Te encontré ( LIBRO 2 )

58. "Secuestradores"

Olivia entro en el gimnasio, James y Sam peleaban mientras Joaquín hacia de muerto en el suelo dando sorbos a una botella de agua elevando mínimamente la cabeza, ella le coloco un pie sobre el abdomen, sin hacerlo con presión, dramatizó. Olivia se sentó junto a él.

Él se sentó junto a ella y dejo reposar su sudado cuerpo en ella.

- ¿Quien? - pregunto

- El idiota de tu prometido, es incansable - se quejo

- Hey - se quejo James volteando a verlo

Sam rió, estaba distraído.

- No - lo amenazó Olivia - La boda es la otra semana, y no quiero un prometido con un ojo morado

- Que sucio - volteo a verlo James

- Ya baja - pidió - Tienes que probarte el traje, cita con la psicóloga - le recordó - Debemos recoger el ya sabes - le comento

- Bien, me pondre una camiseta limpia y vamos - acepto quitándose los guantes

- Pero, necesito un compañero - se quejo Sam

- Joaquín - ofreció ella, los tres lo miraron en el suelo, nego

Olivia le ofreció una barra de chocolate, Joaquín dudo analizandola, la tomo, abrió y mordió, pareció revivir.

- Te amo - James trato de asesinarlo con la mirada - Barra de chocolate - termino Joaquín - Poquito celoso - se rió, sentándose y mordiendo otro trozo

- Algo - rió Olivia

James se giro a mala gana a cambiarse, se sacó la camiseta, la cambio por una limpia, desodorante, sudadera, algo de perfume, tenis y listo.

- Ya - habló acomodando la capucha de su sudadera

- Perdonen el robo, pero lo necesito para medirse el traje - se disculpó

- Claro, lo perdemos - bromeó Sam viendo a Joaquín

Ambos hicieron un falso drama apoyándose el uno en el otro.

- Próximo preso - bromeó como despedida siguiendola

Olivia lo tenía de la mano, lo aló hacia ella hasta que su pecho choco en su espalda.

- Me adoras - susurro caminando

- Más que a nada - respondio besando su oreja

Ella sonrió.

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James y Olivia llegaron a una fiesta por separado, una beneficencia. Para tomarse algunos días debían trabajar a montones.

- Que hermosa mujer - escucho Olivia a sus espaldas

Un chico rubio, alto, camisa azul.

- Lo es - afirmó otra voz que ella reconocería siempre, su brazo aferrado a su cintura - Y si mi novia es la mujer más hermosa que existe - beso su cabello

El hombre elevó las manos mostrando su inocencia y se alejó.

- Mi celoso favorito - giro a verlo

- Solo estuve de acuerdo con él - aseguro sin importancia - Mi novia es hermosa

- Prometida - lo corrigió en un susurro

- Es nuestro secreto encanto - susurro de regreso

- Eres hermosa, te ves hermosa y ese anillo te queda hermoso - le ofreció su trago

- Ese anillo me hace tu futura esposa - se lo mostró

- A mi el hombre más afortunado - tomo su mano y la beso