La organización, ONU, había reservado un gran restaurante, quería una bella reunión de convivencia, hacer a los países relajarse con una buena cena.
Todos iban, o al menos la mayoría.
México no era la excepción, nunca le quedaba mal a ONU, eso intentaba, así que con todo el valor del mundo y madurez, se puso un buen traje y un buen perfume.
Sentía que iba a vómitar cada que pensaba que probablemente le iba a ver la cara a Guatemala, sentía una gran presión dentro de él, ya que habían pasado semanas desde aquello.
Sin más, salió de casa y fue en su auto hasta el restaurante. Entró, observando a todos los países juntos con sus grupos. México suspiró pesadamente y fue llamado por Colombia para que se sentara con los demás.
Todos estaban hablando, su cabeza no estaba concentrada en nada ni nadie, solo escuchaba parloteos y el leve sonido de la música.
— México, te ves distraído. — dijo Perú casi en susurro, mirándolo preocupado.
— Estoy bien, solo no tenia ganas de venir, pero no puedo quedarle mal a ONU.
Perú sonrió y se tranquilizo un poco.
Todos los chicos en su mesa comenzaron a beber alcohol, al igual que todos los demás, algunos hasta quedando borrachos.
México por su lado solo estaba tomando su tercera copa de vino. Se volteó a ver al centro del restaurante, había gente bailando. Sus ojos se posaron en Guatemala, quien estaba bailando con su pareja, un sentimiento de vacío llegó a él y apartó la mirada.
Sintió como unos ojos estaban en el, mirándolo, sentía una mirada fija, y por fin supo quien era, Canadá lo miraba fijamente, aún cuando México volteó a verlo, siguió haciéndolo con la misma intensidad. Canadá lo veía mientras que su pareja estaba encima de él besando su cuello.
Canadá de su parte estaba fascinado con ver a México en traje y notar que él y Guatemala estaban separados, noto como México no hablaba con Guatemala, sabiendo que algo había pasado entre ellos, nada podría ponerlo más feliz.
Miraba a México, deseando que fuera el quien estuviera encima de él, sonriendole a México y golpeando su pierna insinuandose.
Guatemala observó al mexicano ver algo y noto que estaba mirando a Canadá, y viceversa, su cuerpo tuvo un escalofrío y sintió un calor en su pecho, una presión que lo hacía sentir extraño.
México frunció el seño y se volteó, a su mesa, concentrándose ahora en su celular.
Canadá sonrió y le pido a su pareja ya tomada que se fuera al hotel a descansar, su pareja un poco molesta pero sabiendo que era por su bien le hizo caso y se fue a descansar.
El canadiense aprovecho y saco su celular mandándole un mensaje a México.
"Ve a la entrada del restaurante"
México miró el mensaje, no quería ir, pero la curiosidad lo estaba matando. Guatemala seguía observando como Canadá veía al chico y después miraba su teléfono, sabía que esos dos, o por lo menos Canadá intentaba algo.
La pareja de Guatemala lo notó y le llamó la atención, el chico se disculpó y actuó como si nada.
Canadá salió a la entrada, esperando pacientemente a México quien al final se decidió a salir.
— ¿Que necesitas?. — preguntó el chico de cabello marrón, mirando al canadiense fijamente.
— Rien, je voulais juste te voir et te parler(Nada, solo quería verte y hablar contigo). — dijo el más alto, sonriendole de una manera.. rara, una sonrisa prepotente y engreída.
— Eres idiota, ahora que estás con él no puedes dejar de mirarme o intentar acercarte. ¿Sabes que no puedes tener todo, verdad?. — México se recargo en la entrada, mirando al chico, el cual río un poco.
— Je le sais parfaitement, mais si tout avoir, c'est t'avoir, alors je m'efforcerai de l'obtenir à tout prix(Lo sé perfectamente, pero si tenerlo todo es tenerte a ti, entonces me esforzaré para obtenerlo a toda costa). — México rodó los ojos y lo miro.
— Eres un maldito descarado, y lo sabes, como sea, me voy. Compórtate e intenta mantener tu maldita apariencia con la gente que aún no te conoce. — México volvió a entrar al restaurante, pasando a un lado de Guatemala y su pareja al entrar, ignorandolos por completo.
Guatemala al salir notó a Canadá, el cual al verlo le sonrió con burla.
Este idiota..
Pensó, mientras lo veía mal. Guatemala y su pareja se fueron al hotel donde todos de iban a hospedar, Canadá por su lado también se fue al hotel.
Tanto Guatemala como Canadá, iban a tener una noche de sexo con sus parejas.
México estaba al fin sin esos dos en el restaurante tranquilo, comenzando a sentirme bien. Sin saber que ambas ex parejas estaban pensando en lo mismo.
"Ah...México"
Ambos gimieron el nombre de aquel chico de cabellos marrones, sus parejas los miraron y pararon el acto.
Sin dudas ambos estaban en el mismo problema, el arrepentimiento de sus actos ante México estaba en ambos, el extrañarlo y el desearlo de vuelta crecía en ellos, eran diferentes pero tan iguales.
Esa misma noche las parejas de ambos terminaron con ellos.
QUE ONDA, aquí intentando retomar mis libros jaja (matenme).