La vida es un equilibrio constante entre dos fuerzas.
Una son nuestros sueños y la otra nuestras ataduras.
Lo que queremos en nuestro futuro, y lo que no dejamos ir... el lastre que nos impide conseguir nuestras metas.
La dichosa carga que todos llevamos a cuestas, sin ser siquiera conscientes de ello.
Puede tomar muchas formas: adicción, hábitos negativos, gente tóxica, un trabajo que te consume el alma, una relación que no te aporta nada, envidias, celos, heridas del pasado que no han sanado...
Sabe esconderse muy bien entre tus inseguridades y tus miedos, tan bien, que a veces pasa desapercibida durante toda tu vida.
Cada vez que despierta la alimentas, y sin saberlo, le das más fuerza.
Le vas cediendo tu vida hasta llega el día en que es ella la que te controla a ti.
La que decide por ti.
La que piensa por ti.
La que actua por ti.
Es en ese momento, que te has perdido por completo.
Pero no pasa nada.
Porque si te pierdes, es para encontrarte.
Como si no ibas a saber identificar tu lastre?
Como si no ibas a saber que quieres en tu vida?
El lastre puede ser tu mayor enemigo, o tu mejor maestro dependiendo si decides soltarlo, o apegarte a el.
Deja de vivir en la cuerda floja.
Da el paso, salta al vacío.
Estando vacío es la única forma de la que puedes volver a llenarte de forma consciente, con lo que realmente mereces.
-M.
#MitaThoughts
