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—Tu aroma es realmente parecido al de mi principito—miro al perrito—Debería adoptarte pequeño?—el perro movió la cola felizmente—Al parecer te gusta la idea, adoptémoste—sonrió—

Luego de unas horas descansando, decidió volver a la casa. Tenía mucha hambre, no había comido nada. Se levantó y caminó en dirección a su casa con el perrito siguiéndole—

—Llegue!—entró y cerró la puerta, ese "llegue" no se escuchaba alegre—

—Bebé!—corrio hacia Jungkook para abrazarlo pero el perro no lo dejó, gruñéndole—Pero y este perro de donde salió?—miro al perrito—

—Lo traje porque pienso adoptarlo—miro al omega—Y no vuelvas a llamarme "bebé", o ninguno te tus estupidos apodos—

—Y ni si quiera pensaste en consultármelo antes de traerlo para la casa!—frunció el ceño—

—Me bajas el tonito que tiene, y no tengo porque decirte nada. Es "mi" casa.—enfatizó ese "mi"—

—El perrito gruño, pero luego de oler el aroma del omega comenzó a llorar—Y ahora?—

—Porque lloras pequeño?—se arrodilló para estar a la altura del perrito, dándole pequeños masajes en la cabeza para que dejara de llorar—Te sientes bien?—pregunto preocupado, el perrito volteo a verlo y se le tiro encima—Ohhh ya, ya! Haces cosquillas—rio jugando con el—

—Ahs—celoso del perro por la razón de que él no podía hacerlo reír como lo hacía el bello perrito blanco—Me largo—se fue refunfuñando—

—Ey ey, tranquilo pequeño—se levantó—Ven, te llevare a mi cuarto—subió a su cuarto con una sonrisa—

Aproximadamente una media hora después Jungkook y el perrito estaban dormidos uno junto al otro. Bien cómodos, pero había un Omega celoso al otro lado de la habitación.

—Jeon Jungkook!—abrió la puerta de un cantazo y gritó enojado el nombre de su Alfa—

—Porque mierda gritas.—dijo aún adormilado—

—Que hace el maldito perro pulgoso en la cama Jungkook!—se acercó aun más enojado—

—Maldita sea Jimin!—se levantó—Déjame en paz de una buena vez y lárgate de mi vida—grito despertando al pequeño perrito—

—Eso es lo que quiere estupido Alfa!?—fruncio el ceño—

—Eso es lo que siempre quise desde que apareciste en mi maldita vida, hijo de puta—no midio sus palabras, saliéndose de control apunto de pegarle al omega. Pero el perrito lo detuvo antes de que pasara a mayores—L-lo siento—se arrodillo y abrazo al perrito—

—Que mierda haces para que se ponga haci contigo si solo eres un maldito perro!—lloriqueo enojado—

—Ya basta Jimin!—se levantó—No quiero hacerte daño y me estás descontrolando—se sentó en la cama—

Jimin salió de ahí dando un fuerte portazo, con el ceño fruncido. El perrito subió una vez más a la cama y se recostó del Alfa.

—Perrito, ahora que lo pienso.—lo miro—No te e puesto un nombre, pequeño—hizo una pequeña sonrisa—

El perrito ladro y ladro tratando de decirle algo.

—Que? No puedo entenderte pequeño—hizo una mueca—

El perrito se levantó del regazo y bajo de la cama buscando algo en el closet del alfa.

—Que buscas pequeño?—pregunto y el perrito volvió con una manta de ositos blanca.—E-esa manta era de mi principito..—se acercó al perrito y el ladro—Quieres que te llame principito?—sonrió y él volvió a ladrar feliz—Esta bien, principito—

Al día siguiente en la misma habitación.

—Principito?—buscaba al perrito en el cuarto—

Este salió de debajo de la cama arrastrando una caja con polvo.

—De donde sacaste eso pequeño?—se acercó al perrito y se sentó junto a él—La abrimos?—el perrito ladro—Bien, averigüémoslo—sopló la caja quitando el polvo y luego la abrió. Encontrándose con fotos, adornos para el pelo, dulces y un pañuelo—una lágrima brotó de su ojo—De donde la sacaste..?—pregunto al perrito y este solo lo miraba fijamente a los ojos con estrellas en ellas—Porque me recuerdas a el, tus ojos brillan como los de él pero como..—el perrito no dejaba de mirarlo—Me estas poniendo nervioso—miro la caja y saco lo que había en su interior—Esta foto Tae la tomo cuando yo comía algodón de azúcar, fue muy divertido ese día—río un poco, dejó a un lado la foto y tomó el pañuelo—Este tipo de pañuelos a él les encantaba, los usaba mucho pero este era su favorito—otra lágrima salió, oliendo su pañuelo que todavía tenía su olor. El mismo olor que el perrito tiene, el mismo aroma.

—Que raza eres?—miro al perrito—Lo buscare—agarro su teléfono y empezó a investigar—Acá dice que no eres un perro, eres un lobo.—miro al perrito—Pero como es eso posible!?—solto el teléfono y se acercó al perrito—Te llevaré al veterinario—el "lobo" lloriqueo mostrando que le tenía miedo al veterinario—Solo te van a checar no te harán nada pequeñito—río y se acercó a este para juntar sus narices y moverlas de un lado a otro. Haciendo un gesto muy bonito e tierno para los dos, esa sensación a Jungkook le encantaba porque lo hacía con su Omega y él siempre se sonrojaba.—Te gusta? A mi Omega le sonrojaba—sonrió y vio como el "lobo" estaba nervioso—Tu también te pones nervioso por eso—río—Lo haré más seguido—se alejó—Ahora vamos al veterinario para ver que eres realmente pequeñín—

Lo perdiste para siempre {KookV}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora