V.

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De vuelta al estudio

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De vuelta al estudio.

En serio no tenía ganas de pelear hoy con Win, iba en son de paz misteriosamente y quería mantenerme así durante todo lo que resta del día. Vi llegar a Win y no pude evitar recordar el caliente beso que me había dado, pero la curiosidad por saber dónde estaban mis cosas en ese momento ganó a mis instintos y me acerqué a Win muy tranquilo con el objetivo de preguntarle dónde estaban mis pertenencias.

- Hey Win – dije dos veces pudiendo notar que el susodicho o me ignoraba o no me escuchaba. Pude ver como entraba a uno de los salones de estudio y rápidamente me dispuse a alcanzarlo.

- Win, te estoy hablando – dije llegando a tomarlo del hombro por detrás.

- Ah hola, disculpa tenía los audífonos, me desentiendo del mundo – decía mientras que por primera vez me sonreía ¿Que se traerá esta chico? me pregunté

- Mira Win, lo de la bromita de ayer no tengo ningún rencor, pero devuélveme mis pertenencias que tengo cosas importantes en mi bolso y necesito tenerlas de vuelta.

- Mmm – se rascaba la cabeza – Sinceramente olvidé dónde puse tu maleta, pero puedo recordarlo si me ayudas un poco – comenzaba a acercarse peligrosamente – a decir verdad creo que se donde está, pero deja que te lo diga al oído, así nadie sabrá – su boca rozó levemente mis labios y se dispuso a ir a mi oído, mis manos instintivamente tomaron su cintura y se me erizó la piel al sentir su cuerpo tan cerca.

- Tu maletín está.. – su lengua rozó el lóbulo y no pude evitar cerrar los ojos – está, está... en mi culo.

Y de pronto una sensación de dolor se apoderó de mi cuerpo y me separé instantáneamente de Win. Win acababa de golpearme – ayer vi a Mike Tyson y no pude evitar hacerlo, disculpa retrasado – decía en medio de carcajadas y volteando para dirigirse a abrir la puerta

Esta vez no iba a dejar que se escapara y antes de que Win tomará la manija de la puerta, lo tomé y volteé bruscamente su cuerpo y a pesar de su fuerza pude dominarlo para así dirigir mi boca a la suya y fundirnos en un caliente beso donde las lenguas iban y venían como luchando unas con otras. Tomé firmemente sus nalgas y lo senté encima de un escritorio para besarlo con más comodidad, mi mano comenzó a explorar entre sus piernas y pude notar que Win las abría más para que entrara sin problemas - ¡Que caliente es! – pensaba mientras trataba de tomar el control en nuestra batalla de lenguas. Mi mano toco el bulto de su entrepierna y el cual comencé a sobar frenéticamente mientras que mi mano izquierda tomaba acariciaba un de sus pezones por encima de su camisa comenzando a amasarlo con cierta brusquedad y pasión contenidas. Mi mano seguía en lo suyo y los gemidos de Win ya se daban con más fuerza y menos vergüenza, sus piernas temblaban y sus manos acercaban más mi cabeza a la suya en una señal de excitación desmedida, sus piernas se cerraron y no dejaron salir mi mano avecinando que el orgasmo estaba próximo.

- ¡Hazme acabar maldito! – me dijo totalmente fuera de sí y en ese justo momento, donde sólo había que estimular un poquitito más, sólo un roce, sólo una tocadita más.

- Los retrasados no tienen derecho a acabar – dije sin más preámbulos quitando mi mano de su entrepierna y disponiéndome a salir del sitio, cuando abrí la puerta volteé y pude ver como Win quedaba en el escritorio sentado, desconcertado y sin saber que hacer, qué decir.

IRONIA DE AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora