momento premeditado, una mala costumbre supongo, que también me hace preguntarme si te molestara particularmente.

¿Te gusta leer? ¿Salir por las noches a mirar la luna o bailar solo porqué si? ¿Te gustarían los climas calurosos mucho más que el pleno invierno? La verdad no lo sé.

Y realmente no pretendo hacer con esto un cuestionario o una usurpación hacia tu persona de cosas aparentemente demasiado superficiales, al final, en la expectante pasantía del correr de los días a tu espera solo me queda especular, aunque no quisiera jalar mucho de ese hilo, experiencia me ha quedado de veces anteriores al forzarlo demasiado no tiene mucha resistencia, ni vale lo que cuesta.

Aún no te conozco y ya siento quererte, a veces vacío mis pulmones en suspiros desairados que reprochan una ausencia de alguien que no está y nunca lo ha estado, es como tenerte grabado en la conciencia de algún intimo recuerdo abandonado de otra vida y no poder sacarte por completo.

En ocasiones tengo la sensación de mirarte esporádica y fugazmente en algunos de mis sueños, te muestras sin un rostro definido y no pronuncias tu nombre, pero no son más que sensaciones, podría decirte tantas cosas e inclusive no decirte ni una sola y hacer que esta carta no tome mayor sentido que lo absurdo en tu decreto de consideración, pero si algún día la llegases a leer, quisiera que supieses que yo ya estaba pensando en ti mucho antes de haberte conocido.

A veces solo puedo preguntarme entre muchas otras cuestiones, que es lo que debería hacer entonces en el tiempo muerto que surge hasta que Dios decida cruzar nuestras miradas o decidir que ya no podremos separarlas nunca más.

¿Qué se supone que haga entonces?
He de esperarte claro está, pero realmente no sé si es lo correcto.

¿Tú me esperarás sin nadie que esté a tu lado o que more en tu corazón hasta que llegue con el mío?

Y no es que se trate de alguna clase de juego a proporciones, chantajes o cobradas de ventajas, solo quisiera saber si en la soledad inmensa qué va acumulando riquezas dentro de mi pecho, se supone tendría que compartirlas con otro extraño para así tal vez encontrarte más rápido...

¿O acaso solo llegarás como llega el ocaso cada día sin necesidad de ir y traer a la luna, porque ella ya sabe que debe salir y encontrarse con él? Yo tengo una seguridad parecida contigo, puedo sentirla, confió en Dios que así es, lamentablemente, la paciencia no es una virtud que me atribuya esencialmente, he salido antes de tiempo y creo que la noche ya sabe más de ti que de mí en ésta espera inminente.

Espero que el día de nuestro primer encuentro pueda saber reconocerte y tú a mí, porque más que mirarte y hacerlo, quiero sentirlo, reflejarme en tus ojos y sentir ese lazo que se tense a través de mi pecho, que se me pare el tiempo y se me corte el aire, y ver que me mires de la misma manera que yo te miraré, verte y saber que ya no tengo que buscar más en otro lado, quiero tocarte y saber que es sentir la energía de mi cuerpo conectada a la corriente de la tuya, se supone a cálculos inciertos deberíamos sobrevivir, pero la atracción se compararía con la convicción de dos imanes opuestos al juntarse y tratar de ser separados en una magnitud incomprensible para el hombre.

(Logramos encontrarnos, pero no sobreviví.)

E.V.
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(no tengo derechos sobre las fotos de portada de cada capítulo, porqué son extraídas de internet, pero reconozco y dirijo los derechos al autor correspondiente) ✨

Un pequeño diario de amores frustradosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora