— Es un imbécil, lo odio, lo odio, lo odio, tiene mierda en la cabeza o que, ¿por qué? ¡AHHHHHH!. — estaba furioso, había intentado salir con Canadá, el cual, le terminó diciendo después de dos meses que realmente estaba confundido y no sabía que sentía, terminando con él, ya que quería salir con otra persona que le llamaba la atención, pero no le dijo el nombre.
Guatemala se acomodó a su lado, y dejó su cabeza en el hombro del más alto.
— Sal conmigo. — dijo como si nada, México lo miró sorprendido y enojado, ¿por qué diría eso gusto cuando lo acaban de terminar?.
— Estas demente, ¿eres imbécil también o que?, acaban de terminar conmigo, y vienes como si nada diciendo "Sal conmigo" como si fuera algo normal. No, no voy a salir contigo, ni siquiera me gustas. — dijo mirándolo con disgusto.
— ..bueno, a mi me acabas de rechazar. A mi si me gustas, pero, no se.., ahhh, puede que si sea idiota después de todo.
— Definitivamente lo eres.
— Por favor, déjame sanar tu herida.
— No.
— ¿Por qué?.
— Literalmente no me gustas, solo somos buenos amigos, creo, me acaban de terminar por otra persona, y no tengo ganas de usar a nadie para olvidar eso. — contestó frustrado —. No quiero que sanes una herida que no provocaste.
— Pero quiero hacerlo, aunque no la haya echo yo, quiero que me uses para sanar.
— Eres un loco.
— Por favor. — pidió apretando el borde de la camiseta del contrario.
México lo miró, esta vez sin ninguna expresión, sus ojos estaban vacíos, más que antes. México se dijo mil veces "perro loco" en su cabeza, estaba mal lo que iba a hacer, pero por alguna razón, le generaba cierto morbo y curiosidad.
— ..esta bien, hazte cargo de las consecuencias.
Guatemala sonrió y cerró sus ojos, mientras seguía con su cabeza en el hombro de México.
— Gracias.
Mucho de países con patas, lo se, luego tengo pensado hacer una historia de- ejem, algo jiji.
En fin, me gusta el México x Guatemala, es lindo, creo. Esta historia va a ser muy rara, que lo sepan.
Me despido, muack, adioooos.
