Negro, café y azul

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Sus ojos se abrieron lentamente cuando el suave murmuro de una melodía llegó a sus oídos. Parpadeó un par de veces para acostumbrarse a la iluminación y un somnoliento quejido escapó de sus labios, sonriendo con tranquilidad cuando sintió como su cabello era acariciado con delicadeza por una mano, que al parecer también gustaba de jugar con sus mechones de pelo.

Se removió un poco en su lugar, y acto seguido alzó la vista solo para encontrarse con el rostro sonriente del estadounidense, que al parecer llevaba un buen rato observándolo dormir.

—Good morning, honey~ —Le susurró por lo bajo mientras acariciaba su cabello una última vez.

México le sonrió de vuelta, y acto seguido se estiró un poco para llegar a sus labios, depositando un tierno beso en ellos.

—Buenos días, gordis~

Ambos intercambiaron un par de besitos más, pero pronto, el mexicano sintió como otra mano le acariciaba el estómago con suavidad, y al girarse, sólo pudo encontrarse con la silueta de Rusia que aún dormía, por lo que se volteó hacia él con diversión y al igual que con el gringo comenzó a darle pequeños besos en el rostro con el fin de despertarlo.

Algo que funcionó, pues pronto el chico comenzó a removerse, bostezando y finalmente abriendo sus adormilados ojos azules.

—Buenos días, Rusky —Le saludó, y no fue sino hasta algunos segundos después que el mencionado respondió, pues aún luchaba por mantenerse despierto.

—Хм... доброе утро [Mmm... Buenos días] —Murmuró con la voz ronca, sonriendo ligeramente y volviendo a acomodarse para seguir durmiendo.

—Wey, ya despiértate. Tenemos cosas que hacer.

Un nuevo quejido fue todo lo que obtuvo como respuesta, así que no le quedó otra opción más que sacudir al ruso o de lo contrario seguro caería dormido de nuevo.

—Ммм... ладно, ладно, я иду [Mmm... Está bien, está bien, ya voy] —Respondió resignado, dando un último bostezo y estirándose en la ahora mucho más grande cama que tenían.

El más alto se levantó seguido por los otros dos para comenzar a alistarse, pues no era mentira lo que el latino había dicho; ese día habría una reunión con las familias de los americanos en la que pretendían presentar al euroasiático como el nuevo integrante de su relación, y no hace falta decir que los tres, pero principalmente el mencionado, se encontraban bastante nerviosos.

Más que nada porque no había sido idea suya, sino de sus padres, y solo para confirmar, no, éstos aún no sabían quién era aquel "nuevo miembro" en sus vidas. Ninguno había encontrado el momento adecuado para decírselos.

Pero bueno, no todo era tan malo, pues tan solo un par de días después y ya que las vacaciones de los tres habían coincidido, aprovecharían eso para salir de la ciudad un par de semanas y pasar sus días hospedados en un lindo hotel junto a la playa, pues el euroasiático había revelado que nunca había ido y todos creían que esa era una buena oportunidad para que Rusia la conociera y además pudieran liberarse un poco del estrés de sus deberes diarios pero también del que era probable que surgiera en aquella dichosa reunión familiar.

Claro que los tres mantenían la esperanza de que todo saliera bien.



En fin, las horas pasaron y finalmente llegó el momento de salir, por lo que todos se encontraban preparando sus cosas, planeando lo que dirían y tratando de lucir presentables para dar una buena impresión —principalmente Rusia—, pues sabían que aquello sería un poco raro y no era de extrañar que se encontraran bastante nerviosos, así que constantemente repasaban qué hacer o no en caso de tal situación y qué responder ante las posibles preguntas con las que podrían bombardearlos.

Another eyes...❞ |UsaMexRus.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora