Capítulo X

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No pasaba mucho tiempo en la cafetería o se podría decir que aveces ni siquiera la pisaba, este año de universidad Atsushi se la pasaba más encerrado en la biblioteca, la razón, nada le gana a la tranquilidad del silencio y porque sus profesores dejaban bastantes deberes,  pero hoy no tenía nada que hacer, tenía horas libres así que se paso por la cafetería, compro algo de comer y sin más se sentó en una mesa algo lejana, no era malo, así tenía vista sobre quién entraba y quién salía.

Costumbres que uno adquiere con el tiempo.

Con la cara apoyada en su palma observaba su alrededor, cayó en cuenta que no había muchos estudiantes disfrutando en si su comida, casi todos compraban algo pequeño y después salían disparandos, quizás a sus respectivas aulas, hay que aprovechar cada minuto libre que te da la universidad.

"Deberías confesarte, así si te rechazan, haríamos un club de los rechazados y tú serías el presidente".

De la nada ese pensamiento surgió dentro de él, esto hizo que mordiera el sorbete que tenía en la boca y también que el agarre de su bebida se hiciera levemente más fuerte.

—Grosero.— soltó al aire, había veces que no podía entender a Akutagawa, la forma en que ambos se conocieron fue  peculiar, aunque al principio Atsushi pensaba que su presencia incomodaba a Akutagawa, esa idea se fue disipando con el tiempo, creía que las respuestas burlescas de Akutagawa era de una forma de decirle que no lo quería cerca pero Atsushi llegó a una conclusión, Akutagawa era así de grosero y tosco con todos.

Cuando se encontraban en aquel parque Akutagawa no sabía hablar demasiado, siempre era Atsushi el que entablaba conversación, se podría decir que entre ambos se soportaban.

La figura de su profesor de matemáticas llamo su atención, por el gran ventanal que era parte de estructura de la cafetería, Atsushi vio a Kunikida aparecer por una esquina, estaba leyendo su típica libreta, esto hizo que Atsushi recordará cuando Dazai la había tomado, sin que se diera cuenta, solo porque había un rumor que decía que en esa libreta estaba descrito como sería la mujer ideal de Kunikida.

Claro que Atsushi pensaba que era una mala idea pero Dazai le dijo que no era robar, sino que era pedir prestado sin permiso y efectivamente, en esa libreta estaba descrito cómo sería la mujer ideal de Kunikida, Atsushi sabía que era incorrecto leer algo privado sin embargo el bichito de curiosidad pico en él, solo podría decir que, parecía que Kunikida se hubiera descrito a si mismo.

Sonrió con ligereza y en contra de él su mente divagó en el pasado, mientras lo hacía siguió observando a su profesor, si no prestarás mucha atención pareciera que su caminata era normal pero no era así, el paso de  Kunikida era acelerado, no se le notaba porque mantenía el porte, Kunikida paso por alado de Atsushi susurrando un: Buenos días, que  Atsushi respondió también y después noto que su profesor comenzó a correr.

Y después vio como una multitud de estudiantes lo perseguían mientras gritaban su nombre, tratando sin existo alguno, de llamar la atención de Kunikida.

Otra vez su mente viajo al pasado, recordó que una vez también había estado detrás de Kunikida tratando de convercerlo de que le ayude a no reprobar, ¿Lo ayudo? Si, no con un punto como hubiera querido Atsushi, sino con cero coma treinta décimas, algo es algo.

Akutagawa debería revisar su celular más a menudo, así no estaría subiendo y bajando escaleras a lo estúpido y peor cuando sus clases a menudo eran en el último piso , su profesor había mandado un mensaje diciendo que no daría clases porque tenía trámites que hacer, tenía dos horas libres y eso sumándoles a las horas huecas, tendría mucho tiempo libre, así que se dirigió a la cafetería.

Rosas Negras [𝑺𝒉𝒊𝒏 𝑺𝒐𝒖𝒌𝒐𝒌𝒖]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora