28. Esa sonrisa

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James entro, dejo su mochila en el suelo y separo una bolsa de las que había traído, se metió en la habitación y se sentó en el borde de la cama.

- Hola encanto – saludo besando su mano

- Hola ¿Qué tal tu día?

- Bien, hice algunas compras y compre las pastillas que recomendó el médico, y recuerda tienes cita mañana, yo estaré para llevarte – dijo sacando las cosas de la bolsa, pastillas, vendas y ungüento

James se sentó al lado de ella en la cama y dejo un beso en su brazo.

- ¿Qué tal esa costilla? – pregunto levantando su camiseta

- Mejor, creo – susurro

- ¿Me regalas una sonrisa? – pidió tomando las cosas que había dejado en la cama

Ella forzó una sonrisa.

- Tienes más bonitas, pero te prometo que te haré volver a sonreír – dijo inclinándose y besando su abdomen, se alejó – Ya tienen un mejor color, a ver – dijo levantando el área de su brazo cortada, la acaricio – Hay que cambiar esto – dijo viendo la venda – Te traje algo para ver si se dibuja una sonrisa

James estiro el brazo y tomo una rosa y un paquete de caramelos, ella liberó una pequeña sonrisa.

- Me encanta esa sonrisa – hablo abriendo el ungüento

- Te prometo que lo intentare más seguido

- Esta bien, yo no sonreía mucho hasta que conocí a cierta sokoviana de ojos verdes – dijo curando sus heridas

- Gracias por aguantar mi mal humor y curarme

- Te aguantaría de por vida si es necesario y también te curare de por vida y esta vez si te voy a cuidar

- No es tu culpa

- Era mi parte cuidar de ambos – dijo deteniendo su acción

- No es culpa de nadie, estoy segura de que no volveremos a pasar por esto

- No, mientras yo pueda hacer algo – sonrió

Ambos se quedaron en silencio mientras James la curaba y ella comía los caramelos que Bucky le había regalado.

- Bien tenemos que curar este brazo – dijo levantando la manga del sudadero – Pero a cambio quiero algo – pidió, Olivia se detuvo – Un caramelo y que veas una película conmigo

- Acepto, pero no eres un profesional, cobras muy caro para no serlo

- Tengo mucha experiencia, se lo prometo. Fueron muchos años, no tenía quien me curara – dijo forzando una sonrisa dolida

- Cuando pueda pararme sola, volveré a curarte

- Están bien los papeles invertidos, no puedes ir muy lejos sin mi – dijo cortando con los dientes el micropore

○●○●○

Olivia se levantó al no escuchar ruido, salió de la habitación y busco por el pequeño apartamento, vacío. Se metió en la cocina para buscar algo de agua, pero se detuvo al ver un ramo de rosas sobre la isla de la cocina, al lado había una nota.

"Salí con Sam, quería ayuda con el barco. Si quieres compañía llámame, está bien si quieres estar sola. No quiero molestarte, así que avísame si prefieres que me quede en casa de Sam."

Encontró una segunda nota y se sentó en el sofá para leerla, era más larga.

"Feliz año de amistad, ya sé que somos pareja, pero hoy hace un año mi vida cambio. Cambiaste mi vida en un par de horas, volviste a dibujar una sonrisa en mí. Aunque pasaron muchas cosas, la más importante es que empecé a volverme adicto a tu sonrisa, solo quería volverte a ver sonreír cuando llegué a casa, desde ahí supe que no quería ser tu amigo, me estoy desviando. Lo que en realidad me hace feliz es sentir tu mano rozando la mía, tus labios sobre mi piel. Desde el día uno supe que lo nuestro no podía quedarse así, quería que tú me miraras con... no sé cómo describirlo, pero quería que tu sintieras lo que yo sentí cuando me miraste a los ojos. Mariposas, eso era. Así que hoy hace un año me reencontré con la chica que cambió mi vida, te adoro. Gracias por siempre estar para mí, eres una genial compañera, la amiga que todos quieren, mi persona favorita desde hoy hace un año. Odio ser incapaz de hacerte sonreír, porque eres hermosa, pero con una sonrisa aún más. Espero poder ayudarte, dime como puedo ayudarte, dímelo y lo hare. Solo quiero de regreso a esa chica sarcástica, con malos chistes y una risa que amo. Extraño despertar con quejas y tener que preparar café cada mañana a las 6. Quería que hiciéramos alguna tontería romántica hoy, pero entiendo que no estes bien. Hay helado en el refrigerador y en la sartén algo de pasta, tu favorita, lista para calentar.

Te encontré ( LIBRO 2 )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora