Historias y One--Shot y lemon de Izuku Volumen-2

Flores

"Sé que me fui por 4 meses, Mei, ¡pero eso no excusa lo que hicieron!" Izuku gritó de frustración. Actualmente estaba en el laboratorio de Mei Hatsume, arrojando todo lo que podía tener en sus manos.

"No digo que lo haga, Izuku. Yo sé que no, tú sabes que no. ¡Demonios, Katsuki sacó la cabeza de su trasero y se dio cuenta de que no era así! Se escuchó un gruñido desde la esquina de la habitación.

"Cuida tu boca, perra loca. Pero tiene razón, Deku. Nos queda una semana hasta la graduación, puedes endurecerte y aguantar con ellos una semana más".

"¡Oh, cállate Kaachan! ¡Tu entrada no es útil! ¡Tú y Eijirou son perfectos juntos!" Izuku golpeó otra botella de vidrio en el suelo, rompiéndola. Aparecieron algunos cortes en sus piernas.

"¡Maldita sea, lo somos! La mejor pareja de mierda de la UA Supérate, maldito nerd. Encontrarás el uno o alguna mierda como esa. ¿Realmente eres demasiado débil para manejar un pequeño caso de trampa? Izuku giró el dedo listo para tocar el pecho de Katsuki, antes de ser detenido por el mecánico de cabello rosado.

"Katsuki, sabes muy bien que eso no es cierto. Izuku tampoco ha explicado qué sucedió o cómo se enteró. Todo lo que nos envió un mensaje de texto fue 'Me engañaron, sala de apoyo ahora'. ¿Dejarás que te explique antes de que ustedes dos peleen? Mei interrumpió. Katsuki murmuró sobre su maldad, pero no contuvo. "Bien, Izuku, siéntate y explica".

El peliverde suspiró, su cabeza entre sus manos. Ni siquiera ha llorado por eso todavía, pero sabía que contárselo a sus dos amigos haría que las lágrimas fluyeran. Se tomó un momento para descifrar sus pensamientos, antes de mirarlos a los dos. Se golpeó ansiosamente el muslo, respiró hondo y comenzó.

"¿Ustedes dos recuerdan cómo la Comisión de Héroes me envió a esa misión en el extranjero?" Ante los molestos asentimientos, se apresuró. "Bueno, se suponía que me iría por un mes lidiando con la pandilla, pero el análisis que les dio Corea estaba equivocado, por lo que tomó más tiempo descubrir sus planes de ataque y cómo derrotarlos. Y conoces mis habilidades de análisis, no debería haber tomado tanto tiempo. Eran increíblemente inteligentes. De todos modos, estoy en mi camino de regreso...

Hace cuatro horas...

Izuku había extrañado Japón. Claro, Corea era un lugar hermoso y le encantaban las similitudes y diferencias que veía, pero no se compararía con su hogar. No veía la hora de ver a Ochako Uraraka, el amor de su vida. Habían estado juntos desde su primer año, e Izuku sabía en su corazón que le iba a proponer matrimonio en el momento en que estuviera entre los diez primeros. Ya era el número 32 y aún no se había graduado. Oh dios, tendría tanto trabajo que hacer. Esperemos que Aizawa sea fácil con él. Tal vez si finge una lesión. No, no funcionaría con su sensei.

Izuku se rió en voz baja para sí mismo en el tren casi vacío. Aparte de algunos adultos frenéticos aquí y allá, y una anciana que tejía sola, estaba solo. Originalmente, iba a recibir a su novia y mejor amiga Tenya Iida en el aeropuerto, pero estaba increíblemente lleno. Ya había sido visto por paparazzi dos veces, y realmente no tenía ganas de involucrar a esos dos. Así que les envió un mensaje de texto rápido diciendo "¡Cambio de planes! Te veré en la estación de tren entre Shizuoka y Aichi. ¡Debería estar allí alrededor de las 4:30 am!" Su texto fue recibido con emoción y buenos deseos. Al notar que el tren se acercaba a la estación, se acercó a una de las ventanas. Su vagón de tren estaba más cerca del frente, por lo que Izuku sabía que tendría que caminar unos minutos para encontrarse con ellos. Al ver las formas y figuras de sus dos amigos, empezó a saludar. Mientras pasaba junto a ellos, muy lentamente, vio la mirada tensa de Tenya. ¿Había algo nuevo con su hermano? Tendría que preguntar.

Ochako saludó salvajemente, saltando arriba y abajo, sonriendo de oreja a oreja. Dios, estaba tan feliz de verla. No podía esperar a tenerla en sus brazos de nuevo, oliendo su champú y sintiendo su calor contra su piel fría. ¿Se había bronceado como él? ¿O se había puesto más pálida por el estudio y el entrenamiento en el interior? Dios, no podía esperar para ver.