¿𝘘𝘶𝘪𝘦́𝘯 𝘦𝘴𝘵𝘢́ 𝘵𝘳𝘢𝘵𝘢𝘯𝘥𝘰 𝘥𝘦 𝘮𝘢𝘵𝘢𝘳𝘮𝘦?

¿Un Espía?

Debe haber alguien que escucha lo que digo... ¿Tendrán micrófonos en mi cuarto?, Es hora de colocar cámaras de seguridad dentro de la casa en todos los lugares posibles, creo que esto rompe mi propia privacidad... Aunque podría instalarlas en lugares estratégicos para que no se den cuenta de que existen, pero antes de tomar cualquier decisión debo estar seguro de que hay alguien escuchando cuando hablo en voz alta, ¿Pero cómo lo haré?.

Judith entró a la habitación desvaneciendo mi lluvia de ideas por completo.

Judith: Aquí están sus nuevas pastillas, conseguí las mismas de la receta señorito, supongo que con estas volverá a la normalidad sin decir tantas barbaridades.

Josh: Oh... Entiendo... ¿Qué médico autorizó esas pastillas Judith?

Judith: Precisamente su tío señorito, como favor para que se pueda mejorar rápidamente.

Josh: Ya veo... (Inmediatamente tragué en seco y sentí como mi respiración paró, todos mis sentidos se agudizaron)... Déjalas aquí en la mesa, ahora me tomo un par, gracias Judit.

Judith: Es todo un placer señorito.

Y aquí es dónde les pregunto; ¿Que hubieran hecho ustedes?, No me iba a tomar esas pastillas, ¿Y si soy alérgico a eso?, ¿Que tal si en realidad no son sólo pastillas sino que me llevarán a conocer a mi madre?, No, no y no. Inmediatamente fuí al baño y las tiré al inodoro, en su lugar llené los frascos de vitaminas que tenía y con esto podría seguir asegurando mi vida, o eso creo.

Antes de acostarme se me ocurrió una idea, aunque podía ser estúpida pero más o menos es de esta forma; En este instante podría hacer como si las pastillas estuvieran haciendo algo en mí, así vendrían y el primero que lo haga sería el responsable de escuchar todo lo que pasa en mi habitación... Aunque si en vez de eso las pastillas son a largo plazo, quedaría como un grandísimo estúpido y probablemente vengan a matarme sin piedad ya que sabrán que estoy enterado de sus planes, ¿Que debo hacer?.

Mateo: ¡Querido primo!, ¿Cómo te encuentras en este maravilloso día?

¿Cuándo carajos entró?, Maldición estoy solo con él.

Josh: Okey dejémonos de estupideces y ve al grano, ¿Quieres?

Mateo: Definitivamente te volviste todo un amargado jaja, que desgracia, antes era más divertido pasar tiempo contigo... Primito.

Debía tener en cuenta todo lo que sabía, podría morir ahora en sus manos, tal vez no, pero necesitaba a Judith conmigo.

Josh: Mmm... Creo que tomar tantas pastillas me está volviendo loco.

Mateo: Ohh, no, no, no... Esas pastillas te las recetó mi padre con mucho gusto para hacerte sentir mejor, no menosprecies su ayuda por favor.

Josh: Lo sé, lo sé, ¿No quieres ayudarme?

Mateo: ¿Ayudarte a?...

Josh: A tirar estas pastillas, ¿Tienes una mejor idea?

Mateo: Precisamente, creo que deberías tomarlas ahora más que nunca.

Bingo, este estúpido nunca le hace caso a lo que diga su padre, ¿Acaso no es obvio de que algo está sucediendo en este lugar?.

Josh: Ya veo, ¿Por lo menos me ayudas con una?.

Mateo: Yo ya tomo las mías primito, en fin, adiós, sólo pasaba a visitarte...

Josh: Está bien, adiós.

Vaya, vaya, resulta que ahora tenemos el hijo del año que desde que tiene memoria ha obedecido a su padre, no hace caso omiso a nada que no haya dicho su padre u ordenado, es increíble cómo todos se están uniendo para verme hundido. Es una lástima que me enteré de lo que tratan de hacer, tal vez si se hubieran esforzado más por su cometido ya no estuviera aquí, hablándole al vacío, joder espero no tener esquizofrenia.

Esperen, eso es, una trampa, ¡Les devolveré la jugada con una trampa! Debo hablarle a Judith antes de que lo olvide pero primero...

Josh: ¿Hola, doctor?... Si, si, habla con el hijo de María de la Torre... Muchas gracias por sus palabras, lo que sucede es que necesito un favor, sé que mi madre le ayudó económicamente para la caridad y me gustaría saber si me podría dar una mano con una pequeña situación...

Ya estaba hecho, solo necesitaba el punto final.

Josh: Judith, ¿Ya tienes la carta del doctor?.

Judith: Oh sí señorito, ¿Quiere que la lea?

Josh: Si por favor, en voz alta.

Judith: ¿Okey?... Querido señor Josh...

Josh: ¿Puedes ir a la parte importante?, Es que no puedo esperar a saber qué me pasa.

Judith: Si claro, déjeme y encuentro donde... Creo que es aquí; "...Por la presente, me permito diagnosticar síntomas de alergia frente a la canela, por lo que se recomienda a toda costa el consumo de la misma...".

Josh: Oh... Entonces es cierto.

Judith: ¿Desde cuándo es alérgico a la canela?

Josh: Al parecer... Desde hoy.

Y así, la red estaba tendida con la carnada encima, sólo faltaba la bestia con ansias de sangre que viniera directo a la trampa... Cosa que quizás puede suceder más rápido de lo que me imagino.