Park Sunghoon Secuestrador || JakeHoon

[05]

[Jake]

Las audiciones para entrar a los equipos de fútbol, fueron siempre un gran evento en mi vida. Todos; HeeSeung, Hyunjin y yo, jugamos cuando éramos niños, y ahora usábamos Constructora Shim para patrocinar al equipo. Hyunjin era el entrenador, pero él siempre se las arreglaba para encontrarnos a HeeSeung y a mí, algo en lo pudiéramos ayudar de una manera u otra. Jeongin y Jongseong siempre han diseñado los uniformes, mientras que Taeyong y Jaehyun prepararon bocadillos para los juegos y prácticas.

Tan pronto como JuYion fue lo suficientemente grande, se unió a la liga y se convirtió en un fanático tan grande como cualquiera de nosotros. No creo que pudiera ser mejor.

Estaba equivocado.

Vi a SungHoon caminar hacia Hyunjin con Yuna montada en su espalda.

—Disculpe, grandote. —Se dio la vuelta con su sonrisa de triunfador.

—¿Sí, Sr. Park?

—Soy nuevo en estas cosas de "Papá Deportivo" pero ese chico simplemente se estrelló contra mi hijo. Ahora bien, como su hermoso padre aplaudió como un loco, ¿Está bien si la tacleo para mantener las cosas a mano? —Le preguntó casualmente.

—Demonios, sí. —Respondió. SungHoon asintió con la cabeza.

—Sostén a tu sobrina por un segundo.

UH oh. Corrí hacia ellos para detenerlo, pero Hyunjin agarró a mi hombro.

—¡Amigo, se va a afrentar al doloroso Daek! Si haces algún movimiento para detenerlo, voy a patearte el culo. —No era que creyera que él no podría manejarlo, pero tenía esa irracional necesidad de protegerlo.

—Dijiste una mala palabra. —Dijo Yuna.

—Le debes un dólar. —Le dije a Hyunjin. Me miró como si estuviera loco. —Culpa a Park. Él les da un dólar cada vez que se le escapa una. Ahora ellos, lo esperan de todos. —Me encogí de hombros.

—Bueno, demonios, Yuna. Aquí hay veinte para todo el día. —Respondió él, sacando el billete de su bolsillo.

Ella lo beso en la mejilla. —Gracias, tío Jinnie.

Ambos vimos como SungHoon caminaba casualmente por el campo. Daek estaba en la orilla, animando cada vez que el diablo de su hijo se estrellaba contra uno de los niños más pequeños. Él era aún lo suficientemente malo como para reír si uno de los pobres niños lloraba. Me sentí sonreír con anticipación. De repente SungHoon corrió hacia él, chocando contra el hombre con tal fuerza que golpeó el suelo. Sólo SungHoon se levantó.

—Ánima esa, perra.

Estoy seguro de que hubiera tenido más aplausos si todo el mundo no hubiera estado en shock. Bueno todo el mundo a excepción de Hyunjin.

—¡Sí! ¡Eso es de lo que estoy hablando, bebé! —Algunos de los otros intervinieron entonces, incluyéndome a mí. Cuando SungHoon se dio cuenta de todo el mundo lo estaba mirando a él. n hermoso sonrojo se deterioró a través de sus mejillas y él se escabulló entre la multitud.