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❍❝ Narra Chifuyu. ❞❍
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「 Dos meses después. . . 」
Camino lenta y tranquilamente por el lugar, mis pisadas dejan huella en la arena y a su vez cruje bajo mis pies. Me detengo cuando estoy relativamente cerca del mar, las olas se arrastran de arriba a abajo lentamente, como si estuvieran saludándome de una forma gentil.
Sujeto la bolsa en mis manos con un poco más de fuerza antes de tomar asiento en la arena, un poco alejado para que el agua salada no llegue a mí. Observo al horizonte, como el sol se esconde a cada minuto tras el agua dándole la bienvenida a la noche, la luna y las estrellas.
Suspiro suavemente y saco un canole de la bolsa que está en el suelo a un lado de mi anatomía, llevo aquel rollo dulce a mi boca y le doy un pequeño mordisco. El sabor dulce no tarda en inundar mis papilas gustativas, y el sabor es tan familiar que no puedo evitar sentir nostalgia y con ello el deseo de llorar llega a mí.
—Hola _______. . . —murmuro aún mirando la fuente de agua frente a mí— Dije que vendría a visitarte, ¿Recuerdas?.. Sé que tardé un poco en hacerlo pero. . . Si te soy sincero, no podía creer que habías muerto. .
Suelto el aire en mis pulmones lentamente, escuchando la arena moverse tras cada ola del mar, como si de alguna manera, estuviera respondiéndome.
—Me sentí tan culpable de tu muerte por semanas. . . Me preguntaba que hubiera pasado si no hubiera insistido, ¿Aun estarías aquí? Tal vez sí, aunque me hubiera roto el corazón verte deprimida en esa silla de ruedas. . . Pero después de un tiempo entendí que "el hubiera. . ." no soluciona nada y que. . . —hago una breve pausa, dándole una última mordida al canole— El mundo es tan injusto. . . Y ahora que esto pasó pienso que lo es, y mucho. . Demasiado, a decir verdad.
Muerdo mi labio inferior por un instante, mi vista se vuelve borrosa me es complicado hablar debido al nudo que se forma en mi garganta. Trago saliva dificultosamente y exhalo a mi propio ritmo.
—Me gustabas. . Me gustabas tanto, maldita sea. —bajo la cabeza y observo la arena, una inesperada impotencia comenzar a inundarme— Y en verdad me hubiera gustado decírtelo antes. . Pero soy tan cobarde que no pude decirlo a tiempo. . . Y lo lamento tanto, en verdad.
Vuelvo a exhalar, pero esta vez temblorosamente. Junto mis manos y las aprieto suavemente, queriendo transmitirme a mí mismo la fortaleza para continuar hablando antes de que mi voz se quiebre por completo.
—Tus padres, Kanao, Kazutora. . Y yo. . . Todos te extrañamos tanto, pero estaremos bien. . —sonrío al mar, como si estuviera sonriéndole a ella en carne propia. Y en el momento en que cierro mis ojos para sonreír las lágrimas se desbordan de mis ojos— Así que no te preocupes, porque seguiremos adelante. . Gracias por todo _______ y siento no haber tenido el valor suficiente para decirte lo que sentía y lo importante que eras para mí. . .
Luego simplemente guardo silencio, observando como el sol termina de ocultar sus últimos rayos de luz y la noche se hace presente dándole paso a una brillante y hermosa luna. Las estrellas en el oscuro cielo se reflejan en el agua y brillan con tanta belleza e intensidad que por un momento la recuerdo a ella. . Sus ojos. . . Su rostro. . . Su voz. . . Solo a ella.
Y solo sonrío, porque sé que sin importar que tan separados estemos del otro. . . Siempre nos unirá aquella extraña conexión nuestra. .
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