Se convirtió en una rutina.
Cada vez que estaban en las duchas, Yoongi deslizaba un dedo en él, y para finales del mes, Jimin estaba tan acostumbrado a ello que el dedo de Yoongi no encontró ninguna resistencia. En realidad...él había empezado a sentir como si un dedo no fuera suficiente.
Él como que quería más. Y él realmente quería venirse, pero se negó a masturbarse con el dedo de Yoongi en él. Se negó a darle a Yoongi la satisfacción.
Jimin lo odiaba.
Lo odiaba y odiaba que últimamente había llegado al punto de tener la polla medio dura cuando ellos iban a las duchas. Odiaba que a él se le pusiera dura como piedra al momento en que el dedo de Yoongi tocaba el agujero de su culo. Odiaba que él comenzaba a retorcerse en el dedo de Yoongi.
Odiaba que él quisiera más.
Jimin estaba tan frustrado sexualmente últimamente que se sentía como para golpear a alguien. Preferiblemente a Yoongi.
Se rompió dos semanas más tarde.
Estaban en las duchas de nuevo. Jimin tenía la frente apretada contra la pared, mientras que Yoongi empujaba su dedo dentro y fuera de su agujero. Era demasiado lento y Jimin no podía soportarlo. Él empujó hacia atrás, gimiendo cuando el dedo de Yoongi frotó con fuerza contra su próstata. Personas los estaban mirando, pero Jimin no pudo obligarse a que le importe. Él estaba demasiado ido para que le importara.
Él gimió cuando Yoongi empujó otro resbaladizo dedo dentro y comenzó a follarlo con ellos. Se sintió bien. Tan bien. Jimin cerró los ojos y, envolviendo su mano alrededor de su polla, comenzó masturbarse.
Trató de pensar en su novia, pero la gran mano de Yoongi acariciando su estómago y culo lo hizo imposible. Tenía los dedos de un hombre en su culo y le encantaba, Pero en ese momento, no le importaba cuan malo y sucio y gay era.
Jimin gimió cuando los dedos de Yoongi comenzaron a moverse más rápido, Él quería venirse. Él estaba ardiendo con ello.
Acarició su polla, pequeños gemidos escapando de sus labios mientras Yoongi torturaba su próstata. Él no era gay. No lo era. Pero Dios, se sentía tan bien.
Yoongi metió un tercer dedo en él, y la quemadura hizo a Jimin gritar y correrse, temblando con todo su cuerpo, sus rodillas apenas sosteniéndolo.
Cuando Jimin abrió los ojos, la realización de lo que acababa de suceder lo golpeó duro: Se vino con los dedos de Yoongi dentro de él. Otro hombre le había hecho acabar. Y todo el mundo lo vio.
Aturdido, Jimin saltó alejándose de Yoongi. Se enjabonó todo, tratando de ignorar los silbidos.
Se negó a mirar a Yoongi.
*
Ellos no hablaron sobre ello.
Jimin ignoró a Yoongi, y Yoongi le dejó ignorarlo.
La próxima vez que estuvieron en las duchas, Jimin se tensó, esperando que Yoongi empujara sus dedos dentro de nuevo, pero no lo hizo.
Eso desequilibró a Jimin.
Se dijo a sí mismo que se alegraba y lo hacía. Ser penetrado con dedos en público iba más allá de lo mortificante.
Él se alegraba.
*
Algunas semanas pasaron, y todo lo que Yoongi hizo fue acariciarlo un poco. A veces, manoseó el culo de Jimin y masajeó su agujero, pero nunca empujó los dedos dentro de nuevo. La peor parte fue, que Jimin todavía tenía una erección, incluso cuando la mano de Yoongi apenas tocaba su culo.