LOVE ME | BINSAN

VIII. Hurt

Cinco días después...

El vuelo de los chicos se retrasó, estarán de vuelta el próximo viernes por la mañana, así que después de la sesión de mañana, tendrán todo el fin de semana para descansar. –Entregó las maletas de práctica de los jovenes, que sin decir nada las tomaron. Nos vemos chicos.

Hyung, ¿hasta cuando me dejará de ignorar? –Dijo al cerrar al cerrar la puerta, dejando su bolsa en el suelo para perseguir a su hyung. Lleva casi toda la semana sin hablarme. –Fue detrás de él directo a la cocina quién se estaba sirviendo un vaso de agua. Debemos hacer las paces, estaremos un fin de semana aquí y será incomodo si sigue actuando así. –Sanha sentía una impotencia de que su mayor no cruzara una palabra en toda la semana, el mayor bebió tranquilamente de su vaso. Puedo tolerar el hecho de que me trate como a un niño.. pero, no que me ignore. –Bin quería pasar pero la mano de Sanha en su muñeca lo detuvo. Bien, yo también puedo jugar. –Sin entender a que se refería el menor, lo jaló hacia él para besarlo, pero, poco duró el beso ya que Bin lo empujó para apartarse.

Sanha detente, yo soy tu mayor y a ti ya te gusta alguien, no te confundas... –Desvió la mirada, a lo que Sanha le tomó una de sus mejillas para que lo mirase.

¿Cuándo empezará a notarme? –Sanha quería llorar de impotencia, de no sentirse lo suficiente para Bin y que este lo notase.

Sanha... –La boca de Bin se cerró por un momento al ver los ojos rojizos del menor debido al conerse para no llorar, una imagen que no se le borrará tan fácil de su mente.

Me gusta hyung... -Declaró firme.

¿Y ese chico? –Preguntó como respuesta.

Solo me gusta usted, no puede haber nadie más... es mi primer amor. –Confesó sintiendo su voz al borde de un hilo. Lo dije por que me quería acercar a usted.

Eres como mi hermani... -Le interrumpió porque sabía que esa frase completa lo terminaría de marcar y de paso romper su frágil corazón.

¡No lo diga! –Respiró profundo, tratando de aguantar el dolor de la punzada en su pecho. Por favor, no lo diga. –Cerró con fuerza sus ojos. Ya entendí y no necesito que diga más. –Retiró su mano del rostro de Bin como si su piel quemara.

Sanha, yo... -Al escuchar la voz lastimera del menor se arrepintió de sus palabras. No era su intensión de decirle eso, pero aun estaba confundido.

No se preocupe hyung, no lo incomodaré con mi presencia, solo hablaremos lo esencial. –Dejándolo con la palabra en la boca se retiró a su habitación. No le haré las cosas difíciles a usted y al grupo, me retiro...

Yo... lo siento... -Bin solo miró como el menor cerraba la puerta de su habitación.

Vestido de negro de manera casual, Sanha salió de la habitación con el plan de reunirse con algunos de sus amigos, pero para su mala suerte se encontró a Bin en la sala, este le miró extrañado de que saldría a estas horas de la noche cuando el toque de queda en los dormitorios es de las nueve, porque si lo dice MJ es ley.

Sanha, mañana tenemos la sesión. –Le recordó.

Solo será un rato. –Comenzó a caminar después de su seca respuesta. Bin lo tomó de la muñeca para detenerlo, Sanha miró la mano de Bin para después mirar a su mayor, el corazón de Bin se oprimió al ver la mirada vacía del más joven.

Pero... -No pudo seguir al ver la mirada fría que le dedicó el menor, ¿desde cuando Sanha podía mirar así a la gente? jamás le había mirado de esa manera y mucho menos se lo podía imaginar que lo haría, pero ahí estaba esa fría y vacía mirada que lo hizo callar.

Sé lo que estoy haciendo, adiós hyung. –Le interrumpió secamente quitando la mano de su mayor, para después salir del departamento.

No pensaba hacer algo malo solo se reunió con sus amigos y se fueron a beber a un puesto de comida callejera no tan retirado del departamento, solo necesitaba despejarse, le dolía el rechazo de su hyung, pero haría su mayor esfuerzo por superarlo y tratar de no incomodar al grupo, pero, por ahora se desquitaría bebiendo y riendo un poco a lado de sus amigos de la universidad.

Bin no estaba bien, se encontraba solo en el departamento y no tenía las agallas de ir por su menor, si tan solo no le hubiera gustado el beso, no, más bien si tan solo no le hubiera hecho caso en su propuesta todo sería diferente.

Estaba muy consciente que no se podía poner demasiado borracho por el trabajo que tenía mañana y que no podía echar a perder los meses de esfuerzo y trabajo solo por un descuido de beber de más, dieron las once, pagó la cuenta y se despidió de sus amigos para regresar de nuevo al departamento.

Respiró hondo, ya que él se sentía culpable de cómo expuso sus sentimientos y hacer sentir a su hyung presionado de darle una respuesta, bueno... un rechazo directo al escuchar que lo veía como su hermano menor, pero no había vuelta atrás, su hyung lo sabía y probablemente ya no será como antes, estaba consciente que debía ser lo más profesional posible, aunque eso doliera. Sin hacer ruido entró al departamento, pero, para su sorpresa Bin lo estaba esperando en el mismo sillón dónde lo despidió.

Llegaste. –Se paró del sofá, el corazón de Sanha se hizo chico al pensar que Bin lo había esperado todo este tiempo, pero su esperanza fue cayendo al darse cuenta que Bin estaba a cargo de él y por lo tanto era su obligación de que estuviera bien.

Si. –El menor pasó de largo al ver como Bin avanzaba hacía él, lo que menos quería era ilusionarse más de él.

Por que para Sanha es una estrella inalcanzable...

Sanha tenemos que hablar. –Ahora era Bin que iba detrás de él.

Si no es de trabajo, no tenemos nada de que hablar sunbae. –No deseaba escuchar como lo rechazaba su hyung nuevamente, ni siquiera necesitaba explicaciones del por que no era correspondido, no deseaba quemarse de tristeza. Permiso. –Dicho esto cerró la puerta, sentía como su garganta quemaba y como ardían sus ojos, pero aun así se cambió de ropa por una muda de pijama y una vez listo, se tiró a su cama, una lágrima rodó por su mejilla. Esa lágrima sería lo único que le lloraría a Bin, en esa lágrima iba todo el dolor que sintió al escuchar esa mitad de rechazo.

Mañana será un nuevo día, un nuevo comienzo... -Y sin más cerró sus ojos. Un mal día solo dura un día...

Bin después de un tiempo se armó de valor para entrar a la habitación del menor, y es que necesitaba aclararle de que ese beso lo había confundido por que le gustó, a pesar de que fuera su menor... pero, al abrir la puerta se topó con el inconveniente de que Sanha estaba profundamente dormido gracias a la influencia del alcohol. Sintió una punzada en el pecho al ver que su menor había llorado, pasó dos de sus dedos para limpiar el rastro de la lágrima y sin darse cuenta el camino lo llevó hasta sus labios.

No sé, que es lo que me pasa Sanha, ¿por qué ahora te veo diferente?... -Dijo en voz baja para después salir de la habitación.

Tenía mucho que pensar...