04 ♡ ྀ felices dieciocho

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— Jungwon, sal de una vez, quiero entrar al baño. — Park golpeaba la puerta, desesperado por entrar y hacer sus necesidades.

Tenía una hora que el menor había entrado a bañarse y cambiarse, aunque Jongseong estaba seguro que terminó resbalando hasta golpear su cabeza y quedar inconsciente. Eso hubiera sido un alivio si no fuera porque tendría que deshacerse del cuerpo o si no hubiera salido finalmente por la puerta.

— Tienes mil baños, Jongseong ¿tanto te ibas a aferrar a mi? — Cuestionó cruzándose de brazos, cansado de escuchar las quejas. — Pudiste haber ido a cualquier otra habitación o al de tu pasillo.

— Pues tan listo no eres. ¿Sabías que sería raro no usar mi baño? Los empleados se preocuparían y entrarían a mi habitación para revisar que mi escusado se encuentre de maravilla, entonces seguramente te encontrarían y le dirían a mis padres.

Yang rodó los ojos y bajó sus brazos, alejándose un poco para mostrar su vestimenta apesar de que ya lo había visto en la tienda.

— ¿Seguro que me veo bien? 

— Claro, tengo buen gusto. — Soltó sin darse cuenta que Jungwon podía malinterpretarlo.

— Muchas gracias por el halago pero tú no eres mi tipo, me gustan las mujeres. — Jungwon no pudo contener la risa, había descubierto que las expresiones de Jay eran lo más gracioso que vió en su vida.

— Que gracioso, lamento decepcionarte pero hablaba de la ropa. Tampoco eres mi tipo, soy heterosexual y me gusta mucho Yuna.

Yang no dejaba de reír, aunque por más que quisiera seguirlo molestando, le recordó que quería ir al baño y fue entonces cuando Jay lo dejó solo en la habítación. El peor error de su vida en aquel momento.

— Hijo, los padres de Yuna... 

La puerta había sido abierta después de haber sido tocada tres veces, Jungwon no alcanzó a reaccionar lo suficientemente rápido y fue atrapado por la madre de Jay, quien lo observaba confundida al no reconocerlo.

— Ah... Hola... ¿Señora Park? Yo... Su hijo está en el baño. — Frotó sus manos en su pantalón una y otra vez con nerviosismo, habían empezado a sudar y solo temía por ser cuestionado.

— Muchas gracias. Disculpa ¿ya te conocía?

Jungwon negó repetidas veces, su nerviosismo aumentaba cada vez más y sentía que caería al piso si no fuera porque Jay salió en aquel momento.

— Mamá... ¿Necesitas algo?

La postura de su madre cambió en cuanto el mayor se acercó. Ahora parecía ser otra persona.

— Jongseong, nuestros socios nos dieron pase VIP a la fiesta de su primogénita, iremos todos juntos. El señor Park está listo, te esperamos abajo lo más pronto posible. — Su madré pasó de dirigirle la mirada a observar una vez más a Yang, quien parecía haberse encogido de hombros de la verguenza. La señora Park dio media vuelta, saliendo de la habitación de su hijo sin prestarle más atención al menor.

— ¿Qué fue eso? — Preguntó Jungwon, estaba asustado del repentino cambio que tuvo su madre. — ¿Viste cómo me miró? ¿Acaso me odia? ¡Si acaba de saber de mi existencia!

— Tranquilizate, hace eso frente a los desconocidos, aunque no sé muy bien qué habrá pasado por su mente para no haber hecho más preguntas. Al menos con esa ropa te ves decente, dudo que haya descubierto que eres raro.

Jungwon parecía traumado y con un tic en el ojo, la mamá de Jay le había dado miedo y ahora se negaba a salir de la habitación. Jongseong tuvo que empujar su cuerpo hasta la planta baja donde formalmente y obligatoriamente tuvo que presentar al menor. Sus padres se mantuvieron serios, esperando alguna palabra mientras Yang se movía en su mismo lugar, aún limpiando sus palmas sudadas en su ropa.

Recuerdos de porcelana - jaywon (pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora