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Dos días habían pasado desde aquella fiesta, todo transcurrió con "normalidad".

Ambos se encontraban caminando por el parque, pararon un rato para sentarse en dichas bancas, observaban un poco el lugar, árboles verdes, pisos limpios todo hermoso, pero había algo inquietante en ese instante y bien era la mente del pelinegro, dónde ya hacía un caos.

Pero debía disimularlo ante el castaño.

¿Será este día en qué le diga al castaño qué tiene qué irse? Y si no era este día, ¿Cuándo se lo diría?, No quería herir al castaño.
Trago grueso aguantando las lágrimas.

Algo qué no se había percatado el pelinegro, era que el castaño estaba empezando a sospechar, tal vez no el de qué tenga qué irse pero otra cosa si.

El pelinegro apoyó su cabeza sobre el hombro del castaño y suspiro pesado para luego sonreír, si estos serían los últimos días con el castaño, quería disfrutarlos al máximo.

Kook.- lo llamo en voz baja, el castaño respondió con un "uhmm".- dime un lugar qué te haga feliz.- dijo para mirarlo.-

Uhmm, pues mi lugar eres tú.- dijo sonriendo con esa hermosa sonrisa de conejo pensó el pelinegro, bajo su mirada a sus manos que temblaban en su regazo, algo rompió su corazón y si, fueron las palabras del castaño.

Algo más qué le haría sufrir como los mismos infiernos, aquellas palabras dichas por el castaño, mi lugar eres tú.

Sin darse cuenta unas pequeñas gotas saladas resbalan sobre su rostro, cayendo sobre su regazo, limpio rápidamente esas pequeñas gotas rebeldes de su rostro sin qué el castaño se de cuenta, miro al castaño con una sonrisa sincera y llena de amor.

Tú también, eres mi lugar favorito kookie.- dijo abrazando al castaño.-

Definitivamente no quería irse.

La tarde paso rápido y ambos se encontraban sobre la cama, acorrucados. Las horas pasaron y el castaño se había quedado dormido, algo qué el pelinegro aprovecho para salir de la casa, soltando lágrimas qué marcaban el camino hasta el bosque, dudo un poco y se dentro en el.

La mañana había llegado para el castaño, quién aún sin abrir los ojos, su mano recurrió toda la cama, qué al no tocar nada se levantó de un tirón, sus ojos aún se estaban asimilando a luz del sol, tardó un poco para poder visualizar mejor la habitación, no había rastro del pelinegro.

No quiso pensar nada malo aún, cómo pudo bajo las escaleras y no, no había rastro de el.

El hombre de mayor edad quién miraba al castaño un tanto extrañado, se acercó a el.- pasó algo señor jeon.-

A visto a jimin.- dijo regularizando su respiración.-

No señor jeon, no he visto al señor jimin.- el castaño no apartó la vista de su mayordomo.- ¿pasó algo señor jeon?.-

Jimin no está.- fue lo único qué su boca pudo decir, si bien temía el castaño era qué un día despertará y qué el pelinegro no esté con el.

Señor jeon, no se preocupe tal vez tuvo algo qué hacer y salió, no se impaciente, el vendrá.- el hombre de mayor edad solo dijo eso, quiso tranquilizar al castaño.

Tienes razón.- respiro profundo.- esperaré a jimin, iré a mi habitación.- sin más se fue a su habitación con pasos torpes.

Las horas pasaron y no había rastro del pelinegro, maldijo internamente, no podía llamarlo, el pelinegro no tenía celular.

Trato de no aferrarse a la idea qué el pelinegro no volvería, todavía tenía esperanzas. tenía miedo, miedo de no volver haberlo. Y cómo si "dios" lo hubiera escuchado la puerta de su habitación se abrió dejando ver la silueta del pelinegro entrar.

Jimin.- dijo en susurro para correr hacia él y abrazarlo como nunca, escondió su cabeza sobre el cuello del pelinegro y mordió su labio inferior con fuerza.

Oh, kookie.- abrazo al castaño y acarició su cabeza calmando sus sollozos, pues si el castaño rompió en llanto.- no llores kookie.

Tonto.- soltó en regañó el castaño aún sollozando.- no te vuelvas a ir, así.- el castaño estampó su mano contra el trasero del pelinegro, haciendo qué soltara un gemido ronco.-

E-está bien.- soltó bajito.- lamentó no haber podido decirte qué saldría temprano, tuve un inconveniente.- dijo tranquilo, si bien su inconveniente se llamaba suga, pues lo había citado por qué quería hablar con el.

Te perdono pero no vuelvas a irte.- dijo sin soltar al pelinegro, el cuál asintió y beso la mejilla del castaño.-

Ambos se fueron a dormir.

Un mes pasó y todo era paz, pues suga no se había aparecido para nada.

Minnie quiero follarte ahora.- soltó mirando al pelinegro, los dos estaban en una fiesta y el castaño había bebido de más.-

Un tanto molesto el pelinegro miraba al castaño y también con un poco de ternura, pues el castaño estaba así solo porque un chico había invitado a bailar al pelinegro.

Shhh-. Puso ambas manos sobre la boca del castaño.- te dije qué dejes de beber y mira ahora los resultados jungkook.- el castaño formó un pequeño puchero mirando al pelinegro, el pelinegro se llenó de ternura al verlo.- pareces un oso panda.-

El castaño se acercó al oído del pelinegro.- este oso panda te quiere follar bien duro.- soltó ronco mordiendo el óvulo de la oreja del pelinegro.-

Sin antes el pelinegro era un completo descarado en el sexo, a  quién no le importaba lo qué le digan, ahora tenía las mejillas rosadas un tanto apenado por lo que le dijo el castaño.

El castaño tomó al pelinegro de la cintura y lo apegó a el para besar sus labios con pasión, aquí en mierda le importaba si los estuvieran viendo.

El castaño bajo sus manos sobre el redondo trasero del pelinegro y los apretó.- mío - susurró en los labios del pelinegro.-

El castaño cargo al pelinegro haciendo qué enrrollara sus piernas sobre su cintura y camino con pasos un poco torpe al baño. Una vez ahí cerró la puerta con seguro y estampó al pelinegro a la fría pared. Apretó los glúteos del pelinegro bajando sus besos al cuello del mencionado, chupando y mordiendo, dejando marcas en el.

Bajo al pelinegro y quito rápido la ropa del pelinegro y la puso en un lugar donde no se ensucie, dejando al pelinegro completamente desnudo. El pelinegro no se quedó atrás pues quito la ropa del castaño ambos completamente desnudos. El pelinegro marco cada parte del castaño hasta quedar a la altura de su pene erecto que brotaba pre-semen, el pelinegro metió el pene erecto del castaño a su boca para empezar a chuparlo, el castaño soltaba quejidos roncos tirando su cabeza hacia atrás. Estaba recibiendo la manada de su vida, el castaño tomó la cabellera del pelinegro y lo hundió más, haciendo qué se meta todo ese dulce a su boca, comenzó a moverlo, el pelinegro acariciaba las bolas del castaño mientras amamantaba su pene.

Soltó al pelinegro y volteo, el pelinegro se apoyo sobre el lavado mientras qué el castaño ingresaba dos dedos en su interior, no necesitaba lubricante pues el pelinegro ya estaba hecho un desastre por así decirlo. Empezó embestir lo con sus dedos, ambos soltaban quejidos roncos.

El castaño sacó sus dedos y tomo su pene adentrándose en el pelinegro de una sola estocada, sujeto la cintura del pelinegro para empezar con sus duras embestidas












ᴏɴᴇ ʜᴀʟʟᴏᴡᴇᴇɴ's ɴɪɢʜᴛ ∆ ᴊɪᴋᴏᴏᴋ ∆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora