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El día comenzaba a estar calmado.
Para la buena suerte de Anne.
── ¡Realmente la casa de la humana Anne es muy bonita! ── exclamó bastante feliz la azabache menor mientras miraba cada rincón de la casa.
Desde que Marky había llegado, Anne sentía a aquella adolescente como su hija, era realmente tierna.
Llevaban semanas juntas las tres, podría decirse que tanto Anne cómo Marcy parecían las madres de la menor. La trataban como si su propia hija se tratara, además cómo Marcy tenia una misión. Llevo aquellas semanas entrenando a la jóven Ángel.
Ambas chicas extrañaban a la demonio....
Aunque claramente Marcy no lo admitía, para nada... Además de la nada en su interior un sentimiento de odios hacía ella había llegado ¿Por qué? Ni ella misma sabía.
Querían, anhelaban estar con la demonio, pero despues de cumplir con su misión desapareció de la nada y de sus vidas.
Realmente Sasha andaba aburrida en el mundo infernal, ningún humano le llamaba la atención cómo Anne lo hacía.
Una idea llegó a su mente, relamiendose los labios. ¿Que tal si la volvía a visitar...? Oh joder claro que sí.
Y eso hizo...
Fué al mundo humano nuevamente, realmente no tenían reglas y más siendo la sub-comandante del infierno le favorecía más.
── hey... ── murmuró la rubia en forma ronca mientras mantenía a la humana con la boca tapada creando que la pobre se asustara.
── ¡mmm...!
── ¿Qué? Oh cierto. ── le quitó la mano de la boca.
── ¿Estás loca? Oh perdón los demonios están mas locos que la chucha.
── ou... ¿Así es la forma de recibir a tú mami? ¿Ni un besito?
La castaña se quedó en silencio al sentir tal cercanía entre la demonio y ella, tragó grueso alejandose pero claramente detrás de si había una pared, se mordió el labio.
── Sasha....
── ¿Si?
La castaña aprovechando tal cercanía entre ambas decidió besarla, beso el cuál con sorpresa había Sido correspondido. Sasha sin preguntar la había cargado apegandola contra una pared profundizando el beso.
── Sasha.
La rubia miró de reojo encontrando a su querida ángel quién la miraba de mala forma.
── ¿Acaso tú también quieres? Podemos invitar a tú linda hermanita si quieres. ── se relamio los labios de forma suave.
Marky al notar la doble intención de aquél ser infernal decidió convirtiendose en un angelito cuyo tamaño era relativamente pequeño, realmente Sasha era demasiado coqueta para su gusto.
