Forzar las cosas solo hacen que salgan mal.
Es mejor dejarse llevar, fluir.Nos encanta luchar para tomar el control de nuestras vidas... que rápido nos olvidamos de que la propia existencia es un río.
Olvidamos que nadar a contracorriente hace que te canses, te ahogas, hace que te hundas.
Relájate, recuerda que tu elegiste estar aquí.
Recuerda que no siempre son unas aguas calmadas, a veces habrá rapidos y querrás salir del rio.
En esas situaciones mantén la calma, respira, observa y aprende.
El río no se cuestiona.
El rio simplemente es, y su proposito no es dejar de ser, si no llegar al mar.
-M.