Guatemala observaba a quien se supone que era su pareja, México. México estaba sentado en el piso leyendo un libro, recargando su cabeza contra el sofá.
Le parecía tan lindo.
Terminó de hacer las dos tazas de café, y las fue a poner en la mesa frente a México.
— Te hice una taza de café, se que te gusta mucho, no por algo tienes como 20 tarros en la despensa. — México volteó a verlo a él, luego al café, volvió a verlo, y le sonrió, por fin, en los pocos días de relación que llevaban por fin le estaba sonriendo.
— Muchas gracias.
El menor se puso rojo, sonrió y se sentó en el piso al lado del chico.
— De nada, te quiero.
México no dijo nada, solo tomó un sorbo de café y siguió leyendo con Guatemala aún lado, recargando su cabeza en su hombro leyendo su libro o lo que podía.
A pesar de que México no demostraba ninguna pizca de amor, le hacía sentir bien que tampoco rechazaba sus muestras de cariño.
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— Me gustan las margaritas, son lindas.
— Supongo que si. — tomó una margarita, y observó al menor, la coloco en su oreja, como si fuera un pequeño adorno para su cabello —. Te ves lindo.
Guatemala sonrió con un pequeño rubor
— Gracias..
— Vamos a casa, esta haciendo frío, podemos enfermar. — comenzó a caminar, el más pequeño lo seguía tomando la manga de la sudadera del mayor.
Se sentía tan bien.
El dibujo no lo hice yo, lo hizo mi amix el artista uwu.
