OBSESIÓN

Él volvió

Llegue a la escuela algo tarde, ayer estuve tan agotada que no me di cuenta de cuando la alarma sonó.

Di un portazo, el profesor y el resto de la clase me miraba extraño.

-Lo siento, puedo pasar?- el maestro de química miró su reloj y iba a hablar cuando alguien interrumpió

-Solo son 30 minutos- esa voz me hizo sentir un escalofrío detrás mío, su cuerpo estaba tan junto al mío que podía sentir como su mano rozo con la mía

-Lo siento, entren en la segunda hora, la clase ya comenzó- dejo de mirarnos y entendimos que nos mando a la mierda.

No quería voltear, me causaba euphoria ver su rostro.
Me hice a un lado iba a caminar a dirección contraria cuando me tomó de la mano.

-Hey, acaso no me dejaras mirarte hoy?- senti un escalofrío en todo mi cuerpo y sentí como mis piernas sudaban por sentir ese tacto.

Me gire lentamente y lo vi con esa sonrisa tan peculiar de él, su cabello tan oscuro como siempre y su piel pálida y esos ojos que demostraban gran desveló.

-Kevin- el apretó más el agarre y se acerco más

-Vamonos- estábamos tan cerca que podía sentir su respiración golpear en mi cara -vayamonos de este lugar de mierda-.

Le di una mirada rápida a la clase, cerré los ojos y asentí, en un par de segundos comenzamos a correr por el pasillo de la escuela hasta salir de ella, el en ningún momento soltó mi mano.

-Te llevare a un lugar secreto- lo mire dudosa pero no me negué.

Caminábamos algo apresurados, entre a unas calles que no conocía, al llegar vi una casa algo pequeña pero linda, no me dijo de quien era, solo entramos y todo estaba perfectamente limpio.

Deje mis cosas en un asiento para después admirar las cosas que habían ahí, era muy bonito todo, era como una alcoba.

Kevin se tiro en un sofá, se dedicó a mirarme, me ponía nerviosa.

Empecemos a hablar como si grandes amigos fuéramos, ninguno tocó el tema de atrás, solo era el presente.
Estábamos sentados en el mismo sofá, el jugaba con su cabello y después me miró, su mirada era fría como siempre, pero estaba vez tenía otra esencia.

Se acerco más a mi, y paso un poco de mi cabello detrás de mi oreja.
Me miró por un instante y después junto nuestras frentes.
Cerro los ojos y estaba algo tembloroso

-Lo siento, es mejor que te vayas- lo mire algo enojada y triste, pero conmigo, no podía creer que fuera tan estúpida de nuevo.

-Eres el mismo, no quiero que me vuelvas a hablar en tu vida- me separe bruscamente y agarre mis cosas, estaba apunto de abrir la puerta para largarme de ahí cuando el la azotó detrás mío sin dejarme ir.

-Dejame salir, no quiero verte- me gire para empujarlo pero el era más fuerte que yo y no se movió ni un poco.

Volvió a juntar nuestras frentes pero esta vez apretando mis brazos.

-Mierda, no te das cuenta?, no soy bueno para ti, quiero alejarme de ti pero es tan difícil, odio sentirme tan vulnerable, mierda, lo único que quiero es tenerte- tenía los ojos cerrados y su agarre cada vez era más intenso provocado que me quejara un poco.

-Te alejé, pero me enferma verte con otros, ver como te desean y quieren hacerte cosas tan asquerosas, quiero matarlos, no me importaría volverme asesino si fuera por ti- me miró y junto más su cuerpo con el mío.