Límite

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Sabemos perfectamente que las relaciones siempre han existido las peleas, pero llegar al extremo de lanzarle un sartén por el enojado y casi pegarle en la cabeza pues esto paso con el ruso quien ya estaba de vuelta en su territorio revisando sus documentos.

Momentos antes de aquella pelea.

Rusia: -ve a la mexicana con su celular en manos- ¿Qué haces?

México: nada, solo quería marcar mi número porque encuentro el mío y no me acuerdo donde lo deje -lo dejo de nuevo en la mesita de noche para volver a revisar en otros lugares-

Rusia: sabes que no me gusta que revises mis cosas -lo tomo de nuevo en sus manos el celular para corroborar que no hayan revisado nada-

México: uy perdón ya no puedo ni tomarlo -rodo los ojos para seguir su búsqueda, y luego murmurar- claro no soy Polonia porque sino estás a sus pies

Rusia: ¿Qué dijiste? -eso lo medio molesto y se acercó a la chica para mirarla a los ojos- repitelo

México: que no soy Polonia porque sino estás a sus pies todo el puto día, mandándole mensajes con corazones y todo -ya tenía el coraje desde hace unas semanas pero no había motivo para discutir- ¿Me vas a decir que es mentira?

Rusia: pues claro que es una mentira, ¿Quién demonios te metió eso en la cabeza? -tomo a la tricolor por los hombros con su seño fruncido del enojo-

México: ¡¡Tú fuiste!! No me haces caso, no salimos como antes, no me tocas ni siquiera me haces el amor pero claro todo el puto tiempo para ¡¡POLONIA!! -se fue de la habitación muy enojada dejando al ruso-

Rusia le dijo que debían de hablar de eso dicho aquello la siguió lo más rápido que pudo hasta llegar a la cocina donde la tricolor estaba sacando algunas cosas de la alacena para preparar la comida y se podía notar su enojo porque sacaba las cosas de su lugar para dejarlas en la barra con fuerza.

Rusia: no he terminado de hablar -la contraria simplemente lo ignoro- ¡Méx!

México: pues que crees que yo sí, ya terminé de hablar -sus ojos poco a poco se llenaron de lágrimas- déjame en paz

Rusia: haber ya te dije que no es verdad, no hablo con Polonia porque quiero tengo cosas que hacer con ella y documentos que la mencionan -se paro delante de la mexicana para que siguiera haciendo haciendo sus cosas- escúchame

México: ni te voy a escuchar ni nada y déjame -lo apartó para buscar un sartén para poder cocinar- habla con ella tal vez le interese mucho lo que hablas

Rusia: estás haciendo que pierda la maldita paciencia -la tomo bruscamente de su muñeca para levantarla y poder verla a los ojos los cuales estaban abiertos de la impresión- ya te dije que no hablo con ella porque me interese, debemos de ponernos de acuerdo en algunas cosas, llegas al punto de desconfiar de mi

México: si desconfío de ti, ya te dije los porque o acaso ¿quieres más?, Tengo más para decirte te vieron con ella en tu territorio muy tomados de la mano exhibiendose como si yo fuera tu pendeja que espera todo de ti -sus lágrimas poco a poco comenzaron a caer por sus mejillas-

Rusia: ¡Que no!, Solo te quiero a ti y nadie más aunque lo dudes -ejerció más presión en su agarre con la tricolor-

México: me estás lastimando -el ruso la soltó para alejarse un poco- dime lo que quieras de todos modos no te creo nada

La discusión siguió hasta el punto de comenzar a gritarse por cosas sin sentido, que ambos tenían guardado desde hace tiempo pero dijeron que no le tomarían importancia. Siguieron así por unos minutos más hasta que él ruso finalmente explotó.

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