Oh, farmacista encantador,
¿Por qué de tu perfume recuerdo el olor?
¿Por qué no puedo amarme de valor?
Solo quiero que entiendas,
Esta sensación llamada amor.
Mi corazón de esta es contenedor,
Este sentimiento me revuelve con ardor,
Sentada en una esquina,
De mi oscura habitación,
Esperando que tú seas el resplandor.
Dime farmacista,
Si para esto tienes remedio,
Dime farmacista,
Si te atreves a buscarme en el monasterio,
Dime farmacista,
Si por mí cruzarías todo el hemisferio,
porque yo sin duda,
Resolvería este misterio.
¿Por qué agitas mi corazón?
¿Es que no es suficiente con mi rubor?
Aún así amo esta sensación,
No me quejo, necesito tu atención.
Cientos de preguntas cruzan mi mente,
¿Será que le gusto?
¿Qué será lo que siente?
Me duele no poder estar presente,
¿Será que lo necesito?
¿Seré para él suficiente?
¿Es que esto está ocurriendo precipitadamente?
A la luz de la Luna de te esperaré siempre,
Porque tú, a mi lado eres perteneciente.
Mi corazón está lleno de cadenas,
Conmigo llevo todas las penas,
Pero tú, ninguna llevas,
Por ti, esperaría quincenas.
No importaría cuanto pasase,
No importaría cuanto esperase,
Si tuviera el honor de tenerte a mi lado,
No importaría cuando el momento llegase.
La muchacha del frío corazón,
Fría piel,
Con algún que otro quemazón...
Me duele, pero antes perder,
Debo haber preguntado,
¿Me aguantaría así, querido enamorado?
Sin ti no sé qué habría pasado,
Por eso sin decir esto me niego a haber acabado,
¿Podría usted, ser mi amado?
