04...

186 22 5
                                    

°
°
°
°
°
°
°
°

Hyung te acuerdas del chico de halloween.- el castaño quién conversaba através del teléfono con su mejor amigo.-

Si, claro.- respondió.-

Estoy con el ahora.- dijo emocionado.- ayer lo encontré y no pienso dejarlo ir.-

Siguieron conversando hasta terminar su charla.

°°°°°°°°°°°°°

Minnie.- dijo dulcemente llamando al pelinegro.- te amo.

El pelinegro miró al castaño con leve sonrojo. - yo tambien, te amo kookie.- dejó un cálido beso sobré los labios del castaño.-

Habían pasado dos semanas donde jimin se había quedado con jungkook, dos semanas para qué ambos, se den cuenta qué, se aman.

Ambos se encontraban en una cafetería, entre risas y bromas, bebían sus cafés.

La tarde era tranquila sin imaginarse que eso llegaría a su fin.

°°°°°°°°°

Algo tenia inquieto a jimin, al llegar la noche sentía miradas y susurros. Sabía de qué se trataba pero no iba a hacer caso.

Me estas escuchando bebé?.- la voz de jungkook lo hizo salir de aquéllos pensamientos.-

S-si, sólo estuve pensando un poco.- le regaló una sonrisa y besó su frente.-

En qué.- preguntó curioso.-

Nada importante, kookie.- sin más, se metió a la cama con el castaño.-

El reloj marcaban las 3:30 am. El pelinegro se levantó cautelosamente, sin despertar al castaño y camino hasta la sala.

Sal, ya.- demandó soltando un gruñido.-

Una risa ronca se hizo presente en todo la sala.- al parecer, tienes una mascota.- río burlón el pálido.-

Déjate de estupideces y dime por qué estás aquí, suga.- dijo secamente sin tomar en cuenta lo qué dijo el pálido.-

Jimin.. jimin..- dijo caminando hasta el pelinegro quedando atrás de el.- sabes por qué estoy aquí.- susurró a su oído.-

No regresaré aún, así qué, te puedes ir.- dijo para irse pero el pálido sostuvo su brazo.-

Sabes lo qué pasará si, te sigues quedando.- dijo para soltar lo.- no estamos permitidos tener alguna relación con los humanos, y eso, te costará, lo sabes, jimin.- dijo mirándolo.- ahora, me iré.- sin más se fue desapareciendo en la oscuridad.-

El pelinegro sabía qué no podía quedarse en la tierra, tal vez si podía venir unas cuantas veces pero no quedarse. Se sentó sobre el mueble y hecho la cabeza para atrás, qué debía hacer, quedarse y ser feliz, o irse y ser infeliz, dañando a la única persona qué ama.

Por lucifer, maldijo entre dientes para luego reír, se estaba maldiciendo el mismo, entrelazó sus manos y se inclinó un poco, no podía pensar ahora o se creía ya qué lo único qué rondaba su mente era quedarse.

Tal vez, se iría y vendría después de unos cuantos meses o años.

Suspiro profundo soltando un gruñido y se fue a descansar.

La mañana había llegado el pelinegro quien sin pegar los ojos en toda la madrugada, miraba cada parte del rostro del castaño, sin duda extrañaría esto.

Había tomado una decisión irse, sería lo mejor, se dijo así mismo, si el castaño descubría quién era realmente, lo rechazaría y eso le aterraba por completo. Ser despreciado por la persona qué amaba, no le gustaría para nada.
Suspiro profundo y siguió mirando el rostro del castaño.

Sé que, soy guapo.- dijo abriendo los ojos luego de bostezar.- me vas a desgastar con la mirada.- el pelinegro río ante su comentario.-

Y si, qué eres, muy guapo.- le robo un beso al castaño para levantarse, se sentó sobre la cama y se estiró un poco.- venga levántate.- dijo viendo al castaño quién se cubría más con la sábana, realmente extrañaría todo ésto.-

Después de un largo tiempo, los dos se levantaron de la cama y hicieron sus aseos respectivos. Ambos comían los hot cakes de chocolate y un jugo de fresa qué les había preparado aquel hombre de mayor edad. Terminaron de comer y se sentaron sobre el mueble.

Los dos se encontraban acariciándose sus mejillas con ternura y amor. Hasta qué el sonido del celular del castaño los sacó de su gran burbuja de amor. Entre maldiciones tomó su celular y contestó.

Dejó su celular aun costado cuando terminó su llamada y miro a jimin directamente.

Era jin, me invitó a una fiesta.- dijo con un pequeño puchero, muy tierno, pensó el pelinegro.-

Si tu quieres ir, yo estoy de acuerdo.- dijo el pelinegro con una leve sonrisa.-

La verdad no pensaba ir pero ya qué insistes.- ambos soltaron una pequeña risita.- no te separes de mi de acuerdo.- mencionó el castaño observando al pelinegro, mientras su mano acariciaba su mejilla con tanta posesividad, el pelinegro solo asintió.-

La noche había llegado, el castaño y el pelinegro se encontraban en la fiesta, las horas del reloj marcaban 11:00 PM. Ambos sentados sobre el sillón de aquella casa, las miradas se posaron sobré el pelinegro, quién vestía unos jeans negros a su medida, una camisa blanca un tanto pegada a su fornido y trabajado cuerpo, unos tenis del mismo color de los jeans. Quién no miraría aquel cuerpo, qué hacía pecar hasta con los pensamientos de aquéllos qué lo mirarán.

Bebé, ¿quieres algo de beber?.- el castaño miró al pelinegro un tanto.- ¿bebé?.

El pelinegro estaba tan metido en sus pensamientos qué no escuchó los primeros llamados del castaño. El pelinegro sacudió un poco su cabeza, saliendo de sus pensamientos para mirar al castaño.

Estará bien un poco de vocka.- el castaño asintió un poco extrañado para luego ir por la bebida.-

El pelinegro quien observaba de nuevo todo el lugar tranquilamente, su vista se posó en aquel chico de piel pálida, quién se acercaba a el con una sonrisa coqueta, sentándose al lado suyo.

Jimin amigo cómo estás.- soltó como si nada, pasó su brazo sobre los hombros del pelinegro.-

Qué haces aquí suga.- sentenció molestó ante su actitud.-

Me divierto un poco.- soltó burlón para apegarse a el.- lo mismo qué tú.- dijo con gracia mientras acariciaba el cuello del pelinegro.-

El pelinegro quito la mano del pálido rápido cuándo vio al castaño acercarse con el rostro totalmente serio. Maldijo internamente al pálido por a ver usado aquéllos trucos de manipulación contra el.

Bueno, ya me voy, ya vino tu mascota.- dijo burlón para irse.-

Quién era.- dijo el castaño con seriedad mirando al pelinegro.-

No se.- dijo sin mostrar interés.- tal vez sea un amigo de jin.- dijo cómo si nada, el castaño sólo asintió y le extendió la mano dándole su bebida.- gracias kookie.-

La noche pasó y de por medio celos era lo qué resaltaba en el castaño por aquel pálido.

El sol se dejó ver alumbrando aquella habitación, donde dos cuerpos completamente desnudos ya hacían sobre la cama con tan solo una sábana blanca los cubría. Habían tenido una madrugada llena de sexo duro y rudo, departe del castaño al pelinegro por dichos celos, el cuello y torso del pelinegro tenía hematomas y, mordidas qué se dejaban ver claramente.

Unas cuantas horas pasaron para qué el pelinegro se levante, frotando sus pequeños ojos y soltando un leve quejido, apesar de qué era un demonio, se sentía fatal ahora.

°
°
°
°
°
°
°
°
°

Mala hora para actualizar, esperó les guste.

ᴏɴᴇ ʜᴀʟʟᴏᴡᴇᴇɴ's ɴɪɢʜᴛ ∆ ᴊɪᴋᴏᴏᴋ ∆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora