Capítulo 1.

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Han pasado dos meses ya desde que Jeon Wonwoo volvió de China, era un chico bastante apasionado a la cocina que incluso viajó a China para poder estudiar en la escuela de cocina muy popular y de buen prestigio en Hong Kong.

Su sueño más grande era poder trabajar en un restaurante donde pudiera demostrar sus dotes.

Estos últimos meses las pasó buscando trabajo en muchos restaurantes, sin embargo no había encontrado uno en el que se lograra sentir cómodo.

Hasta hace una semana...

Lo habían llamado del mejor restaurante de la ciudad, según las personas que daban sus críticas, estaba un poco ansioso por la entrevista, había escuchado muy poco de ese restaurante, lo único que sabía era que el chef y dueño era chino y que el restaurante era exitoso.

— Ese trabajo será mío sin duda alguna, no creo que alguien pueda tener la capacidad que yo tengo. — Mencionó el chico mientras se veía al espejo preparándose para la entrevista.

Se caracterizaba por ser narcisista y más que eso, era muy seguro de sí mismo con respecto a las cosas que sabía.

Sin duda alguna un chico capaz.

Al terminar de prepararse tomó sus cosas, su teléfono y caminó hacia la parada de buses, ya en esta le dio curiosidad por saber del restaurante.

En su teléfono encontró información, también encontró algo que realmente no esperaba pero le puso los pelos de punta.

Un video de entrevistas pasadas del restaurante fue lo que encontró, no sabía nada del chef pero en el video parecía una persona que no se tentaba el alma y era bastante estricto con su trabajo.

Sin poder controlarlo, sus piernas empezaron a temblar al ver como el chef echaba a la basura uno de los platillos que habían preparado para la entrevista.

— Tengo que poder... — Dijo hablando para sí mismo soltando un suspiro tratando de controlarse.

Al ver al autobus acercarse se levantó y guardó su teléfono, ya estando en este decidió escuchar música para relajarse.

La música para él era como un alivio a su alma, era su lugar seguro, lo único que necesitaba cuando pasaba por una crisis.

Estaba tan sumergido entre la música que el tiempo transcurrió de manera tan rápida, ya se encontraba en su parada y sólo a metros del lugar.

Caminó con calma ya que aún tenía tiempo, observó al rededor para tratar de distraer su mente, quería volver a recuperar su confianza y lo logró cuando vio su reflejo en uno de los autos estacionados por el lugar.

— ¿Eso me va a detener? ¡Claro que no! El no hará eso conmigo, soy excelente. — Arregló el cuello de su camisa y acomodó su cabello antes de retomar sus pasos.

Y así era él, con crisis que a veces solamente duraban cinco minutos, la seguridad y confianza que esbozaba lo hacían una persona fuerte.

En cuanto llegó al lugar saludó a sus compañeros de entrevista y a los ayudantes del chef, pudo observar cómo los demás chicos temblaban del miedo como hace unos momentos el temblaba.

Decidió dejar de observarlos, temía ponerse así de nuevo, se distrajo viendo hacia la puerta donde una chica corría hacia el lugar, al parecer ya venía tarde aunque correr no le ayudó.

En cuanto vió caer a la chica se levantó rápidamente de su asiento pero alguien tapó su vista.

Apareció frente a él un chico ligeramente más alto, tenía un hermoso perfil y un cabello perfectamente peinado.

𝘿𝙚 𝙡𝙖 𝙘𝙤𝙘𝙞𝙣𝙖 𝙖𝙡 𝙖𝙢𝙤𝙧 - 𝙒𝙤𝙣𝙝𝙪𝙞 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora