Capítulo 8: Shock.

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Expectantes ante la situación, los presentes dejaron su cena a un lado para ver con asombro las agallas de su compañero mientras algunos rezaban para que no obtuviera un rechazo.

Haechan se hallaba en silencio, siendo observado por los demás. Sabía lo que iba a decir, pero no entendía las razones de Sungchan para tomarse el tiempo de organizar todo eso, ¿no pudo decirlo un momento en su habitación?

—Sí —el remitente abrió los ojos hasta más no poder, la idea de la flecha había sido de Jeno y sinceramente no pensó que iba a resultar tan bien.

Murmullos comenzaron escucharse en la sala. Jeno chilló de felicidad ante la victoria de su amigo y otros arrugaron la cara en forma de confusión, pensando en si Haechan había tenido alguna experiencia en ese ámbito, luego descartaron la idea al concluir que era imposible.

Sungchan soltó una risa nerviosa acompañado de un suspiro y comenzó a caminar hasta la mesa, en dirección al moreno—. ¿Qué tema hay que tratar?

Sungchan se detuvo, ¿temas? Además de conocerse mejor no tenía otro plan para resaltar, esperaba que la conversación fluyera con normalidad y si era necesario soltaría el 80% de las palabras en la cita, sabía muy bien como romper los silencios. Pero, eso no quería decir que hubiera anotado los temas en un papel para luego recordarlos.

—¿Conocernos… —no iba a sonar como una pregunta, se supone que había repasado con Jeno todos los escenarios que pudiera existir y las respuestas correctas para cada duda que tuviera el moreno… pero comenzaba a pensar que no estaban en una misma línea de comunicación.

—Ya nos conocemos —sonó cortante, aún así no había sido su intención y el menor captó eso. Según la vista de Haechan sus palabras eran un hecho, sabía que el individuo a unos pasos de él se llamaba Jung Sungchan y que aquel chico también conocía su nombre, habían pasado unos cuantos momentos juntos y por lo que llegó a conocer, Jung no padecía ningún trastorno de amnesia.

Renjun soltó una pequeña risa, que ahogó bebiendo un sorbo de su agua, luego se recompuso y habló.

—No Haechan, no de esa forma —intentó explicarle, y solo hizo que el susodicho volteara la mirada hacia su él.

—Una cita es un encuentro de dos personas para tratar o llegar a un acuerdo —repitió tal como había aprendido—. Si Sungchan no tiene algún tema que tratar entonces no es una cita.

—Eso es una cita de trabajo —le aclaró Renjun con una sonrisa—, Sungchan te propuso una cita romántica, donde una persona está interesada en otra y bueno, quiere conocer sus gustos, su personalidad, y todo sobre ella.

Haechan desvió su mirada hacia el segundo más alto en la sala, viendo sus mejillas tornarse de rojo y dar un medio asentimiento a las palabras de Renjun.

—Cita romántica, —dijo en voz baja—, ¿quieres?

—Mientras no interfiriera con las misiones —respondió con simpleza y luego observó a la reacción de su líder, quién le dirigió una pequeña sonrisa.

Se levantó con la flecha en mano, habiendo terminado con su comida pidió el permiso al líder para irse a la habitación, pasándole por un lado a un Sungchan todavía pálido.

—¿Estás libre mañana? —le detuvo el chico con una voz baja.

—Sí —devolvió el moreno antes de seguir su camino hacia el ascensor y perderse de vista.

En menos de cinco minutos se encontraba frente a su habitación, podría haber entrado hace un rato si no se hubiera estancado recordando la situación anterior. Veía la flecha y luego la puerta de una forma repetitiva.
Había dicho que sí, eso estaba claro. La confusión que tenía en esos momentos eran la razones por las cuales Sungchan hizo todo eso, ¿cuál era su objetivo?

Emociones. (Markhyuck)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora