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Los pequeños de la familia Park han encantado a más de uno, eran un par de mellizos no idénticos muy adorables, sin duda son lo más preciado de la pareja.

Los primeros cinco meses de padres primerizos fueron duros, las horas de sueño se les acortaron considerablemente gracias al llanto y energía acumulada a altas horas de la noche de sus retoños, especialmente después de ser amamantados, deseaban atención inmediata o romperían en llanto sin control. Al poco tiempo ambos padres descubrieron que todo ese drama de lágrimas era solo una trampa para ser cargados cerca del aroma de ambos, y dormir a gusto sobre ellos. Sin duda era realmente cansado para la pareja contando que era la única forma de que ambos durmieran la noche corrida.

Cada mes que pasaba organizaban una celebración de cumple mes vistiéndolos a base de temas diferentes llenando varias memorias de su cámara con sus preciosos rostros, notando así la diferencia entre mes y mes mediante crecían. Adoraban ver como su álbum familiar se llenaba cada vez más.

A veces Sunghoon se ponía algo celoso de sus hijos, ya que tenían toda la atención y tratos gentiles de su esposo la mayoría del día, y cuando se les acercaba a abrazarlos lloraban sin razón alguna, no importa cuantas veces les besara las mejillas o cambiaba sus pañales, temía no agradarle a sus hijos, era muy evidente que preferían más Sunoo.

Aunque este favoritismo por mamá Sunnie dio un giro cuando cumplieron su primer año, más en la pequeña Eunchae, jugaba mucho a los bloques con papá Sunghoon riéndose de todo lo que hacía encantando al Alfa de sobremanera, quería guardar a su princesa en una burbuja de cristal donde jamás pueda conocer los puntos negativos del mundo en el que viven. Y claro que Chanhee curioseaba un poco con la mirada antes de irse con Sunoo.

Este primer año de los mellizos dieron a relucir algunas de las características que heredearon de sus padres.

Eunchae con su piel morena cual leche con chocolate, cuando reía con ganas sus ojos se convertían en las mismas medias lunas encantadoras de Sunoo, y unas adorables mejillas suaves.

Chanhee tiene la piel tan blanca como la porcelana, es impresionante como lo comparaban con las fotos de bebé de Sunoo y era como si lo hubieran sacado de la misma fotografía, solo que su nariz es más redonda con labios llenitos.

Simplemente sus hijos son perfectos.

Cada día era una nueva página en blanco que entre todos pintaban de maravillosos colores entre momentos de felicidad, aprendiendo cada día, descubriendo pedazo tras pedazo del mundo animado de sus cachorros.

Antes de sus primeras palabras los mellizos se comunicaban entre sí con solo balbuceos, gritos agudos e intensas miradas entre ellos, a medida que su vocabulario fue evolucionando habían momentos cómicos en los que decían lo mismo al mismo tiempo y se reían acusándose de que el contrario no entrará a su mente sin permiso. Sunoo grabó muchas situaciones así en su cámara, muy adorable.

Los años pasaban, ahora unos grandes Park Eunchae y Park Chanhee de siete años jugaban a los jardineros en el patio junto a sus padres, estaban emocionados ya que hace poco pasaron a su segundo grado de primaria, nuevos compañeros, nuevas materias, les gustaba mucho la palabra "nuevo".

Ambos padres escuchaban atentos a sus emocionados pequeños, aún recordaban su primer día de preescolar, fue muy emotivo ya que Sunghoon al verlos con sus uniformes lloró un poco al verlos tan grandes, si apenas ayer eran tan pequeños como un frijol, daba miedo como pasaba el tiempo de rápido.

El fuerte sol de la tarde comenzaba a dar presencia así que Chanhee fueron a la cocina a preparar una fresca limonada mientras que Sunoo y Eunchae regaban las plantas entre risas.

pregnant sun ᎓ sungsunWhere stories live. Discover now