I. Un pichón...

1.1K 190 108
                                    


Lleva un par de horas sin detenerse y como es de esperar, el cansancio empieza a hacer de las suyas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Lleva un par de horas sin detenerse y como es de esperar, el cansancio empieza a hacer de las suyas. Cada vez es más difícil caminar o por lo mínimo mantenerse de pie.

El ocasiones, el hombre jadea desesperado y debe detenerse por momentos para recuperar el aliento. Tose, se ahoga, limpia los restos de saliva usando el antebrazo y prosigue. Su estado es deplorable pero tiene energía suficiente para sostener la rabia que consume su ser.

De saber que esos cabrones lo delatarían hubiese acabado con ellos también. ¿No se supone que le facilitarían salir de la ciudad? ¡Que ganas de partirles la puta cabeza! 

Al menos logró escapar mientras los oficiales se encargaban de someterlos. Y calculaba que a estas alturas, el par de idiotas ya debieron abrir la boca y revelar su plan de huida a detalle.

En serio, deseaba tanto estallar sus cráneos de mierda contra el pavimento y saber que no podría hacerlo le enfurecía mucho. ¿Cómo pudo confiar?

Si lograban captarlo lo tenía bien merecido: Eso le pasa por contratar a los primeros dos estúpidos que se cruzaron en su camino bajo la recomendación del imbécil drogadicto de Shigaraki.

Para ser un asesino meticuloso, Midoriya Izuku la cagó de la forma más estúpida y lamentable.

"—¿Cómo pudiste ser tan idiota?", insiste en recriminarse, una y otra vez. Pasarían meses para que pudiera superar su jodido error.

Lo único que consolaba al hombre peli verde era saber que Enji Todoroki ya no respiraba y yacía tres metros bajo tierra, pudriéndose y siendo devorado por los gusanos.

Izuku podría ser la escoria más inmunda extraído de la alcantarilla, pero hasta él tiene límites y algo de decencia. Y lo que Enji hacía era sumamente asqueroso.

Se enteró de su existencia por Shoto, un prostituto que sospechaba no se acercaba a la mayoría de edad aunque dijera lo contrario. Lo frecuentaba en ocasiones porque era precioso, callado y fácil de dominar. Izuku le pagaba treinta dólares más un extra por un oral, una rápida sesión de sexo rudo y a veces, por ser un excelente cenicero en el cual podía apagar sus cigarrillos baratos. Las marcas de colillas situadas en el interior de los muslos pálidos era un deleite a la vista de Izuku.

Una noche lluviosa Shoto llegó en mal estado, sangrando de la boca, con el pómulo hinchado y la nariz rota. Deshecho, habló sin que Izuku se lo pidiera.

Recuerda irritarse y hacer una mueca de disgusto al ver llorar a la puta bicolor luego abalanzarse sobre él. No obstante, mientras Shoto se desahogaba, en algún momento Izuku prestó atención y maldita sea, logró cabrearse con todo lo que escuchaba.

Bien, no debería colocarse la capa de héroe considerando toda la mierda que ha hecho desde los trece años pero, golpear y abusar sexualmente de tus propios hijos y nietos, eso es repulsivo. Incluso para él.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 15, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Atrapado en la Red (DekuKatsu) // EN PAUSADonde viven las historias. Descúbrelo ahora